Caldo de costilla
El caldo de costilla es una sopa tradicional colombiana que se ha ganado un lugar especial en la gastronomía de Latinoamérica por su sabor reconfortante y sus propiedades nutritivas. Preparada con costillas de res, papas y cilantro fresco, esta sopa es conocida como una de las favoritas para levantar el ánimo después de largas noches de fiesta, de ahí su apodo de “levanta muertos”. Su preparación requiere paciencia para ablandar la carne, pero el resultado es un caldo profundo, lleno de colágeno y proteínas que lo convierten en un alimento reparador perfecto para los días fríos, gripales o simplemente para disfrutar en familia. Muchas personas agregan zanahoria para un toque dulce y colorido, pero los ingredientes esenciales siguen siendo las costillas de res, las papas y el cilantro.
Para preparar esta delicia, se puede usar una olla a presión que acelera la cocción sin sacrificar sabor, aunque cocinar a fuego lento en una olla tradicional también funciona perfectamente. El caldo de costilla colombiano se sirve idealmente acompañado de arepa, ají, aguacate y arroz blanco, convirtiéndolo en un desayuno completo o en la cura perfecta para la resaca. Su versatilidad y sabor hacen de esta sopa un clásico que siempre reconforta, evocando el calor del hogar y la tradición familiar en cada cucharada.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 15 minutos
- Tiempo de cocinado: 2 horas 30 minutos
- Tiempo total: 2 horas 45 minutos
- Raciones: 6-8 porciones
- Categoría: Sopa
- Tipo de cocina: Colombiana
- Calorías por ración: 350 kcal
Ingredientes
- 2 a 3 kg de costillas de res
- 4 litros de agua
- 2 cucharadas de aceite vegetal
- 1 cebolla blanca grande
- 5 dientes de ajo
- 4 cebollines (parte blanca y verde)
- 4 ajíes dulces
- ½ cucharadita de comino molido
- 1 libra (aprox. 400 g) de papas
- 2 zanahorias grandes (opcional)
- 2-3 ramilletes de cilantro fresco
- Sal y pimienta al gusto
Para servir
- Rodajas de limón
- Arepas
Como hacer Caldo de costilla
- Preparar y cocer las costillas: Coloca las costillas en una olla grande con el agua y una pizca de sal. Enciende la estufa a fuego medio-alto y lleva a hervor. Notarás que se forma una capa de espuma en la superficie; retírala con una cuchara para obtener un caldo más limpio y transparente. Reduce el fuego a medio-bajo y deja cocinar por aproximadamente una hora. Este paso es crucial, ya que permite que las costillas suelten su sabor y que el caldo adquiera un fondo profundo y delicioso. Para un sabor aún más intenso, puedes cocinar a fuego lento por más tiempo, cuidando que el líquido no se evapore demasiado.
- Preparar el sofrito de aliños: Mientras las costillas se cocinan, prepara el sofrito que dará cuerpo y aroma al caldo. Calienta el aceite en un sartén a fuego medio. Agrega los ajos triturados y sofríelos unos segundos hasta que suelten su aroma. Incorpora la cebolla picada, los cebollines picados, los ajíes dulces sin semillas y picados, el comino y una pizca de sal. Sofríe hasta que la cebolla se torne translúcida y los sabores se mezclen. Es importante no dorar demasiado los ajos, para evitar un sabor amargo. Este sofrito es la base aromática del caldo, y si deseas puedes triturarlo en licuadora para integrarlo más al líquido, logrando un caldo más uniforme y sabroso.
- Incorporar los aliños al caldo: Añade el sofrito preparado a la olla con las costillas. Mezcla suavemente y deja cocinar a fuego medio-bajo durante 40 a 50 minutos adicionales. Este tiempo permite que los sabores se fusionen con la carne y el caldo. Si quieres un caldo más limpio, recuerda mantenerlo a fuego bajo y no remover demasiado durante la cocción. Durante este paso también puedes probar el líquido y ajustar la sal y la pimienta al gusto, pues los aliños ya estarán comenzando a impregnar el caldo con su sabor característico.
- Añadir las verduras: Lava y pela las papas, córtalas en cubos grandes y agrégalas al caldo junto con las zanahorias si decides usarlas. Cocina por 25 a 30 minutos más, hasta que las papas estén tiernas pero no se deshagan. Este es el momento de probar nuevamente y rectificar la sazón. Para un caldo más limpio, puedes desgrasarlo después de enfriar un poco en la nevera por 1-2 horas y retirar la capa de grasa sólida que se forme en la superficie. Este paso, aunque opcional, mejora la presentación y el sabor final del caldo, haciéndolo más ligero y apetitoso.
- Finalizar con cilantro y servir: Antes de servir, añade el cilantro fresco picado al caldo y mezcla suavemente para que el aroma se mantenga fresco y vibrante. Sirve caliente, acompañado de rodajas de limón para dar un toque cítrico que realza el sabor de la carne, y arepas que complementan perfectamente este plato tradicional. Si deseas, puedes también preparar un poco de ají casero para añadir picor a quien lo prefiera. Este caldo es ideal para reuniones familiares, y su sabor mejora si se deja reposar un poco antes de servir, permitiendo que los sabores se integren completamente.