Guarapo de piña

Guarapo de piña
Receta de Guarapo de piña

Hoy te quiero compartir una bebida refrescante que se ha convertido en un clásico en muchas casas: el guarapo de piña. Esta bebida se prepara aprovechando la cáscara y el corazón de la piña, convirtiendo los restos de fruta en un delicioso líquido ligeramente fermentado. Su sabor dulce y ligero la hace perfecta para los días calurosos, y gracias al proceso de fermentación natural, aporta beneficios para la digestión y la flora intestinal.

En recetas tradicionales de países como Colombia y Venezuela, se utiliza panela como endulzante natural, lo que potencia su sabor y le da un toque saludable frente a los refrescos comerciales. Esta bebida no solo es económica y fácil de hacer, sino que también tiene un contenido de alcohol insignificante, por lo que toda la familia puede disfrutarla. Combina sabor, frescura y beneficios en cada sorbo.

Información de la receta

  • Tiempo de preparación: 15 minutos
  • Tiempo de cocinado: 0 minutos
  • Tiempo total: 7 días (fermentación incluida)
  • Raciones: 4-6 porciones
  • Categoría: Bebida
  • Tipo de cocina: Caribeña
  • Calorías por ración: 80 kcal

Ingredientes

  • Cáscara y corazón de 1 piña (reserva un poco de la fruta para servir si quieres)
  • 2 litros de agua potable
  • 1 taza de azúcar (puede ser blanca, morena o tu endulzante favorito)
  • 2 cucharadas de jengibre fresco finamente picado
  • Opcional: 1 chile tailandés pequeño si te gusta un toque picante

Como hacer Guarapo de piña

  1. Lavar y preparar la fruta: Lava muy bien la cáscara de la piña y el jengibre bajo agua corriente. Esto elimina cualquier suciedad o residuo de pesticida. Corta la cáscara en trozos medianos para que quepan cómodamente en tu recipiente.
  2. Mezclar los ingredientes: Coloca la cáscara de piña en una jarra grande o un frasco de vidrio que tenga suficiente espacio para añadir el agua. Agrega los 2 litros de agua, la taza de azúcar y el jengibre picado. Si deseas, añade el chile para un toque picante. Remueve suavemente para disolver un poco el azúcar.
  3. Primer reposo: Cubre el frasco con una gasa, tela de algodón limpia o un paño de cocina. Déjalo a temperatura ambiente durante 1 a 2 días. Durante este tiempo empezará la fermentación y notarás pequeñas burbujitas en la superficie. Esto indica que la bebida está viva y comenzando a transformarse en un refresco natural.
  4. Fermentación en frío: Después del primer reposo, guarda la jarra en la refrigeradora, cubierta con un paño para que respire. Déjala por 3 a 4 días, revisando que aparezca una espuma blanca y algunas burbujas pegadas a los lados. El aroma debe ser frutal, con un toque ácido como vinagre de piña, pero nunca desagradable.
  5. Colar y endulzar al gusto: Cuela la bebida para retirar las cáscaras y el jengibre, y vierte el líquido en otra jarra limpia. Prueba y añade más azúcar o tu endulzante favorito si quieres un sabor más dulce. Mezcla con una cuchara de madera hasta que se disuelva por completo.
  6. Servir y disfrutar: Sírvelo frío, solo o con trozos de piña fresca para un toque extra de sabor. Esta bebida es refrescante, nutritiva y ayuda a la digestión.
  7. Opcional: versión con burbujas naturales: Si quieres que tenga gas, llena botellas con tapa de rosca tipo flip-cap con la bebida colada y deja reposar a temperatura ambiente por 24 horas. Luego refrigéralas 3 días o más. Es muy importante abrir la tapa cada día para liberar presión; si no, las botellas podrían explotar. La efervescencia natural se produce porque las levaduras y bacterias presentes en la cáscara consumen el azúcar y generan dióxido de carbono, creando esas burbujitas mágicas.