Gaceñiga

Gaceñiga cubana
Receta de Gaceñiga

La gaceñiga es uno de los postres más queridos de Cuba, un bizcocho rectangular de miga suave y sabor mantequilloso que acompaña desde el desayuno hasta la merienda. Su origen es curioso: a mediados del siglo XIX, un panadero habanero creó este dulce en honor a la soprano italiana Marietta Gazzaniga, quien visitó La Habana en 1858 y 1859 causando sensación en el Teatro Tacón. Con el tiempo, su apellido se “cubanizó” y dio lugar al nombre con el que lo conocemos hoy: gaceñiga cubana.

Este panqué puede disfrutarse solo, con café, té o leche, e incluso convertirse en “sponge rusk” (o esponrrú) si se hornea nuevamente en rebanadas. La receta es sencilla y admite variaciones: se puede preparar con o sin pasas, frutas confitadas o frutos secos, según el gusto de cada familia. Es una tradición que se mantiene viva en los hogares cubanos y que sigue conquistando a nuevas generaciones por su sabor clásico y versatilidad.

Información de la receta

  • Tiempo de preparación: 15 minutos
  • Tiempo de cocinado: 45 minutos
  • Tiempo total: 60 minutos
  • Raciones: 8 porciones
  • Categoría: Postres
  • Tipo de cocina: Cubana
  • Calorías por ración: 285 kcal

Ingredientes

  • 5 huevos grandes
  • 160 g de mantequilla (a temperatura ambiente)
  • 1 taza de azúcar (200 g)
  • 2 tazas de harina de trigo (250 g)
  • 1/2 taza de leche (120 ml)
  • 1 cda de esencia de vainilla
  • 1 cdita de polvo de hornear
  • 1 cdita de bicarbonato de sodio
  • 1 pizca de sal
  • 1/2 taza de pasas o arándanos secos (opcional)

Como hacer Gaceñiga

  1. Preparar el horno y el molde: Precalienta el horno a 180 °C (350 °F) y engrasa un molde rectangular con mantequilla, espolvoreando un poco de harina para evitar que se pegue. Si prefieres, puedes forrarlo con papel encerado para facilitar el desmolde. Este paso es importante para que el bizcocho no se pegue y conserve su forma al final.
  2. Tamizar los ingredientes secos: En un bol grande tamiza la harina, el polvo de hornear, el bicarbonato y la sal. Este paso ayuda a airear la mezcla y evitar grumos, logrando una textura más esponjosa. Mantén esta mezcla seca reservada hasta el momento de integrarla.
  3. Batir la mantequilla y el azúcar: Bate la mantequilla junto con el azúcar hasta que la mezcla esté cremosa y esponjosa. Este batido inicial es clave para que la gaceñiga tenga una miga ligera y aireada. Si tu mantequilla está muy fría, deja que se suavice antes de usarla para lograr el punto perfecto.
  4. Incorporar huevos y vainilla: Agrega los huevos uno a uno, batiendo bien después de cada adición para que se integren por completo y la mezcla no pierda aire. Luego añade la vainilla y mezcla hasta que todo esté uniforme. Si lo deseas, puedes sustituir una parte de la vainilla por una cucharada de ron o brandy para darle un sabor más profundo y tradicional.
  5. Integrar la harina y la leche: Agrega la mezcla de harina en tres partes, alternando con la leche en dos adiciones. Mezcla con movimientos envolventes o con la batidora a velocidad baja para evitar sobrebatir, ya que esto podría hacer que el bizcocho quede duro en lugar de esponjoso.
  6. Añadir las pasas o frutos secos: Mezcla las pasas, arándanos o el fruto seco que prefieras, previamente enharinados para que no se hundan en el fondo del molde. Integra suavemente con una espátula para que queden bien distribuidos en la masa.
  7. Hornear: Vierte la mezcla en el molde preparado, llenando solo tres cuartas partes de su capacidad para darle espacio a que crezca. Lleva al horno y hornea de 40 a 50 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro salga limpio. Evita abrir el horno durante los primeros 30 minutos para que el bizcocho no se baje.
  8. Dejar enfriar y desmoldar: Cuando esté listo, retira el molde del horno y deja enfriar por 10 minutos antes de desmoldar. Pasa a una rejilla y deja que enfríe por completo para que tome su textura ideal. Si quieres un toque extra de presentación, espolvorea azúcar glas antes de servir.