Rosquillas de Santa Clara

Rosquillas de Santa Clara
Receta de rosquillas de Santa Clara

En esta receta elaboramos rosquillas de Santa Clara, un dulce típico de Madrid que se consume durante las fiestas de San Isidro.

Estas rosquillas son una de las cuatro variedades de San Isidro que hay. Las otras 3 son las ‘listas’, las ‘tontas’ y las ‘francesas’.

El origen de estas rosquillas con glaseado se remonta al siglo XV, creadas por las monjas clarisas para recaudar dinero para sus obras de caridad.

Ingredientes

  • 400 gr de harina de trigo
  • 6 yemas de huevo
  • 1 huevo
  • 100 ml de aceite de girasol
  • 100 gr de azúcar
  • 50 ml de anís
  • 1 cucharadita de levadura en polvo

Para el glaseado

  • 400 gr de azúcar
  • 75 ml de agua
  • 2 claras de huevo
  • 1 limón

Como hacer rosquillas de Santa Clara

  1. En un bol ponemos los huevos, el aceite, el azúcar, el anís y batimos hasta obtener una mezcla blanquecina.
  2. Vamos echando poco a poco la harina, previamente tamizada, junto con la levadura y seguimos mezclando hasta tener una masa homogénea y sin grumos.
  3. Enharinamos una superficie plana donde amasaremos un poco la masa que acabamos de preparar.
  4. Vamos cogiendo porciones de masa, formaremos bolas con ella, las aplastaremos un poco y realizaremos un agujero en el centro para dar forma a las rosquillas.
  5. Colocamos las rosquillas en una placa de horno cubierta con papel vegetal, dejando un poco de espacio entre las rosquillas y las dejamos reposar 30 minutos.
  6. Introducimos en el horno previamente calentado a 180 grados durante 15 minutos o hasta que veamos que están doradas.
  7. Sacamos las rosquillas del horno y las dejamos enfriar sobre una rejilla.
  8. Mientras, prepararemos el glaseado poniendo una sartén al fuego con el agua y el azúcar, dejamos que cueza a fuego suave durante 20 minutos hasta formar un almíbar.
  9. Unos minutos antes de que termine de cocer el almíbar montamos las claras a punto de nieve.
  10. Sin dejar de batir las claras vamos añadiendo poco a poco el almíbar y seguidamente el zumo de medio limón, para que el glaseado no amarillee. Tendremos el glaseado listo cuando vuelva a adquirir el punto de nieve.
  11. Bañamos una de las caras de las rosquillas en el glaseado y las volvemos a hornear a 150 grados hasta que el glaseado adquiera una textura fuerte.