Yemas del Tajo

Las yemas del Tajo son un dulce típico de Ronda, en la provincia de Málaga, cuyo nombre hace referencia al famoso Tajo de la ciudad. Se elaboran con yemas de huevo y azúcar, siguiendo una receta tradicional que recuerda a las yemas de Santa Teresa, aunque con una presentación y proceso de elaboración propios. Su origen se remonta a un antiguo monasterio donde las monjas comenzaron a prepararlas, y con el tiempo se consolidaron como uno de los grandes símbolos de la pastelería rondeña.
Desde 1929, la receta está vinculada a la pastelería Las Campanas, que patentó el nombre y mantiene la producción artesanal de estas yemas de Ronda. Su textura cremosa y su acabado en azúcar glas las convierten en un yema dulce muy apreciado tanto por locales como visitantes. Hoy en día, es posible comprar estas especialidades en cajas de diferentes tamaños, con un precio que varía según la presentación. Con una correcta conservación, se mantienen frescas y resultan perfectas como postre, regalo o recuerdo gastronómico de Málaga.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 15 minutos
- Tiempo de cocinado: 15 minutos
- Tiempo total: 30 minutos
- Raciones: 12 unidades
- Categoría: Repostería
- Tipo de cocina: Andaluza
- Calorías por ración (kcal): 70 kcal
Ingredientes
- 100 g de azúcar
- 70 ml de agua
- 6 yemas de huevo frescas
- Azúcar glas para rebozar
Como hacer yemas del Tajo
- Preparar las yemas: Separa las yemas de los huevos y bátelas ligeramente en un bol. Reserva mientras preparamos el almíbar.
- Elaborar el almíbar a punto de bola: En un cazo, mezcla el agua y el azúcar y caliéntalo a fuego medio. Remueve constantemente durante al menos diez minutos hasta que el agua se evapore y el almíbar adquiera una textura espesa y brillante, conocida como punto de bola.
- Incorporar las yemas al almíbar: Retira el cazo del fuego y pasa las yemas batidas por un colador para evitar grumos. Agrégalas al almíbar y mezcla suavemente.
- Cocinar hasta obtener la textura de natilla: Vuelve a poner el cazo a fuego medio y remueve constantemente hasta que la mezcla espese y tenga una consistencia similar a la de una natilla cremosa.
- Enfriar la masa: Vierte la masa en un bol y cúbrela con film transparente para que no forme costra. Deja enfriar a temperatura ambiente o en el frigorífico durante al menos 1 hora.
- Formar las yemas: Espolvorea azúcar glas sobre una superficie plana. Toma porciones de la masa enfriada y forma pequeñas bolitas con las manos. Reboza cada bolita en azúcar glas para darles el acabado característico.
- Reposo final: Coloca las yemas en un recipiente y déjalas reposar en el frigorífico hasta el momento de servir. Se conservan varias horas y mantienen su textura y sabor tradicionales.