Bizcocho de convento

Bizcocho de convento
Receta de bizcocho de convento

En esta receta te mostramos cómo elaborar un bizcocho de convento, un clásico casero con tradición que ha pasado de generación en generación. Su origen se vincula a las monjitas Sor Liliana y Sor Beatriz, quienes lo dieron a conocer en un programa de televisión y conquistaron a todos con su sencillez y sabor. La combinación equilibrada de ingredientes básicos como harina, azúcar, huevos, aceite de girasol y leche permite obtener un resultado similar a los postres de la abuela, con una miga suave y un aroma irresistible. Es ideal para servir en el desayuno, acompañar el café de la tarde o compartir en reuniones familiares.

La clave para lograr un bizcocho realmente esponjoso y jugoso está en batir las claras a punto de nieve y trabajar la mezcla con movimientos envolventes. También es fundamental que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente y se utilicen batidoras eléctricas para montar yemas y claras, lo que aporta volumen y ligereza. Con un horneado lento y uniforme, el bizcocho de convento se convierte en un dulce inigualable, con la textura perfecta y ese encanto tradicional que lo hace único.

Información de la receta

  • Tiempo de preparación: 20 minutos
  • Tiempo de cocinado: 60 minutos
  • Tiempo total: 1 hora y 20 minutos
  • Raciones: 10 porciones
  • Categoría: Postre
  • Tipo de cocina: Española
  • Calorías por ración (kcal): 390 kcal

Ingredientes

  • 300 g de harina de trigo
  • 300 g de azúcar
  • 150 ml de aceite de girasol
  • 150 ml de leche entera
  • 4 huevos grandes
  • 15 g de levadura química o polvo de hornear
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 1 pizca de sal fina
  • Azúcar glas para decorar

Como hacer bizcocho de convento

  1. Preparar los huevos: Separa las claras de las yemas en recipientes diferentes. Este paso es fundamental para obtener un bizcocho aireado y esponjoso.
  2. Montar las claras a punto de nieve: Con unas varillas eléctricas, bate las claras hasta que comiencen a espumar. Añade poco a poco la mitad del azúcar mientras sigues batiendo hasta lograr un merengue firme con picos suaves. Reserva en el frigorífico para que mantengan la textura.
  3. Batir las yemas con el azúcar: En otro bol, mezcla las yemas con el azúcar restante hasta obtener una crema blanquecina, de aspecto espumoso y con volumen casi duplicado. Este batido es clave para la textura ligera del bizcocho de convento.
  4. Añadir los líquidos a la mezcla de yemas: Sin dejar de batir, incorpora gradualmente la leche, el aceite de girasol y el extracto de vainilla. Mezcla bien hasta lograr una preparación homogénea.
  5. Unir las claras montadas: Agrega las claras montadas en varias tandas a la mezcla de yemas. Integra suavemente con movimientos envolventes y una espátula para no perder el aire incorporado.
  6. Tamizar los ingredientes secos: En otro recipiente, tamiza la harina de trigo junto con la levadura química y añade una pizca de sal. Este paso evita grumos y asegura un bizcocho uniforme.
  7. Incorporar la harina a la masa: Añade la mezcla de harina poco a poco a la preparación anterior. Mezcla con suavidad, siempre con movimientos envolventes, hasta que la masa quede lisa y sin restos secos.
  8. Preparar el molde: Forra con papel de hornear la base y los laterales de un molde circular de 26 cm de diámetro. Vierte la masa dentro y alisa la superficie con una espátula.
  9. Hornear el bizcocho: Introduce el molde en el horno precalentado a 160 ºC con calor arriba y abajo. Cocina durante unos 55-60 minutos o hasta que al pinchar con un palillo en el centro, este salga limpio y seco.
  10. Reposar y desmoldar: Retira el bizcocho del horno y deja reposar dentro del molde durante 10 minutos sobre una rejilla. Pasado este tiempo, desmolda con cuidado y deja enfriar por completo sobre la rejilla.
  11. Decorar con azúcar glas: Cuando el bizcocho esté totalmente frío, espolvorea azúcar glas por la superficie. Ya está listo para disfrutar de este bizcocho de convento esponjoso y aromático.