Tarta de queso mascarpone sin horno

En esta receta, te enseñamos cómo preparar una tarta de queso mascarpone sin horno con un resultado cremoso y delicioso, ideal para cualquier ocasión. Esta preparación se realiza con cuajada, nata y una base de galletas, lo que garantiza una textura suave y un sabor irresistible. Es una opción perfecta para quienes buscan un postre fácil, sin complicaciones ni necesidad de utilizar horno, y que sorprenda a familiares y amigos. Además, su presentación es elegante y se puede acompañar con frutas o mermelada para realzar su sabor y color.
La receta de tarta de queso sin horno que te proponemos es muy fácil de seguir, incluso para principiantes, y ofrece un equilibrio perfecto entre dulzura y cremosidad. Gracias a la combinación de galletas en la base y el relleno cremoso de mascarpone, se obtiene un postre que se mantiene firme pero suave al mismo tiempo. Prepararla con cuajada asegura que cuaje correctamente, logrando la consistencia ideal para cortar y servir en porciones individuales, convirtiéndola en la elección perfecta para reuniones, celebraciones o meriendas especiales.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 20 minutos
- Tiempo de cocinado: 10 minutos
- Tiempo total: 30 minutos (+ 4 horas de reposo)
- Raciones: 8 porciones
- Categoría: Repostería
- Tipo de cocina: Internacional
- Calorías por ración (kcal): 380 kcal
Ingredientes
Para la base
- 250 g de galletas tostadas
- 100 g de mantequilla
Para la tarta
- 250 g de queso mascarpone
- 100 g de azúcar
- 250 ml de leche templada
- 500 ml de nata para montar
- 1 sobre de cuajada
Como hacer tarta de queso mascarpone sin horno
- Triturar las galletas: Comienza triturando las galletas tostadas con una batidora o con un rodillo hasta obtener un polvo fino. Esto ayudará a que la base quede uniforme y compacta.
- Mezclar la base con mantequilla: Derrite la mantequilla en el microondas y añádela a las galletas trituradas. Mezcla cuidadosamente hasta obtener una masa homogénea en la que la mantequilla quede completamente integrada con las galletas.
- Formar la base en el molde: Coloca la mezcla de galletas y mantequilla en el fondo de un molde desmontable de 23 centímetros de diámetro. Distribuye de manera uniforme y presiona con una cuchara para compactar bien la base. Lleva el molde al refrigerador mientras preparas el relleno.
- Disolver la cuajada y el azúcar en leche: En una cacerola, mezcla la leche templada con el sobre de cuajada y el azúcar. Remueve constantemente hasta que la cuajada y el azúcar se disuelvan completamente y no queden grumos.
- Incorporar el queso mascarpone y la nata: Añade el queso mascarpone y la nata para montar a la cacerola. Bate suavemente hasta conseguir una mezcla cremosa y uniforme, sin grumos.
- Cocinar la mezcla: Calienta la mezcla a fuego medio, removiendo constantemente, hasta que comience a hervir suavemente. Justo antes de que hierva, retira del fuego para evitar que se corte.
- Verter sobre la base: Saca el molde del refrigerador y coloca una cuchara sobre la base de galleta. Vierte la mezcla de queso con cuidado sobre la cuchara para que no rompa la base.
- Dejar enfriar y refrigerar: Deja que la tarta se enfríe a temperatura ambiente. Luego, colócala en la nevera durante al menos 4 a 5 horas para que cuaje correctamente.
- Desmoldar y servir: Antes de servir, desmolda la tarta con cuidado. Puedes acompañarla con mermelada de frutas, frutos rojos frescos o frutas de temporada para realzar su sabor.