Romanescu con patatas

En esta receta elaboramos romanescu con patatas y ajillo, un plato sencillo, nutritivo y lleno de sabor. El romanesco cocido, también conocido como coliflor italiana, conserva todas sus propiedades y vitaminas cuando se cuece junto a las patatas hervidas. Gracias a su textura y sabor delicado, este plato se puede servir tanto como guarnición de carnes y pescados como en un puré de patatas saludable. Prepararlo es rápido y práctico, ideal para quienes buscan una verdura ligera y nutritiva en su dieta diaria.
El toque de ajillo aporta un sabor intenso y aromático, mientras que el salteado de las verduras permite mantener su textura firme y su sabor natural. Además, esta receta se puede adaptar fácilmente para cocinar el romanescu al horno o en sartén, conservando todas sus calorías y nutrientes esenciales. Disfruta de un plato versátil que combina la suavidad de las patatas hervidas con la frescura de la coliflor italiana, perfecto para comidas familiares o cenas rápidas sin perder calidad y sabor.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 10 minutos
- Tiempo de cocinado: 30 minutos
- Tiempo total: 40 minutos
- Raciones: 4
- Categoría: Acompañamiento
- Tipo de cocina: Internacional
- Calorías por ración (kcal): 180 kcal
Ingredientes
- 1 romanesco fresco
- 3 patatas medianas
- 3 dientes de ajo
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal al gusto
- Pimienta negra recién molida al gusto
Como hacer romanescu con patatas
- Preparación de las patatas: Lava, pela y corta las patatas en trozos uniformes para que se cocinen de manera homogénea. Pon una olla con agua a hervir y añade las patatas. Cocina durante 20 minutos, o hasta que estén tiernas al pincharlas con un tenedor.
- Preparación del romanesco: Mientras las patatas se cocinan, limpia el romanesco y separa sus ramitas en tamaños similares. Cuando las patatas lleven 10 minutos de cocción, añade el romanesco a la olla y deja hervir junto con las patatas los 10 minutos restantes.
- Escurrir y reservar: Una vez cocidos, escúrrelos cuidadosamente y deja que se templen un poco antes de continuar con el salteado. Esto evita que se rompan al manipularlos.
- Salteado de ajo: En una sartén grande, calienta un chorrito de aceite de oliva a fuego medio. Pela y lamina los dientes de ajo, y agrégalos al aceite caliente. Saltea los ajos hasta que empiecen a dorarse ligeramente, cuidando que no se quemen para evitar un sabor amargo.
- Incorporar patatas y romanesco: Añade las patatas a la sartén con los ajos dorados y rehoga durante un par de minutos. Luego, incorpora el romanesco y mezcla suavemente para no deshacer las verduras.
- Sazonar y emplatar: Salpimenta al gusto y mezcla bien todos los ingredientes. Sirve caliente como guarnición o plato principal ligero.