Morisqueta michoacana

Morisqueta michoacana
Receta de Morisqueta michoacana

La Morisqueta es un platillo tradicional del origen michoacano, específicamente de Michoacán, México, que combina arroz, frijoles, carne y queso en una preparación simple pero deliciosa. Este plato sencillamente captura la esencia de la cocina casera de la región, ofreciendo un sabor reconfortante y lleno de historia. Su versión más conocida incluye carne de puerco o res bañada en una salsa de jitomate asado, acompañada de arroz esponjoso y frijoles suaves que complementan cada bocado. Es un ejemplo perfecto de cómo ingredientes básicos pueden convertirse en un auténtico manjar mexicano, ideal para reuniones familiares o para disfrutar en casa.

La Morisqueta michoacana destaca por su practicidad y rendición: con pocos ingredientes se logra alimentar a muchas personas. Su origen refleja la tradición culinaria de Michoacán, donde la mezcla de arroz, frijoles y carne de puerco representa tanto sabor como historia. Este platillo sencillamente delicioso se ha convertido en un ícono del estado, ofreciendo un pedazo de Michoacán en cada plato, lleno de aroma, color y tradición.

Información de la receta

  • Tiempo de preparación: 15 minutos
  • Tiempo de cocinado: 1 hora 10 minutos
  • Tiempo total: 1 hora 25 minutos
  • Raciones: 4 porciones
  • Categoría: Platillo tradicional michoacano
  • Tipo de cocina: Michoacana
  • Calorías por ración: 450 kcal

Ingredientes

  • 2 tazas de arroz blanco
  • 2 tazas de frijoles enteros cocidos con un poco de caldo
  • 500 g de carne de res o cerdo en cubos (puedes usar costillas cortas para más sabor)
  • 3 jitomates maduros grandes
  • 2 chiles serranos o 4 chiles de árbol (según tu gusto)
  • 1 trozo de cebolla
  • 2 dientes de ajo
  • 1 hoja de laurel
  • Aceite vegetal o manteca de cerdo
  • Sal y pimienta al gusto
  • 100 g de queso fresco, panela o cotija

Como hacer Morisqueta michoacana

  1. Cocinar la carne: Coloca la carne en una olla con suficiente agua, sal y la hoja de laurel. Cocina a fuego medio-bajo hasta que la carne esté suave, lo que puede tardar entre 50 y 60 minutos si utilizas costillas cortas. Es importante que al final del cocido toda el agua se haya reducido o evaporado parcialmente, ya que así la carne podrá dorarse mejor después. Una vez cocida, escurre la carne y reserva, pero guarda un poco del caldo si deseas usarlo para los frijoles o para suavizar la salsa.
  2. Preparar la salsa: Mientras la carne se cocina, coloca los jitomates, chiles, ajo y cebolla sobre un comal caliente para asarlos. Los chiles se doran más rápido, así que retíralos antes que el resto de los ingredientes. Este tostado le dará a la salsa un sabor ahumado muy característico de la morisqueta michoacana. Después de asar, deja que los ingredientes se enfríen un poco y licúalos con ½ taza de agua hasta obtener una salsa homogénea. Puedes ajustar la consistencia agregando un poco más de agua si la prefieres más líquida.
  3. Sofreír la carne: Calienta una sartén con aceite vegetal o manteca de cerdo, ya que esta última proporciona un sabor más auténtico y profundo. Añade la carne cocida y sofríe hasta que se dore ligeramente, asegurándote de que todos los lados tengan un color uniforme. Agrega sal y pimienta al gusto. Si deseas intensificar aún más el sabor, puedes incorporar un cubo de caldo de pollo mientras sofríes la carne. Este paso es clave para que la carne absorba mejor los sabores y la salsa se integre perfectamente.
  4. Cocinar la carne con la salsa: Vierte la salsa previamente licuada sobre la carne dorada y mezcla bien. Cocina a fuego medio durante 10 minutos, revolviendo ocasionalmente para que no se pegue ni se queme. Rectifica la sazón con sal y pimienta. Durante este paso, la carne terminará de absorber los sabores de la salsa y se integrará con el toque ahumado de los jitomates y chiles. Recuerda que, si quieres un plato más jugoso, puedes añadir un poco del caldo reservado de la carne o de los frijoles.
  5. Preparar el arroz y los frijoles: Lava el arroz con agua fría hasta que el agua salga clara, esto ayuda a que quede más suelto al cocinarlo. Coloca el arroz en una olla con 3 tazas de agua y una cucharadita de sal, cocina a fuego medio-bajo con la tapa puesta durante 18 a 20 minutos o hasta que el agua se haya absorbido por completo y el arroz esté tierno. Por otro lado, calienta los frijoles enteros, conservando un poco de su caldo para que no se sequen y se mantengan cremosos. Esta combinación de arroz suelto y frijoles suaves es la base perfecta para la morisqueta.
  6. Servir la morisqueta: En cada plato, coloca primero una base de arroz blanco. Encima agrega los frijoles calientes y finalmente coloca la carne con su salsa. Espolvorea queso fresco, panela o cotija al gusto, según prefieras. Este plato se sirve mejor recién hecho, acompañado de tortillas calientes que permiten disfrutar cada bocado con la combinación de arroz, frijoles, carne y queso. Para un toque extra tradicional, puedes acompañarlo con un poco de chile en polvo o salsa fresca al gusto.