Mantecado de Portillo

El mantecado de Portillo es un dulce tradicional de la localidad vallisoletana de Portillo y sus alrededores, uno de los productos más emblemáticos de la repostería castellana. También conocido como portillanos, zapatillas, bollo blanco o bollo bañado, se elabora con manteca de cerdo, harina y un delicado glaseado de azúcar, con una textura suave y un sabor único que se disfruta todo el año, especialmente en Navidad.
En esta receta aprenderás a preparar los auténticos mantecados de Portillo siguiendo la tradición del siglo XV. Podrás hacerlos en casa paso a paso, disfrutando de su aroma y textura, o elegir comprar estos dulces típicos de Valladolid a un precio razonable en pastelerías locales y tiendas online. Son perfectos para acompañar un café, regalar en celebraciones o conservar en casa como un bocado tradicional lleno de historia y sabor.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 2 horas 30 minutos (incluye reposo)
- Tiempo de cocinado: 30 minutos
- Tiempo total: 3 horas
- Raciones: 12 raciones
- Categoría: Repostería
- Tipo de cocina: Castellana
- Calorías por ración (kcal): 220 kcal
Ingredientes
- 200 g de manteca de cerdo a temperatura ambiente
- 25 g de azúcar
- 300 g de harina de trigo
- 50 ml de vino blanco
- La ralladura de una naranja
Para la cobertura glaseada
- 250 g de azúcar glass
- 2 claras de huevo
- Unas gotas de zumo de limón
Como hacer mantecados de Portillo
- Preparar la masa: Colocar en un bol amplio la manteca de cerdo a temperatura ambiente junto con el azúcar, la harina tamizada, el vino blanco y la ralladura de naranja. Amasar con las manos hasta obtener una masa homogénea que no se pegue al bol ni a los dedos.
- Reposar la masa en frío: Formar una bola con la masa, cubrir el bol con film transparente e introducir en el frigorífico durante unas 2 horas para que coja consistencia.
- Estirar y cortar la masa: Sacar la masa del frío y colocarla entre dos láminas de papel de hornear. Con un rodillo, estirarla hasta obtener un grosor aproximado de 1 centímetro. Con un cortador de forma ovalada, dar forma a los mantecados y colocarlos en una bandeja de horno cubierta con papel vegetal.
- Hornear los mantecados: Precalentar el horno a 180 grados. Hornear los mantecados durante unos 15 minutos o hasta que adquieran un tono dorado suave. Retirar del horno y reservar. Bajar la temperatura del horno a 75 grados.
- Preparar la cobertura: En un bol, batir las claras de huevo con el azúcar glass y unas gotas de limón hasta conseguir un glaseado espeso, brillante y de color blanco.
- Cubrir los mantecados: Pintar cada mantecado con una capa generosa de glaseado utilizando una brocha de repostería.
- Secar la cobertura en el horno: Introducir de nuevo la bandeja en el horno a 75 grados durante unos 15 minutos, hasta que la cobertura esté firme y endurecida.
- Enfriar y servir: Sacar los mantecados de Portillo del horno, dejar que se enfríen completamente sobre una rejilla y servir. Se conservan en una lata metálica o caja hermética durante varios días.