Roscón de San Valero
En esta receta, prepararemos un Roscón de San Valero, un dulce tradicional de Zaragoza que se disfruta el 29 de enero, día en que se celebra la festividad de San Valero, el patrón de la ciudad.
Esta costumbre tiene sus raíces en la Edad Media cuando los nobles repartían los días de fiesta las ‘migajas’ a la gente menos pudiente. Con el tiempo, esta práctica evolucionó hasta convertirse en la elaboración del roscón.
Índice de la receta
Ingredientes
- 350 gr de harina de fuerza
- 25 gr de levadura fresca
- 125 ml de leche entera
- 100 gr de azúcar
- 75 gr de mantequilla
- 1 yema de huevo
- Ralladura de una naranja
- 1 cucharada de ron añejo
- 1 cucharada de agua de azahar
- 1 pellizco de sal
Para decorar
- 1 huevo
- Fruta escarchada
- 2 cucharadas de azúcar
- 1 cucharada pequeña de agua
- Almendra en granillo
Para el relleno
- 1 litro de nata
- 200 gr de azúcar glas
Como hacer roscón de San Valero
- En un recipiente, combinamos la leche tibia con la levadura y la disolvemos utilizando una cuchara. Luego, dejamos que la mezcla repose durante 15 minutos.
- Mientras, ponemos en otro bol la harina, la cual ha sido previamente tamizada, y creamos un hueco en el centro de la misma.
- Vertemos en la cavidad formada en la harina el azúcar, la ralladura de naranja y la combinación de leche y levadura que habíamos dejado reposar.
- Integramos minuciosamente los ingredientes del centro, incorporando gradualmente parte de la harina circundante, hasta lograr una masa ligeramente espesa con textura de papilla.
- Incorporamos a la mezcla una cucharada de ron, una yema de huevo grande, una pizca de sal, la mantequilla ablandada y una cucharada de agua de azahar.
- Combinamos todos los ingredientes hasta lograr una masa uniforme.
- Disponemos harina sobre una superficie plana y transferimos la masa. Con las manos enharinadas, comenzamos a manipular la masa mediante movimientos envolventes durante unos minutos, para luego dejarla reposar durante aproximadamente 10 minutos.
- Procedemos a amasar nuevamente la masa durante varios minutos, hasta lograr una textura suave que no se adhiera a las manos.
- Después de preparar la masa, formamos una bola y la colocamos en un recipiente untado con aceite. Cubrimos el recipiente con film transparente y permitimos que la masa repose hasta que duplique su tamaño.
- Tras el período de reposo, amasamos brevemente para eliminar el exceso de aire de la masa. A continuación, formamos una bola y plegamos la masa hacia adentro aproximadamente 5 veces mientras la giramos.
- Regresamos la masa al recipiente original, la cubrimos y la dejamos reposar por aproximadamente 15 minutos.
- Mientras tanto, forramos una bandeja para horno con papel de horno y la untamos con mantequilla. Colocamos un aro metálico en el centro de la bandeja.
- Después de que la masa haya reposado, realizamos un agujero en el centro con los dedos y comenzamos a dar forma al roscón.
- Damos vueltas a la masa en el aire, permitiendo que entre en contacto con la mesa ocasionalmente para que se estire gradualmente.
- Una vez que el agujero en la masa sea lo bastante grande para pasar a través del aro metálico, trasladamos la masa a la bandeja para horno.
- Batimos un huevo y, usando un pincel, untamos la masa con el huevo batido. Posteriormente, dejamos reposar la masa nuevamente hasta que duplique su volumen.
- Después de que haya transcurrido el tiempo de reposo, aplicamos nuevamente el huevo batido sobre la masa con un pincel.
- Adornamos el roscón con frutas escarchadas y almendra granulada. Después, combinamos el azúcar con agua y distribuimos esta mezcla sobre la superficie del roscón.
- Colocamos el roscón en el horno precalentado a 160 grados, con calor superior e inferior, y horneamos durante 25 minutos o hasta que obtenga un color dorado.
- Al mismo tiempo, nos ocupamos de la nata para el relleno. Comenzamos a batir la nata bien fría con unas varillas hasta que aparezcan las marcas de las varillas en la nata. Luego, agregamos el azúcar en forma de lluvia y continuamos mezclando hasta obtener una nata firme y brillante.
- Una vez que la masa esté preparada, la transferimos a una manga pastelera equipada con una boquilla rizada.
- Terminado el tiempo de cocción, retiramos el roscón del horno, lo colocamos sobre una rejilla para que se enfríe, y con un cuchillo retiramos con cuidado el aro metálico.
- Para finalizar, cortamos el roscón por la mitad y lo rellenamos con la nata que preparamos anteriormente. Para concluir, cerramos el roscón y ya está listo para ser disfrutado.