Sopa de pollo salvadoreña

En mi hogar, la opa de pollo salvadoreña siempre ha sido la receta que reúne a la familia. Recuerdo que de niña mi mamá la preparaba cuando alguien estaba enfermo, en los días de lluvia o cuando simplemente queríamos sentir ese calorcito casero en el corazón. Ahora que tengo 40 años y una cocina propia, sigo manteniendo viva esa tradición. Esta sopa no solo alimenta, también trae recuerdos y momentos que se disfrutan alrededor de la mesa.
Lo que más me gusta es que es una receta sencilla, económica y muy versátil. Podés hacerla con las piezas de pollo que tengás a la mano, acompañarla de calabacín, fideos o dejarla solo con verduras frescas y hierbas aromáticas. Hoy quiero enseñarte cómo hacer sopa de pollo salvadoreña casera, paso a paso, tal como la preparo yo. Una receta fácil y reconfortante, perfecta para cualquier ocasión.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 15 minutos
- Tiempo de cocinado: 45 minutos
- Tiempo total: 1 hora
- Raciones: 6
- Categoría: Sopas y caldos
- Tipo de cocina: Salvadoreña
- Calorías por ración: 180 kcal
Ingredientes
- Piezas de pollo (pescuezo, caparazones y, si querés, una pechuga sin piel)
- 6 a 8 tazas de agua
- 3 papas medianas
- 1 zanahoria
- 1 calabacín (zucchini)
- 1 cebolla mediana
- 1 pimiento
- 1 tallo de puerro
- 1 cebollino
- 4 hojas de hierbabuena
- 1 ramita de apio con sus hojas
- Unas hojas de cilantro
- Unas hojas de perejil fresco
- ½ cucharadita de orégano en polvo
- 2 hojas de laurel
- 1 guindilla (opcional)
- Sal y pimienta al gusto
- Fideos finos (opcional, se cocinan aparte)
Como hacer Sopa de pollo salvadoreña
- Hacer la base del caldo: Colocá las piezas de pollo en una olla grande con suficiente agua (alrededor de 2 litros). Encendé el fuego y dejá que hierva unos 15 minutos. Es bien importante que durante este tiempo estés pendiente de quitar la espuma que sube a la superficie, así el caldo te queda más limpio y bonito. Si usás pechuga, no la desperdiciés: al final podés desmenuzarla y devolverla a la sopa, queda riquísima.
- Dar sabor con lo primero: Una vez el pollo haya soltado lo suyo, agregá la cebolla partida en trozos, el pimiento en tiritas, el puerro en rueditas y, si te animás, la guindilla. En este momento también poné el laurel, el orégano, un poquito de sal y pimienta. Recordá que siempre es mejor empezar suave de condimento, después podés ir ajustando.
- Agregar las verduras más duras: Cuando ya la cocina empiece a oler rico, añadí la zanahoria y luego las papas peladas y picadas. Un tip: si preferís que los niños coman más fácil las verduras, podés rallarlas en vez de cortarlas en cubos. La sopa queda espesita y muy sabrosa.
- Cuidar la cocción: Dejá que hierva a fuego medio para que los sabores se vayan mezclando. Si querés un caldo bien concentrado, dejalo cocinar más tiempo para que reduzca. En cambio, si te gusta una sopa más ligera, podés añadirle un poquito de agua al final antes de servir. Aquí también agregá el calabacín cortado en cubitos o medias lunas, pero solo unos minutos antes de apagar el fuego.
- El toque fresco de las hierbas: Justo antes de apagar el fuego, agregá finamente picados el cilantro, perejil, apio, hierbabuena y el cebollino. Estas hierbitas son las que levantan de verdad el sabor y le dan ese aroma casero que enamora.
- Reposar y servir: Apagá el fuego y dejá reposar unos minutos la sopa. Si vas a usar fideos, cocinalos en otra ollita con agua y después los servís junto con la sopa, así no se deshacen ni te enturbian el caldo.