Rosquillas de flan

Rosquillas de flan
Receta de rosquillas de flan

En esta receta te enseñamos a preparar unas rosquillas de flan caseras, un postre clásico con un sabor especial gracias al sobre de flan que incorporamos. Estas rosquillas caseras destacan por su textura esponjosa y su aroma irresistible, ideales para disfrutar en cualquier momento del día. Hacerlas en casa es muy sencillo, y aunque en esta versión las preparamos fritas, también puedes adaptarlas al horno si buscas una opción más ligera, sin perder la suavidad ni el sabor especial del flan.

La receta es perfecta para quienes buscan postres fáciles de preparar pero con un resultado profesional. Cada rosquilla queda perfectamente dorada por fuera y esponjosa por dentro, ofreciendo un equilibrio ideal entre dulzura y textura. Además, estas rosquillas fritas son económicas y versátiles: puedes servirlas en desayunos, meriendas o celebraciones especiales. Siguiendo los pasos detallados conseguirás unas rosquillas caseras que se deshacen en la boca, con un sabor especial que hará que todos repitan. Su preparación fácil y rápida convierte este clásico en una opción imprescindible para cualquier amante de la repostería tradicional.

Información de la receta

  • Tiempo de preparación: 20 minutos + 2 horas de reposo
  • Tiempo de cocinado: 30 minutos
  • Tiempo total: 2 horas y 50 minutos
  • Raciones: 8-10 raciones
  • Categoría: Repostería
  • Tipo de cocina: Tradicional
  • Calorías por ración (kcal): 300 kcal

Ingredientes

  • 600 g de harina de trigo
  • 200 ml de leche entera
  • 200 ml de aceite de girasol
  • 150 g de azúcar
  • 2 huevos grandes
  • 10 g de levadura química (polvo de hornear)
  • 1 sobre de flan de vainilla en polvo
  • La ralladura de un limón
  • Aceite de girasol para freír

Para espolvorear

  • Azúcar granulado
  • Canela en polvo

Como hacer rosquillas de flan

  1. Batir huevos y líquidos: En un bol grande, batimos los huevos hasta que estén espumosos. Incorporamos el aceite de girasol y la leche, mezclando de manera uniforme hasta integrar completamente los líquidos.
  2. Añadir azúcar y aromatizantes: Agregamos el azúcar y seguimos batiendo hasta que se disuelva totalmente. Incorporamos la ralladura de limón y el sobre de flan de vainilla, mezclando hasta que el polvo quede completamente integrado. Reservamos la mezcla.
  3. Tamizar harina y levadura: En otro recipiente, tamizamos la harina junto con la levadura química para evitar grumos y asegurar una textura esponjosa en la masa.
  4. Integrar los ingredientes secos: Añadimos gradualmente la harina con levadura a la mezcla de líquidos, primero mezclando con varillas y luego con una cuchara de madera. La masa debe quedar ligeramente pegajosa pero manejable.
  5. Amasar la masa: Transferimos la masa a una superficie limpia y enharinada. Amasamos suavemente hasta obtener una consistencia homogénea, elástica y ligeramente pegajosa.
  6. Reposar la masa: Colocamos la masa en un bol limpio, la cubrimos con film transparente y la dejamos reposar en la nevera durante aproximadamente 2 horas para que se asiente y sea más fácil de manejar.
  7. Formar las rosquillas: Tomamos pequeñas porciones de masa, les damos forma de cilindro y unimos los extremos para crear las clásicas rosquillas redondas.
  8. Freír las rosquillas: Calentamos abundante aceite de girasol en una sartén a fuego medio. Cuando esté caliente, freímos las rosquillas, cuidando que el aceite no esté demasiado caliente para que se cocinen uniformemente por dentro.
  9. Dorar por ambos lados: Cuando las rosquillas estén doradas por un lado, las volteamos cuidadosamente y dejamos que se doren completamente por el otro lado.
  10. Escurrir el exceso de aceite: Retiramos las rosquillas fritas y las colocamos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite y mantenerlas crujientes.
  11. Espolvorear azúcar y canela: Por último, rebozamos las rosquillas en una mezcla de azúcar y canela en polvo mientras aún están calientes para que se adhiera bien.