Sándwich rebozado

Sándwich rebozado
Receta de sándwich rebozado

En esta receta elaboramos un sándwich rebozado en huevo y leche, relleno de jamón y queso. Este delicioso plato combina la suavidad del pan con el sabor fundido del queso y la textura jugosa del jamón, logrando un resultado irresistible. Preparar este sándwich es muy fácil y se necesitan pocos ingredientes básicos, lo que lo convierte en una opción perfecta para desayunos, meriendas o cenas rápidas. Puedes cocinarlo tradicionalmente frito en sartén, asegurando que el queso se derrita por completo y el pan quede dorado y crujiente.

Además, esta receta se adapta a métodos más saludables o modernos, como la freidora de aire o airfryer, permitiendo obtener un sándwich rebozado con menos aceite y una textura igualmente crujiente. También puedes prepararlo al horno si prefieres una opción más ligera. Con esta receta, aprenderás paso a paso cómo empapar correctamente el sándwich en la mezcla de huevo y leche y conseguir un resultado dorado y sabroso, perfecto para toda la familia. Disfruta de un clásico de la cocina casera, fácil de preparar y siempre delicioso.

Información de la receta

  • Tiempo de preparación: 5 minutos
  • Tiempo de cocinado: 10 minutos
  • Tiempo total: 15 minutos
  • Raciones: 2
  • Categoría: Aperitivo
  • Tipo de cocina: Española
  • Calorías por ración (kcal): 350 kcal

Ingredientes

  • 4 rebanadas de pan de molde
  • 4 lonchas de jamón cocido
  • 4 lonchas de queso (tipo gouda o cheddar)
  • 2 huevos grandes
  • 70 ml de leche
  • Aceite de oliva suave (cantidad suficiente para freír)
  • Sal al gusto (opcional)

Como hacer sándwich rebozado

  1. Montar los sándwiches: Coloca sobre una rebanada de pan dos lonchas de jamón y dos lonchas de queso, alternando las capas para un relleno equilibrado. Cubre con la otra rebanada de pan y presiona ligeramente.
  2. Cortar en triángulos: Corta cada sándwich por la mitad en diagonal, formando dos triángulos, que se cocinarán más uniformemente.
  3. Preparar la mezcla de huevo y leche: En un plato hondo, bate los huevos y añade la leche. Mezcla bien hasta obtener una preparación homogénea.
  4. Empapar los sándwiches: Sumerge cada sándwich en la mezcla de huevo y leche, cubriendo ambos lados de manera uniforme para asegurar un rebozado perfecto.
  5. Freír los sándwiches: Calienta aceite de oliva en una sartén a fuego medio-alto. Cuando esté caliente, coloca los sándwiches y fríe hasta que estén dorados y crujientes, volteando para dorar ambos lados.
  6. Escurrir el exceso de aceite: Retira los sándwiches y colócalos sobre papel absorbente. Espera un minuto para eliminar el exceso de aceite antes de servir.
  7. Servir y disfrutar: Sirve caliente para disfrutar del queso fundido y el pan crujiente. Perfecto como desayuno, merienda o snack.