Buñuelos mexicanos

Los buñuelos mexicanos son uno de los postres más tradicionales y queridos de la temporada navideña, con un origen que se remonta a la época colonial, cuando llegaron desde España y se mezclaron con ingredientes locales. Con el tiempo se convirtieron en un clásico de las ferias, posadas y celebraciones familiares, siempre acompañados de risas, música y la calidez de compartir en casa. Su sencillez los hace irresistibles: una masa delgada y crujiente que, al freírse, se transforma en discos dorados que se rompen con un solo bocado.
Lo mejor de esta receta es que son fáciles de preparar y se disfrutan aún más en su versión casera. Pueden servirse espolvoreados con azúcar y canela, o bañados con miel de piloncillo, ese jarabe oscuro y aromático que aporta un dulzor profundo y característico. No hay celebración mexicana sin una torre de buñuelos crujientes listos para acompañar un café de olla o un atole caliente, convirtiéndose en una experiencia que evoca tradición, familia y sabor auténtico.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 30 minutos
- Tiempo de cocinado: 30 minutos
- Tiempo total: 1 hora
- Raciones: 10 buñuelos
- Categoría: Postres
- Tipo de cocina: Mexicana
- Calorías por ración: 280 kcal
Ingredientes
Para la masa
- 500 g de harina de trigo (all-purpose flour)
- 1 cucharadita de polvo para hornear
- ½ cucharadita de sal
- 2 cucharadas de azúcar
- 100 g de mantequilla derretida o manteca vegetal
- 1 huevo
- 1 cucharadita de extracto de vainilla (opcional)
- ¾ taza de agua tibia (aprox.)
- Aceite vegetal suficiente para freír
Para la miel de piloncillo
- 1 cono de piloncillo (200 g aprox.)
- 1 varita de canela
- ½ litro de agua
- 2 clavos de olor (opcional)
- 1 cáscara de naranja (opcional)
- Mezclar la masa: En un tazón grande cierne la harina con el polvo para hornear, agrega la sal y el azúcar, luego incorpora el huevo, la mantequilla derretida y la vainilla.
- Amasar la mezcla: Añade poco a poco el agua tibia mientras trabajas con las manos hasta obtener una masa suave, elástica y que no se pegue.
- Reposar la masa: Cubre el tazón con un paño limpio y deja reposar 30 minutos.
- Formar los discos: Divide la masa en bolitas del tamaño de una pelota de golf y con un rodillo enharinado estira cada una sobre una mesa ligeramente enharinada hasta formar discos muy delgados de 25–30 cm de diámetro. Colócalos sobre un paño limpio y cúbrelos con otro para evitar que se resequen mientras los fríes.
- Preparar la miel: En una ollita coloca el agua, el piloncillo, la canela, los clavos y la cáscara de naranja; hierve a fuego medio hasta que el piloncillo se disuelva y se forme un jarabe espeso. Retira los clavos y la cáscara antes de servir.
- Freír los buñuelos: Calienta suficiente aceite en una sartén grande y fríe los discos uno por uno hasta que estén dorados y crujientes, volteándolos con cuidado. Escúrrelos en papel absorbente.
- Servir los buñuelos: Baña cada buñuelo con la miel caliente de piloncillo o espolvorea azúcar con canela molida, según prefieras.