Boniatillo cubano

El boniatillo es uno de los postres más emblemáticos de la cocina tradicional cubana, preparado desde hace generaciones en los hogares de la isla. Este dulce sencillo combina el sabor natural del boniato con azúcar y especias, dando como resultado una crema suave, aromática y reconfortante. La receta de boniatillo cubano es apreciada por ser económica, fácil de hacer y perfecta para quienes buscan un postre casero con pocos ingredientes. Al utilizar boniatos hervidos, se consigue una textura cremosa que recuerda a los postres de la abuela, con el toque clásico de canela y limón.
Detrás de cada plato de boniatillo hay un pedacito de historia y tradición familiar. Esta versión se prepara sin leche, como manda la costumbre, aunque existen variantes que incluyen coco, vino o incluso queso. Ideal para disfrutar tibio o frío, es un postre que nunca pasa de moda y que sigue conquistando a nuevas generaciones dentro y fuera de Cuba.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 15 minutos
- Tiempo de cocinado: 40 minutos
- Tiempo total: 55 minutos
- Raciones: 6
- Categoría: Postre
- Tipo de cocina: Cubana
- Calorías por ración: 250 kcal
Ingredientes
- 1 kg de boniatos (camotes blancos o amarillos)
- 500 g de azúcar blanca (ajusta según tu preferencia de dulzor)
- ½ litro de agua
- 2 ramas de canela
- Piel de 1 limón (solo la parte amarilla, sin lo blanco)
- Jugo de ½ naranja (opcional, para un toque fresco y aromático)
- 3 yemas de huevo
- 1 pizca de sal
- ¼ taza de vino dulce (moscatel, jerez o vino seco)
- ½ cucharadita de canela molida (para espolvorear)
- 1 cucharadita de extracto de vainilla (opcional)
Como hacer Boniatillo cubano
- Cocer los boniatos: Lava, pela y corta los boniatos en cubos medianos para que se cocinen de manera uniforme. Ponlos en una olla con suficiente agua para cubrirlos, añade la pizca de sal, las ramas de canela y la piel de limón. Cocina a fuego medio hasta que estén muy tiernos, lo que tomará alrededor de 20 a 30 minutos. Retira las ramas de canela y la piel de limón para que no amarguen y escurre bien los boniatos antes de hacer el puré. Este paso es clave, ya que si quedan con exceso de agua el boniatillo puede quedar aguado.
- Hacer el puré: Mientras los boniatos aún estén calientes, tritúralos con un tenedor, pasapurés o procesador de alimentos hasta obtener una textura muy fina y sin grumos. Para una textura extra sedosa, puedes pasarlos por un colador o batirlos con batidora de mano; este detalle es muy típico en las cocinas más cuidadosas, porque el boniatillo debe quedar liso y elegante.
- Preparar el almíbar: En otra olla, combina el azúcar con el medio litro de agua y el jugo de naranja. Si deseas darle un toque especial, agrega también un anís estrellado junto con la canela. Cocina a fuego medio hasta que se forme un almíbar ligero, removiendo ocasionalmente. Esto tomará unos 10 a 12 minutos. Cuando el almíbar esté listo, retira el anís y cualquier piel de limón que haya quedado. El almíbar no debe ser demasiado espeso ni muy líquido, sino un punto intermedio que se integre bien con el puré.
- Integrar el boniato: Vierte poco a poco el almíbar caliente sobre el puré de boniato mientras remueves constantemente para que la mezcla se vaya integrando de forma uniforme. Coloca esta preparación en una olla a fuego bajo y cocina durante unos 8 a 10 minutos, removiendo para evitar que se pegue. Aquí la mezcla comenzará a espesarse y a tomar brillo, señal de que el azúcar y el boniato están bien emulsionados.
- Incorporar las yemas: Bate las yemas en un recipiente pequeño hasta que estén bien integradas. Para evitar que se cocinen de golpe, agrega dos cucharadas de la mezcla caliente de boniato sobre las yemas y bate rápido; esto se llama "templar" y es indispensable para que no se formen grumos de huevo. Luego incorpora las yemas templadas a la olla con el resto del boniato, mezcla bien y cocina a fuego bajo de 3 a 4 minutos más, removiendo sin parar. Este paso le da cremosidad y cuerpo al boniatillo, así que no lo omitas.
- Perfumar y espesar: Agrega la vainilla y el vino dulce y continúa cocinando a fuego bajo por unos 2 minutos más. El vino no solo aporta aroma, sino que realza el dulzor y le da un toque muy tradicional al postre. Si quieres un resultado más cremoso, este es el momento de añadir un chorrito de leche o nata. La textura final debe ser densa, brillante y pastosa, similar a un puré espeso que se pueda servir con cuchara.
- Servir y disfrutar: Retira del fuego y deja reposar unos minutos. Luego vierte el boniatillo en dulceras individuales o en una fuente grande. Espolvorea canela en polvo por encima y, si te gusta innovar, puedes añadir un poco de coco rallado o servir con trocitos de queso blanco. Este postre puede disfrutarse tibio o frío; si lo refrigeras, tomará una textura más firme y concentrará aún más su sabor.