Campechanas

Las campechanas son un delicioso pan dulce mexicano que combina la suavidad del hojaldre con una cubierta crujiente de azúcar caramelizada, creando un equilibrio perfecto entre textura y sabor. Este pan dulce es uno de los tesoros más apreciados de la panadería mexicana, especialmente en pueblos como Valle de Bravo, donde se venden recién horneadas en bolsas de plástico y se consumen en minutos. Su historia y origen no provienen directamente del Estado de Campeche, aunque su nombre lo sugiere, sino que se popularizó en toda la Península de Yucatán y otras regiones de México, convirtiéndose en un clásico de la repostería tradicional.
Preparar campechanas en casa es muy sencillo y requiere ingredientes que seguramente ya tienes en la alacena. Solo necesitas hojaldre, azúcar y un poco de mantequilla para hornear un pan que se derrite en la boca. Su dulce superficie caramelizada y su origen mexicano hacen de esta receta un imprescindible para los amantes del pan dulce, ideal para compartir y disfrutar con familia y amigos en cualquier ocasión.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 40 minutos
- Tiempo de cocinado: 18 minutos
- Tiempo total: 58 minutos
- Raciones: 12 unidades
- Categoría: Pan dulce
- Tipo de cocina: Mexicana
- Calorías por ración: 250 kcal
Ingredientes
Para la masa
- 1 kg de harina de trigo (todo uso o panadera)
- 16 g de azúcar
- 10 g de sal
- 600 ml de agua
- 15 g de manteca vegetal o mantequilla (opcional)
Para el empaste
- 400 g de manteca vegetal
- 400 g de harina de trigo
Para el terminado
- Manteca vegetal (cantidad suficiente para untar)
- Azúcar (cantidad suficiente para espolvorear)
- Mantequilla para engrasar charolas
Como hacer Campechanas
- Preparar la masa: Mezcla la harina con el azúcar y la sal en un bol grande hasta integrar bien los ingredientes secos. Agrega el agua poco a poco mientras amasas, hasta obtener una masa elástica y ligeramente más firme que el punto de media. La manteca vegetal o la mantequilla ayudan a que la masa sea más manejable y suave. Una vez lista, divide la masa en dos porciones iguales, boléalas y envuélvelas en plástico adherente. Deja reposar 30 minutos; este reposo permite que el gluten se relaje, facilitando el posterior estirado y laminado.
- Preparar el empaste: Mezcla con las manos la manteca vegetal junto con la harina hasta formar una pasta cremosa y consistente. Este empaste es lo que da la característica hojaldrada a las campechanas, así que asegúrate de que no queden grumos y tenga una textura uniforme. Reserva mientras estiras la masa para no perder su consistencia.
- Estirar y enrollar la masa: Espolvorea ligeramente la mesa con harina y estira una de las porciones de masa formando un rectángulo de aproximadamente 45 cm de largo y medio centímetro de grosor. Unta la mitad del empaste sobre toda la superficie del rectángulo, asegurándote de cubrir de manera uniforme. Coloca un rodillo fino en la orilla superior y comienza a enrollar la masa sobre sí misma, estirándola ligeramente hacia arriba mientras enrollas. Este proceso permite que el empaste se integre bien y que la masa se vuelva hojaldrada. Gira el rodillo y continúa enrollando hasta formar un rollo compacto. Deja reposar 30 minutos. Repite el proceso con la segunda porción de masa y el resto del empaste.
- Formar los rectángulos: Precalienta el horno a 180 °C y engrasa las charolas para hornear con mantequilla o manteca. Toma los rollos de masa y estíralos con las manos lo más que puedas sin romperlos. Corta porciones de 8 a 10 cm de largo y colócalas sobre las charolas. Con las yemas de los dedos, unta un poco de manteca sobre cada porción y estira suavemente hasta formar rectángulos muy delgados, cuidando de no romper la membrana superior de la campechana. Espolvorea azúcar sobre cada pieza, asegurándote de que quede bien distribuido. Este paso es clave para que el exterior quede caramelizado y crujiente durante el horneado.
- Hornear: Coloca la charola en la parte superior del horno y hornea durante 15 a 18 minutos, hasta que las campechanas estén ligeramente doradas y crujientes. Si deseas un acabado más caramelizado, puedes subir la temperatura a 200-220 °C los últimos 3 a 5 minutos, pero cuidado de no quemar el azúcar. Una vez listas, retíralas del horno y déjalas enfriar sobre una rejilla. Una vez frías, guarda en un contenedor tapado para mantener el crujiente.