Caracoles a la montañesa

Caracoles a la montañesa
Receta de caracoles a la montañesa

En esta receta, preparamos caracoles a la montañesa, un plato tradicional de Cantabria que se ha transmitido de generación en generación y forma parte de la gastronomía cantabra. Estos caracoles se cocinan lentamente en una cazuela junto con pimientos choriceros, jamón, panceta y especias, logrando una mezcla de sabores intensa y característica. Su preparación requiere limpiar cuidadosamente los caracoles y cocerlos varias veces para obtener un resultado suave y sabroso. Este plato se sirve tradicionalmente durante las celebraciones navideñas, especialmente en la Nochebuena, siendo un símbolo de la cocina tradicional de la región.

La cazuela utilizada para la elaboración permite que la salsa montañesa se integre perfectamente con los caracoles, creando una textura cremosa y un aroma que llena la cocina. La combinación de embutidos, nueces y pan dorado hace que este plato cantabro sea único y apreciado en toda Cantabria. Ideal para quienes buscan disfrutar de un plato tradicional con historia, los caracoles a la montañesa representan la riqueza de la cocina local y la dedicación a los sabores auténticos de la región.

Información de la receta

  • Tiempo de preparación: 1 hora
  • Tiempo de cocinado: 1 hora y 40 minutos
  • Tiempo total: 2 horas y 40 minutos
  • Raciones: 6
  • Categoría: Plato principal
  • Tipo de cocina: Cántabra
  • Calorías por ración (kcal): 720 kcal

Ingredientes

Para la cocción

  • 4 kg de caracoles frescos
  • 1 hueso de jamón
  • 3 pimientos choriceros
  • 4 hojas de laurel
  • 1 rama de perejil
  • 1 casco de cebolla
  • 2 guindillas
  • Sal al gusto

Para la salsa

  • 3 chorizos picantes
  • 1 punta de jamón
  • 300 g de panceta ahumada
  • 500 g de nueces
  • 6 rebanadas de pan
  • 1 cebolla
  • 4 cucharadas de harina
  • 1 cucharada de pimentón dulce
  • 1 cucharada de pimentón picante
  • 1 diente de ajo
  • 2 ramas de perejil
  • Aceite de oliva

Como hacer caracoles a la montañesa

  1. Limpieza de los caracoles: Si los caracoles son frescos, límpialos bajo el grifo retirando toda suciedad de las conchas. Luego enjuágalos varias veces en agua con sal y un poco de vinagre, hasta que el agua salga clara, realizando al menos tres cambios de agua.
  2. Primera cocción de los caracoles: Coloca los caracoles en una cazuela grande con agua y hojas de laurel. Lleva a ebullición y hierve durante 5 minutos, retirando la espuma que se forme. Escúrrelos, enjuágalos y vuelve a colocarlos en agua limpia con laurel. Repite hasta que el agua quede completamente limpia al hervir.
  3. Cocción principal de los caracoles: Agrega al agua limpia el hueso de jamón, los pimientos choriceros, el casco de cebolla, la ramita de perejil, las guindillas y una pizca de sal. Cocina a fuego medio-bajo durante 50 minutos. Escurre los caracoles, reservando el caldo de cocción y los pimientos.
  4. Preparación de la base de la salsa: En una cazuela, calienta un poco de aceite y sofríe la cebolla y el ajo finamente picados hasta que la cebolla esté transparente y dorada.
  5. Preparación del pan y perejil: Dora las rebanadas de pan por separado y tritúralas en un mortero junto con el perejil. Reserva esta mezcla.
  6. Incorporación de embutidos: Corta el jamón, los chorizos y la panceta ahumada en trozos pequeños y agrégalos a la cebolla pochada. Cocina hasta que los embutidos suelten su grasa.
  7. Integración de ingredientes de la salsa: Añade las nueces picadas, el pimentón dulce y picante, la harina y el pan triturado. Remueve constantemente mientras incorporas gradualmente parte del caldo de cocción de los caracoles para lograr una salsa homogénea.
  8. Agregar la pulpa de pimiento: Extrae la pulpa de los pimientos choriceros reservados y añádela a la salsa. Mezcla bien hasta obtener una textura uniforme.
  9. Cocción final de los caracoles en salsa: Vierte la salsa montañesa sobre los caracoles en una cazuela. Cocina a fuego lento durante aproximadamente 50 minutos, asegurándote de que la salsa cubra los caracoles. Si es necesario, añade un poco de agua o más caldo de los caracoles para mantener la consistencia.