Yemitas cubanas

Yemitas Cubanas
Receta de Yemitas Cubanas

Las yemitas de huevo son uno de esos tesoros dulces que nos transportan a la tradición de Cuba en cada bocado. Este pequeño dulce elaborado con yemas de huevo, azúcar y especias es típico de los conventos y confiterías antiguas de La Habana, donde surgió como una forma ingeniosa de aprovechar las yemas sobrantes de otras preparaciones. La textura suave, el sabor delicado y el toque de almíbar las convierten en una delicia perfecta para acompañar el café de la tarde o para regalar en ocasiones especiales.

En esta receta te enseñaré cómo preparar las auténticas yemitas cubanas, paso a paso, para que disfrutes en casa el sabor más original de Cuba, incluso si vives lejos, en lugares como Miami u otras ciudades donde la nostalgia por los sabores cubanos sigue viva. Es una preparación sencilla pero tradicional, ideal para quienes buscan mantener vivas las costumbres culinarias y el dulzor de nuestra identidad.

Información de la receta

  • Tiempo de preparación: 20 minutos
  • Tiempo de cocinado: 20 minutos
  • Tiempo total: 40 minutos
  • Raciones: 20 yemitas
  • Categoría: Postres
  • Tipo de cocina: Cubana
  • Calorías por ración: 110 kcal

Ingredientes

  • 5 yemas de huevo
  • 2 tazas de azúcar (divididas en 1 taza + 1 taza)
  • 3 cucharadas de maicena
  • 1 cucharada de mantequilla (más extra para engrasarse las manos)
  • 1 pizca de sal
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 1 cucharadita de canela en polvo
  • ½ cucharadita de pimienta de Jamaica (allspice)
  • Azúcar glass para espolvorear (opcional)

Como hacer Yemitas Cubanas

  1. Preparar la mezcla base: En un cuenco grande, bate las yemas con una taza de azúcar, la maicena, la mantequilla derretida —que no esté muy caliente—, la pizca de sal y la vainilla, mezclando hasta obtener una preparación uniforme y sin grumos. Si prefieres una masa un poco más firme al final, puedes agregar media cucharada extra de maicena en este momento para que la mezcla espese mejor al cocinarse.
  2. Cocinar la masa: Coloca la mezcla en una cazuela de fondo grueso o en un caldero y cocina a fuego muy bajo, moviendo constantemente con una cuchara de madera para que no se pegue ni se queme. El objetivo es que la preparación se convierta en una masa espesa que se despegue de las paredes de la cazuela, muy parecido a cuando se hace una bechamel bien cocida. Una vez lista, transfiere la masa a un plato o bandeja plana y deja enfriar completamente entre treinta minutos y una hora, ya que si se trabaja en caliente quedará demasiado pegajosa y difícil de moldear.
  3. Amasado y aromatizado: Cuando la masa esté completamente fría, incorpora la taza de azúcar restante, la canela y el allspice. Amasa con las manos hasta que se integren bien todos los ingredientes y se forme una masa homogénea, suave y ligeramente moldeable. Si notas que se adhiere demasiado a las manos, úntalas con un poco de mantequilla para poder trabajarla mejor. También puedes mezclar la canela y el allspice aparte y reservarlos para espolvorearlos al final, logrando un aroma más intenso en la superficie de las yemitas.
  4. Formar las yemitas: Toma porciones de la masa y forma un tubo largo para cortar rodajas de alrededor de un centímetro de grosor o, si prefieres, haz bolitas pequeñas directamente con las manos. Luego aplasta ligeramente cada pieza y marca un pequeño hueco en el centro con la yema del dedo. Para evitar que se peguen a la bandeja mientras se secan, puedes pasar la base de cada yemita por azúcar glass, que además dará un acabado más delicado y tradicional.
  5. Secado y reposo: Coloca las yemitas en una bandeja limpia y déjalas reposar al aire libre durante una o dos horas. Este tiempo de reposo es importante para que la parte exterior se seque un poco y las yemitas queden con una fina costra por fuera, mientras mantienen su interior suave y delicado.
  6. Presentación final: Antes de servir, espolvorea ligeramente con azúcar glass para realzar su apariencia, o coloca una pizca de canela y allspice en los huequitos para darle un toque de aroma y sabor extra. Si las preparas para guardar, colócalas en un frasco hermético y sepáralas con papel encerado para que no se peguen entre sí.