Sopa de maimones
En esta receta elaboramos una sopa de maimones, una tradicional sopa de ajo que forma parte del patrimonio gastronómico de Andalucía, especialmente en provincias como Granada, Málaga y Jaén. Su origen se remonta a antiguas recetas rurales, donde los ingredientes sencillos como pan del día anterior, ajo, cebolla y jamón se combinaban para crear un plato nutritivo y reconfortante. La historia de esta sopa refleja la creatividad de la cocina andaluza al aprovechar productos locales y de temporada, convirtiéndose en un símbolo de tradición culinaria que aún se disfruta en hogares y restaurantes.
La sopa de maimones es ideal para los días fríos, ofreciendo un sabor intenso y cálido gracias al delicado equilibrio entre el ajo, el jamón y el pimentón dulce. Aunque cada región puede tener ligeras variaciones, la esencia de esta receta se mantiene intacta desde su origen en Andalucía. Prepararla en casa permite descubrir la riqueza de la gastronomía de Granada, Málaga y Jaén, apreciando la textura crujiente del pan frito y la suavidad de los huevos batidos que se incorporan al final, ofreciendo una experiencia culinaria auténtica y memorable.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 20 minutos
- Tiempo de cocinado: 20 minutos
- Tiempo total: 40 minutos
- Raciones: 4
- Categoría: Sopa
- Tipo de cocina: Andaluza
- Calorías por ración (kcal): 350 kcal
Ingredientes
- 150 g de pan del día anterior
- 6 dientes de ajo
- 1 cebolla mediana
- 100 g de jamón picado
- 1 cucharadita de matalahúva (anís en grano)
- ½ cucharadita de pimentón dulce
- 1 litro de caldo de pollo casero o de calidad
- 4 huevos
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal al gusto
Como hacer sopa de maimones
- Preparar el pan frito: Corta el pan en cubos pequeños y fríelos en una sartén con un poco de aceite de oliva caliente. Cuando estén dorados, retíralos y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Reserva los cubos de pan para el final.
- Picar los aromáticos: Corta la cebolla en tiras finas y los dientes de ajo en láminas. Esto permitirá que se cocinen de manera uniforme y liberen todo su sabor en la sopa.
- Sofreír el ajo: En una olla grande, calienta el aceite que sobró de freír el pan. Si es necesario, agrega un poco más de aceite de oliva. Añade los ajos laminados y fríelos a fuego medio hasta que comiencen a dorarse ligeramente, cuidando que no se quemen.
- Pochar la cebolla: Incorpora la cebolla a la olla con los ajos dorados y cocina a fuego medio-bajo, removiendo de vez en cuando, hasta que la cebolla esté tierna y transparente. Esto creará una base aromática muy sabrosa para la sopa.
- Añadir especias y jamón: Agrega la matalahúva y el pimentón dulce, mezclando bien para que se integren. Incorpora el jamón picado y cocina unos minutos más, hasta que todos los ingredientes estén bien combinados y desprendan su aroma.
- Verter el caldo y emulsionar: Añade el caldo de pollo poco a poco mientras remueves con varillas para que los sabores se integren y los ajos formen una emulsión ligera. Cocina a fuego medio durante unos 10 minutos, permitiendo que la sopa adquiera sabor y consistencia.
- Incorporar los huevos: En un bol aparte, bate los huevos ligeramente. Añádelos a la sopa removiendo constantemente para que se cuajen de manera uniforme y creen una textura suave y cremosa.
- Servir la sopa de maimones: Sirve la sopa caliente en platos hondos y añade los cubos de pan frito al final, justo antes de comer, para que mantengan su textura crujiente.