Rosquillas de San Froilán

Rosquillas de San Froilán
Receta de rosquillas de San Froilán

En esta receta preparamos las tradicionales Rosquillas de San Froilán, un dulce típico de León que se suele elaborar para celebrar la festividad de San Froilán el 5 de octubre. Estas rosquillas destacan por ser caseras y esponjosas, con un glaseado brillante que las convierte en un postre irresistible. Aunque actualmente son muy populares en la ciudad, su origen es relativamente reciente: fueron creadas en los años 80 por el maestro pastelero Santiago Pérez de las confiterías "La Coyantina", aunque inicialmente no tuvieron éxito y dejaron de producirse.

En los años 90, la Confitería Asturias recuperó la receta y esta vez obtuvo un gran éxito. Desde entonces, muchas pastelerías de León han adoptado la receta, convirtiéndose en un dulce imprescindible durante la celebración de San Froilán. Hoy es posible comprar Rosquillas de San Froilán en confiterías locales, conocer su precio y disfrutar de unas auténticas rosquillas caseras y esponjosas en casa, manteniendo viva la tradición y el sabor único de este delicioso postre leonés.

Información de la receta

  • Tiempo de preparación: 20 minutos
  • Tiempo de cocinado: 30 minutos
  • Tiempo total: 50 minutos
  • Raciones: 12 rosquillas
  • Categoría: Repostería
  • Tipo de cocina: Leonesa
  • Calorías por ración (kcal): 193 kcal

Ingredientes

  • 250 ml de leche entera
  • 75 g de mantequilla
  • 3 huevos grandes
  • 150 g de harina de trigo
  • 20 ml de ron
  • 1 cucharada de azúcar
  • 1 pizca de sal

Para el glaseado

  • 125 g de azúcar glas
  • 2 cucharadas de agua
  • Unas gotas de zumo de limón

Como hacer rosquillas de San Froilán

  1. Preparar la base de leche y mantequilla: En un cazo, calienta la leche junto con la mantequilla, la cucharada de azúcar y la pizca de sal. Remueve constantemente hasta que la mantequilla se derrita y la mezcla esté homogénea y caliente, sin dejar que hierva.
  2. Incorporar la harina: Cuando la leche esté a punto de hervir, añade la harina de golpe. Mezcla enérgicamente con una espátula de madera hasta que la masa se despegue del cazo y tenga una textura suave y compacta.
  3. Enfriar la masa: Tras obtener la masa, pásala a un bol y deja que se enfríe ligeramente para que no cocine los huevos que se añadirán después.
  4. Añadir los huevos y el ron: Agrega el ron y un huevo a la vez, mezclando bien después de cada adición. La masa debe quedar pegajosa, brillante y uniforme, lista para formar las rosquillas.
  5. Preparar la manga pastelera: Coloca la masa en una manga pastelera con boquilla gruesa. Para mayor comodidad, introduce la manga en un vaso alto y rellénala hasta la mitad o un poco más.
  6. Formar las rosquillas: En un trozo grande de papel de hornear, forma círculos de masa con separación suficiente. Repite hasta terminar toda la masa. Recorta el papel alrededor de cada rosquilla si es necesario.
  7. Freír las rosquillas: Calienta aceite de girasol en una sartén profunda. Coloca las rosquillas con el papel hacia arriba; este se desprenderá al calentarse. Fríelas por ambos lados hasta que estén doradas y crujientes.
  8. Escurrir el exceso de aceite: Coloca las rosquillas sobre papel absorbente y deja que enfríen ligeramente antes de glasearlas.
  9. Preparar el glaseado: Mezcla el azúcar glas con el agua y unas gotas de zumo de limón hasta obtener una mezcla suave y brillante.
  10. Glasear las rosquillas: Baña las rosquillas con el glaseado y déjalas secar sobre una rejilla para que conserven su textura crujiente.