Güirila
La Güirila es un platillo tradicional nicaragüense que representa la riqueza gastronómica y cultural de Nicaragua. Elaborada a base de maíz tierno recién cosechado, esta tortilla dulce se distingue por su textura suave y aroma apetitoso, conservando las raíces mesoamericanas de los pueblos originarios del norte y centro del país. A diferencia de la tortilla común, la Güirila se prepara sin cocción previa del maíz, y su masa se cocina sobre hojas de plátano o guineo, lo que aporta un sabor único y mantiene la autenticidad de la receta. Este platillo se disfruta tradicionalmente durante la primera o segunda cosecha del año, momento en el que el maíz está más fresco y jugoso, garantizando su característico dulzor y suavidad.
Se acompaña con cuajada, queso fresco o crema, potenciando su sabor y haciendo de cada bocado una experiencia auténtica nicaragüense. Su preparación casera ha trascendido generaciones, convirtiéndose en un referente de la identidad culinaria de Nicaragua, apreciada tanto en hogares como en mercados del norte y algunas zonas de la capital. La Güirila es un deleite que combina tradición, sabor y cultura en un solo platillo.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 20 minutos
- Tiempo de cocinado: 15 minutos
- Tiempo total: 35 minutos
- Raciones: 8-10 unidades
- Categoría: Desayuno
- Tipo de cocina: Nicaragüense
- Calorías por ración: 180 kcal
Ingredientes
Para la masa
- 20 mazorcas de maíz fresco (blanco o amarillo)
- 1 libra de queso blanco seco o cuajada (aprox. 450 g)
- 1 cucharada de azúcar (33 g)
- 1 taza de leche (240 ml)
Para cocinar
- Hojas de plátano o guineo rosa (cantidad necesaria)
- Aceite o mantequilla para engrasar el comal (opcional)
Para servir
- Cuajada, queso fresco o crema agria
- Café negro (opcional)
Como hacer Güirila
- Preparar el maíz: Primero, pela las mazorcas y ralla los granos con un cuchillo. La idea es obtener partículas finas, pero no pulverizadas, manteniendo un poco de textura, ya que esto le da a la güirila su consistencia característica. Luego, coloca el maíz rallado en un procesador o mortero y muélelo ligeramente hasta obtener una pasta cremosa. Es importante no procesar demasiado, pues la masa debe conservar cierta textura para que la güirila quede suave pero con cuerpo.
- Mezclar la masa: En un recipiente grande, combina la pasta de maíz con el queso rallado, la leche y el azúcar. Mezcla con las manos o con una cuchara hasta formar una masa homogénea. Debe quedar ni muy líquida ni muy seca, lo suficiente para que puedas tomar porciones con las manos y formar tortitas sin que se deshagan. Si la masa queda muy seca, puedes agregar un poco más de leche; si queda muy líquida, espolvorea un poco más de maíz rallado.
- Preparar las hojas: Corta las hojas de plátano o guineo rosa en rectángulos lo suficientemente grandes para cubrir la masa. Lava las hojas y humedécelas por ambos lados para que sean flexibles y no se quemen al colocarlas en el comal. Opcionalmente, unta un poco de aceite o mantequilla en la cara que estará en contacto con la masa, esto ayuda a que se despegue fácilmente y le da un ligero aroma tostado que potencia el sabor de la güirila.
- Formar las güirilas: Toma porciones de masa de aproximadamente 100 gramos. Coloca la masa sobre una hoja humedecida y extiéndela formando una tortilla de grosor medio, alrededor de ½ centímetro, cuidando que no quede ni muy delgada ni muy gruesa. Luego, cubre la tortita con otra hoja de plátano. Este “sandwich” de masa entre hojas permite que la güirila se cocine uniformemente y adquiera el sabor característico que aporta la hoja.
- Cocinar: Calienta un comal o sartén a fuego medio. Coloca la güirila con las hojas sobre el comal y cocina durante 4-5 minutos. Retira la hoja superior, voltea la güirila cuidadosamente y retira la hoja inferior cuando esté dorada. Deja que se termine de cocinar por un minuto más para que ambos lados queden firmes y ligeramente dorados. La güirila debe quedar crujiente por fuera y suave por dentro. Repite con el resto de la masa. Si lo deseas, puedes engrasar ligeramente el comal con aceite o mantequilla para obtener un dorado más uniforme.
- Servir: Sirve la güirila caliente acompañada de cuajada, queso fresco o crema agria. Tradicionalmente se disfruta con una taza de café negro. También puedes acompañarla con aguacate o mantequilla si deseas una versión más rica. Comerla caliente es clave, ya que su textura y aroma se potencian al salir del comal.