Panetela Borracha

Panetela Borracha
Receta de Panetela Borracha

La Panetela Borracha es un postre emblemático de Cuba, un verdadero deleite que ha acompañado a generaciones y nos remonta a los sabores de la infancia. Este bizcocho cubano se distingue por su textura esponjosa y ligera, lograda gracias a la combinación de yemas, claras batidas a punto de merengue y una mezcla perfecta de harina y maicena. La magia de esta receta casera radica en su almíbar, elaborado con ron, azúcar y especias, que empapa el bizcocho y lo transforma en un dulce irresistible. Cada porción ofrece un equilibrio entre suavidad y dulzor que hace que cada bocado sea memorable y lleno de tradición.

Preparar la Panetela Borracha en casa es un homenaje a la cocina cubana y una forma de mantener viva la historia de los postres familiares. Este bizcocho cubano no solo es perfecto para celebraciones, sino que también puede disfrutarse en cualquier momento del día. La receta casera permite controlar el dulzor y la humedad del dulce, garantizando una experiencia auténtica y deliciosa que transporta a Cuba con cada bocado. Ideal para acompañar café, frutas o crema, este postre se convertirá en el favorito de tu mesa.

Información de la receta

  • Tiempo de preparación: 20 minutos
  • Tiempo de cocinado: 30 minutos
  • Tiempo total: 50 minutos
  • Raciones: 24
  • Categoría: Postre
  • Tipo de cocina: Cubana
  • Calorías por ración: 350 kcal

Ingredientes

  • 12 yemas de huevo
  • 1 huevo entero
  • 6 claras de huevo
  • 1 taza (200 g) de azúcar
  • 20 g de harina todo uso
  • 95 g de maicena (fécula de maíz)
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 1 cucharadita de vainilla en pasta o extracto

Para el almíbar

  • 2 tazas (500 ml) de agua
  • 4 tazas (800 g) de azúcar
  • 1 cáscara de limón
  • 2–3 gotas de jugo de limón
  • 1 palillo de canela
  • 2–4 estrellas de anís
  • 2 cucharaditas de vainilla
  • 1 taza (250 ml) de ron blanco o vino dulce

Como hacer panetela Borracha

  1. Preparar la panetela: Precalienta el horno a 180 °C (350 °F) y engrasa un molde rectangular o cuadrado bajo, espolvoreando un poco de harina para evitar que se pegue. Bate las 12 yemas junto con el huevo entero a velocidad media-alta hasta que la mezcla aumente su volumen y adquiera un color amarillo pálido. La aireación de esta mezcla es fundamental para que la panetela quede esponjosa. Agrega el azúcar en forma de lluvia mientras continúas batiendo y luego incorpora la vainilla y la sal, batiendo un par de minutos más hasta que la mezcla duplique su volumen. Tamiza la harina y la maicena antes de añadirlas a la mezcla de huevos, incorporándolas con movimientos envolventes y suaves para no perder el aire necesario. Bate las claras a punto de merengue y mézclalas lentamente, también con movimientos envolventes, asegurándote de que la mezcla conserve su ligereza. Vierte la mezcla en el molde preparado y hornea durante 25–30 minutos, hasta que la superficie esté ligeramente dorada; si deseas, puedes dar un minuto de broil al final para un dorado perfecto.
  2. Preparar el almíbar: Mientras la panetela se hornea, coloca en una cacerola el agua, el azúcar, la cáscara de limón, las gotas de jugo de limón, el palillo de canela y las estrellas de anís. Cocina a fuego medio, removiendo constantemente, durante cinco minutos para lograr un almíbar ligeramente espeso. Retira del fuego, añade la vainilla y deja enfriar unos minutos antes de incorporar el ron o vino dulce, mezclando suavemente para no perder el aroma. Es importante no cocinar el almíbar demasiado tiempo para que conserve la textura ideal que permitirá que la panetela quede húmeda y jugosa.
  3. Montaje y reposo: Una vez que la panetela esté horneada, deja enfriar ligeramente y corta en porciones al gusto, ya sean cuadrados de 2x2” o 3x3”. Pincha la superficie con un tenedor para que el almíbar se absorba de manera uniforme y vierte el almíbar tibio sobre la panetela. Cubre con plástico de cocina y refrigera al menos dos horas, aunque es ideal dejarla toda la noche para que los sabores se mezclen completamente. Esta panetela se puede servir sola, con crema batida, frutas o helado, y puedes añadir un toque extra de ron directamente sobre la panetela antes de refrigerarla para un aroma más profundo.