Torticas de Morón

Torticas de Morón
Receta de Torticas de Morón

Las torticas de Morón son unas galletas cubanas tradicionales, famosas por su textura quebradiza y su sabor delicado. Estas galletas nacieron en la ciudad de Morón, en el centro de Cuba, y su origen se remonta a la época colonial. Su masa se prepara con pocos ingredientes: harina, azúcar y grasa, que puede ser mantequilla, margarina o incluso manteca, logrando ese efecto que se deshace en la boca. El toque de ralladura de limón o lima es el secreto que les da su aroma tan característico y refrescante.

Preparar estas galletas en casa es muy sencillo y el resultado son unas torticas caseras que conquistan a todos. Son perfectas para acompañar un café cubano fuerte o un chocolate caliente en la merienda. Aunque existen versiones con barniz o relleno de guayaba, la receta tradicional sigue siendo la favorita por su sencillez y autenticidad. Si buscas un dulce típico de Cuba, esta receta es ideal.

Información de la receta

  • Tiempo de preparación: 20 minutos
  • Tiempo de cocinado: 25 minutos
  • Tiempo total: 45 minutos
  • Raciones: 20-25 torticas
  • Categoría: Postre
  • Tipo de cocina: Cubana
  • Calorías por ración: 150 kcal

Ingredientes

  • 3 tazas (360 g) de harina de trigo para todo uso (cernida)
  • 1 taza (200 g) de azúcar blanca
  • 1 taza (225 g) de manteca vegetal (puedes usar ¾ taza de manteca vegetal y ¼ taza de mantequilla para más sabor)
  • 1 huevo grande (separado en yema y clara)
  • 1 ½ cucharadita de ralladura de lima o limón (solo la parte de color, sin lo blanco)
  • 1 pizca de sal
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla (opcional)
  • Azúcar extra para espolvorear
  • 200 g (7 oz) de pasta o mermelada de guayaba (opcional)

Como hacer Torticas de Morón

  1. Preparar la mezcla base: En un bol grande, bate la manteca vegetal junto con el azúcar hasta obtener una crema suave y aireada. Si usas parte de mantequilla, asegúrate de que esté a temperatura ambiente para que se integre bien y aporte más sabor. Luego añade la yema de huevo, la ralladura de lima o limón y la vainilla, mezclando hasta que todo esté bien incorporado. Es importante batir lo suficiente en este punto, ya que esto dará la textura arenosa y mantecosa característica de las torticas.
  2. Formar la masa: Agrega la harina cernida poco a poco junto con la pizca de sal, mezclando con una espátula o con las manos hasta obtener una masa con textura arenosa que comienza a compactarse. No es necesario amasar en exceso; solo junta la masa hasta que puedas formar una bola suave. Evita trabajarla demasiado para que las torticas queden quebradizas y no elásticas.
  3. Refrigerar la masa: Divide la masa en dos porciones y dales forma de cilindro de unos 5 cm de diámetro o aplánalas en discos gruesos. Envuelve cada pieza en film plástico y refrigera por al menos 1 hora, o hasta 24 horas si prefieres prepararlas con antelación. Este reposo es esencial: ayuda a que la masa se relaje y que las torticas mantengan su forma perfecta al hornear.
  4. Cortar y preparar para hornear: Precalienta el horno a 170 °C (340 °F). Saca la masa del refrigerador y córtala en rodajas de aproximadamente 1 cm de grosor, o estira con rodillo y corta con un cortapastas redondo. Coloca las torticas en una bandeja para horno forrada con papel pergamino, dejando un pequeño espacio entre cada una, ya que se expanden solo un poco. Bate la clara de huevo con unas gotas de agua y pincela la superficie de cada galleta. Espolvorea azúcar por encima para darles el toque crujiente tradicional.
  5. Hornear las torticas: Lleva la bandeja al horno y hornea de 20 a 25 minutos, vigilando a partir del minuto 20. Las torticas deben quedar pálidas, con apenas un ligero dorado en los bordes y la base. Si tu horno es muy fuerte y comienzan a dorarse demasiado pronto, baja la temperatura a 160 °C para que se mantengan claras.
  6. Enfriar y decorar: Deja que las torticas se enfríen en la bandeja durante un par de minutos antes de moverlas, ya que recién salidas del horno son muy frágiles y se pueden romper. Luego pásalas cuidadosamente a una rejilla para que terminen de enfriar por completo. Si deseas hacer la versión clásica con guayaba, calienta la pasta de guayaba con un poco de agua o licor de naranja hasta que esté suave, coloca una pequeña cucharadita en el centro de cada tortica.