Rosquillas de yema [Rosquillas de Alcalá]
En esta receta elaboramos rosquillas de yema, un tradicional postre de Alcalá de Henares, en la comunidad de Madrid. Estas rosquillas están compuestas de una masa de hojaldre, un glaseado real y otro glaseado de yema de huevo.
También conocidas como rosquillas de Alcalá, son una delicia para el paladar y prepararlas de forma casera en muy fácil.
Índice de la receta
Ingredientes
- 3 planchas de hojaldre
- 1 huevo
Para el glaseado de yema
- 80 ml de agua
- 150 gr de azúcar
- 5 yemas de huevo
- 1 huevo
Para el glaseado real
- 2 claras de huevo
- 250 gr de azúcar glas
- Zumo de un limón
Como hacer rosquillas de yema
- Empezamos pintando cada una de las tres planchas de hojaldre con huevo batido y colocamos cada una encima de la otra.
- Pasamos un rodillo por encima de las laminas para que queden completamente unidas, sin presionar demasiado.
- Con la ayuda de un vaso damos forma a las rosquillas cortando circularmente y realizamos un orifico en el centro.
- Colocamos en una bandeja de horno cubierta con papel vegetal y pulverizamos con un poco de agua para que los hojaldres crezcan más.
- Introducimos en el horno precalentado a 180 grados durante 20 minutos aproximadamente. Finalizado el tiempo las dejamos enfriar sobre una rejilla.
- Preparamos el glaseado de yemas poniendo un cazo al fuego con el azúcar y el agua. Realizamos un almíbar a punto de hebra y dejamos templar.
- En un recipiente batimos las yemas con el huevo y las incorporamos poco a poco, sin dejar de batir, en el almíbar ya templado.
- Pasamos por un colador la mezcla anterior.
- Sumergimos cada una de las rosquillas dentro de la mezcla de almíbar y yemas, y las volvemos a colocar sobre la rejilla para que escurran y se sequen.
- Preparamos el glaseado real poniendo en un recipiente el zumo de un limón, dos claras de huevo y el azúcar glas. Removemos hasta obtener una mezcla homogénea.
- Bañamos las rosquillas en el glaseado real y las volvemos a introducir en el horno a 50 grados durante 15 minutos.
- Una vez tengamos las rosquillas listas las volvemos a dejar en la rejilla para que enfríen y ya estarán listas para comer.