Rosquillas de Ledesma

Rosquillas de Ledesma
Receta de rosquillas de Ledesma

En esta receta vamos a preparar unas deliciosas rosquillas de Ledesma, un dulce tradicional de la localidad de Ledesma en Salamanca. También conocidas como rosquillas ledesminas, estas exquisiteces se han elaborado durante más de 150 años, conservando su auténtica historia y tradición. Se caracterizan por su sabor dulzón, su textura crujiente y su tamaño diminuto en forma de espiral, lo que las convierte en un auténtico deleite para los amantes de los postres tradicionales. Además, gracias a su larga trayectoria, estas rosquillas son un referente en la gastronomía local y un producto muy apreciado tanto por turistas como por residentes.

Si quieres comprar o conocer el precio de estas famosas rosquillas de Ledesma, descubrirás que representan mucho más que un simple dulce: son un pedazo de historia de Salamanca que se disfruta en cada bocado. Su receta artesanal ha pasado de generación en generación, manteniendo intactos los sabores originales y convirtiéndose en una opción ideal para regalos, meriendas o para deleitarse en cualquier momento del día.

Información de la receta

  • Tiempo de preparación: 25 minutos
  • Tiempo de cocinado: 15 minutos
  • Tiempo total: 40 minutos
  • Raciones: 20 rosquillas
  • Categoría: Repostería
  • Tipo de cocina: Leonesa
  • Calorías por ración (kcal): 130 kcal

Ingredientes

  • 500 g de harina de trigo de buena calidad
  • 250 ml de leche entera
  • 100 g de azúcar blanca
  • 40 g de manteca de cerdo
  • 75 g de mantequilla sin sal, ablandada
  • 25 ml de licor de anís
  • 2 huevos grandes

Como hacer rosquillas de Ledesma

  1. Batir huevos y azúcar: En un bol amplio, añade los huevos y el azúcar. Bátelos con varillas hasta que la mezcla adquiera un tono más pálido y esponjoso, asegurando que el azúcar se disuelva completamente. Este paso es clave para que las rosquillas queden ligeras y aireadas.
  2. Integrar líquidos y grasas: Agrega el anís, la leche, la manteca de cerdo y la mantequilla ablandada. Mezcla con una cuchara de madera hasta que todos los ingredientes se integren uniformemente, formando una masa homogénea y suave.
  3. Incorporar la harina: Añade la harina de forma gradual, removiendo con la cuchara de madera. Cuando la mezcla se vuelva demasiado espesa para seguir mezclando, traslada la masa a la superficie de trabajo.
  4. Amasar la masa: Espolvorea un poco de harina sobre la superficie de trabajo y amasa a mano hasta obtener una masa compacta, elástica y fácil de manejar. La masa debe despegarse del bol y formar una textura uniforme.
  5. Preparar el horno y la bandeja: Precalienta el horno a 180 °C usando calor arriba y abajo. Cubre una bandeja de horno con papel vegetal para evitar que las rosquillas se peguen.
  6. Dar forma a las rosquillas: Espolvorea harina en tus manos para evitar que la masa se pegue. Toma pequeños trozos de masa y estíralos formando tiras largas y delgadas. Enrolla cada tira formando un doble rosco y colócalos en la bandeja, dejando espacio entre ellos para que no se peguen durante la cocción.
  7. Hornear las rosquillas: Introduce la bandeja en el horno y hornea entre 10 y 15 minutos, o hasta que las rosquillas adquieran un color dorado uniforme. Evita hornearlas demasiado para que no queden secas.
  8. Enfriar y servir: Retira las rosquillas del horno y colócalas sobre una rejilla para que se enfríen por completo. Una vez frías, estarán listas para disfrutar como postre o merienda tradicional.