Tarta de Elche

Tarta de Elche
Receta de tarta de Elche

La tarta de Elche es un postre emblemático de esta ciudad alicantina que destaca por su historia y por la sencillez de su elaboración. Se trata de una tarta de almendra muy apreciada en la repostería tradicional de la región, donde la almendra es un ingrediente básico de gran calidad. El bizcocho se empapa con un almíbar aromatizado y se cubre con un delicado merengue que aporta ligereza y un acabado perfecto, con la opción de dorarlo ligeramente para intensificar su sabor y presencia en la mesa. Este dulce, además de delicioso, resulta ideal para quienes buscan una receta casera y auténtica, con un resultado siempre jugoso y equilibrado.

A lo largo de los años, esta tarta de almendra y merengue ha mantenido su lugar en la gastronomía valenciana gracias a su sencillez y versatilidad. Prepararla en casa permite disfrutar de un postre cargado de tradición que puede servirse en celebraciones familiares o como detalle especial en cualquier ocasión. Hoy en día incluso es posible comprar esta especialidad en pastelerías locales o tiendas online, aunque nada se compara al placer de elaborar una tarta de Elche casera con ingredientes frescos y de calidad. Su sabor inconfundible y su textura suave la convierten en un ejemplo perfecto de cómo la repostería tradicional puede seguir siendo protagonista en la mesa moderna.

Información de la receta

  • Tiempo de preparación: 30 minutos
  • Tiempo de cocinado: 30 minutos
  • Tiempo total: 4 horas (incluye reposo en el refrigerador)
  • Raciones: 8-10 raciones
  • Categoría: Postre
  • Tipo de cocina: Valenciana
  • Calorías por ración (kcal): Aproximadamente 350 kcal

Ingredientes

Para el bizcocho

  • 230 g de almendra molida
  • 200 g de azúcar
  • 50 g de harina de trigo
  • 6 huevos
  • Ralladura de 1 limón

Para el almibar

  • 150 g de azúcar
  • 250 ml de agua
  • Piel de limón (solo la parte amarilla)
  • 1 rama de canela

Para el merengue

  • 6 claras de huevo
  • 360 g de azúcar

Como hacer tarta de elche

  1. Preparar las claras a punto de nieve: Separamos las claras de las yemas en recipientes distintos. Batimos las claras con varillas eléctricas hasta que estén firmes y comiencen a formar picos estables.
  2. Incorporar el azúcar a las claras: Añadimos poco a poco la mitad del azúcar a las claras, batiendo continuamente para lograr una textura brillante y firme.
  3. Batir las yemas con azúcar: En otro bol, batimos las yemas con el azúcar restante hasta que tomen un color más claro y una textura espumosa, lo que aportará esponjosidad al bizcocho.
  4. Unir las claras y las yemas: Incorporamos las claras montadas a las yemas batidas con movimientos envolventes y suaves, evitando que se bajen para mantener la ligereza de la mezcla.
  5. Añadir almendra, harina y ralladura de limón: Agregamos la almendra molida, la harina tamizada y la ralladura de limón poco a poco, en forma de lluvia fina, mientras mezclamos suavemente para conseguir una masa homogénea y aireada.
  6. Hornear el bizcocho: Vertemos la mezcla en un molde de 23 cm forrado con papel de hornear. Llevamos al horno precalentado a 170 ºC y horneamos durante unos 30 minutos, hasta que al pinchar con un palillo salga limpio.
  7. Preparar el almíbar aromatizado: En una cacerola ponemos el agua, el azúcar, la piel de limón y la rama de canela. Cocemos a fuego medio hasta que rompa a hervir, removiendo ocasionalmente. Una vez listo, retiramos del fuego y dejamos templar.
  8. Empapar el bizcocho con el almíbar: Sacamos el bizcocho del horno, lo dejamos enfriar sobre una rejilla y, cuando esté frío, lo bañamos con el almíbar hasta que quede bien empapado. Después, lo reservamos en la nevera varias horas para que repose.
  9. Preparar el merengue suizo: En una cacerola al baño maría, mezclamos las claras de huevo con el azúcar y calentamos a fuego bajo hasta que la mezcla alcance unos 60 ºC, sin dejar de remover. Luego, batimos con varillas eléctricas hasta obtener un merengue firme, brillante y sedoso.
  10. Cubrir el bizcocho con el merengue: Extendemos el merengue por toda la superficie y laterales del bizcocho, creando una capa generosa y uniforme. De manera opcional, podemos dorarlo ligeramente con un soplete de cocina para darle un acabado dorado y atractivo.
  11. Reposar y servir la tarta de Elche: Guardamos la tarta en el refrigerador para que esté bien fría y compacta antes de servir. De esta forma conseguimos una textura perfecta y un sabor auténtico de la repostería tradicional ilicitana.