Rosquillas de Santa Clara

Rosquillas de Santa Clara
Receta de rosquillas de Santa Clara

Las rosquillas de Santa Clara son uno de los dulces más tradicionales de la repostería madrileña y se disfrutan especialmente durante las fiestas de San Isidro. Reconocidas por su característico glaseado blanco y crujiente, estas rosquillas forman parte de las cuatro variedades clásicas de la celebración: las famosas rosquillas listas, las rosquillas tontas, las francesas y, por supuesto, las Santa Clara. Su textura ligera y su sabor con un toque de anís las convierten en un bocado irresistible que combina sencillez y tradición en cada mordisco.

El origen de las rosquillas de Santa Clara se remonta al siglo XV, cuando las monjas clarisas comenzaron a elaborarlas como método de financiación para sus obras benéficas. Con el paso del tiempo, esta receta conventual se popularizó y pasó a formar parte del patrimonio gastronómico de Madrid. Hoy en día, preparar estas rosquillas caseras en casa es una forma deliciosa de mantener viva la tradición, disfrutando de un dulce artesanal que combina masa esponjosa, glaseado brillante y un sabor único que conquista a cada generación.

Información de la receta

  • Tiempo de preparación: 30 minutos
  • Tiempo de cocinado: 35 minutos
  • Tiempo total: 1 hora 5 minutos
  • Raciones: 15-18 rosquillas
  • Categoría: Respostería
  • Tipo de cocina: Madrileña
  • Calorías por ración (kcal): 200 kcal

Ingredientes

  • 400 g de harina de trigo tamizada
  • 6 yemas de huevo
  • 1 huevo entero
  • 100 ml de aceite de girasol o aceite de oliva suave
  • 120 g de azúcar blanco
  • 50 ml de anís dulce (licor)
  • 1 cucharadita de levadura en polvo
  • 1 pizca de sal
  • Ralladura de limón o naranja (opcional)

Para el glaseado

  • 400 g de azúcar glas o azúcar blanco
  • 75 ml de agua
  • 2 claras de huevo
  • Zumo de ½ limón

Como hacer rosquillas de Santa Clara

  1. Preparar la mezcla inicial: En un bol grande coloca las yemas, el huevo entero, el azúcar, el aceite de girasol y el anís dulce. Bate enérgicamente hasta que la mezcla se vuelva cremosa y blanquecina.
  2. Incorporar la harina y la levadura: Tamiza la harina junto con la levadura en polvo y añádelas poco a poco a la mezcla. Mezcla con una espátula o varillas hasta formar una masa homogénea, sin grumos y ligeramente pegajosa.
  3. Amasar la masa de rosquillas: Espolvorea con harina una superficie plana y amasa durante unos minutos hasta obtener una textura suave y manejable. Añade un poco más de harina si fuera necesario, pero sin excederse para que no queden duras.
  4. Dar forma a las rosquillas: Toma porciones pequeñas de masa, forma bolitas, aplástalas ligeramente y abre un agujero en el centro con el dedo para dar la clásica forma de rosquilla.
  5. Reposo antes del horneado: Coloca las rosquillas en una bandeja de horno cubierta con papel vegetal, dejando espacio entre ellas para que no se peguen al crecer. Deja reposar unos 30 minutos a temperatura ambiente.
  6. Hornear las rosquillas: Introduce la bandeja en el horno precalentado a 180 ºC y hornea durante 15 minutos, o hasta que las rosquillas estén doradas. Retíralas y deja enfriar sobre una rejilla.
  7. Preparar el almíbar para el glaseado: En un cazo pon el azúcar y el agua a fuego medio. Deja cocer suavemente durante unos 20 minutos hasta conseguir un almíbar consistente.
  8. Montar las claras a punto de nieve: Mientras se cocina el almíbar, bate las claras de huevo hasta que estén firmes. Cuando el almíbar esté listo, incorpóralo poco a poco sin dejar de batir y añade el zumo de medio limón. El glaseado estará listo cuando recupere la consistencia de merengue firme.
  9. Glasear las rosquillas: Baña una cara de cada rosquilla en el glaseado y vuelve a colocarlas sobre la bandeja de horno.
  10. Secar el glaseado en el horno: Introduce de nuevo las rosquillas en el horno a 150 ºC durante unos minutos hasta que el glaseado endurezca y adquiera un acabado brillante y crujiente.
  11. Enfriar y servir: Saca las rosquillas, deja que se enfríen por completo y disfruta de estas tradicionales Rosquillas de Santa Clara con su cobertura blanca inconfundible.