Chenchén dominicano

Chenchén Dominicano
Receta de Chenchén Dominicano

El Chenchén Dominicano es un plato emblemático del suroeste de la República Dominicana, elaborado a base de maíz molido y coco, que combina tradición y sabor en cada bocado. Su textura cremosa y su delicado equilibrio de sabores lo convierten en un acompañamiento ideal para carnes como pollo o chivo, aunque también puede disfrutarse solo. Este plato refleja la rica herencia culinaria del país y ofrece una alternativa reconfortante al arroz, siendo un verdadero tesoro de origen local que cada familia adapta según sus secretos.

Aprender a preparar Chenchén es adentrarse en la cocina auténtica del sur dominicano. Con esta receta paso a paso, lograrás la consistencia perfecta y el sabor dulce y cremoso que distingue a este plato, respetando su origen y técnicas tradicionales. Ideal para servir con pollo, chivo o cualquier acompañamiento que resalte la riqueza de sus ingredientes.

Información de la receta

  • Tiempo de preparación: 10 minutos
  • Tiempo de cocinado: 45 minutos
  • Tiempo total: 55 minutos
  • Raciones: 4-6 porciones
  • Categoría: Acompañamiento
  • Tipo de cocina: Dominicana
  • Calorías por ración: 250 kcal

Ingredientes

  • 3 tazas de maíz para chenchén (maíz caquiao o maíz cascado)
  • 1¾ taza de leche evaporada (400 ml)
  • 1¾ taza de leche de coco (400 ml) – preferiblemente natural
  • 1 taza de caldo de vegetales, sin sal
  • 1-2 cucharadas de mantequilla sin sal (opcional)
  • 1 diente de ajo
  • 1½ cucharaditas de sal, o al gusto

Como hacer Chenchén dominicano

  1. Preparar el maíz: Lava cuidadosamente el maíz con abundante agua, frotando los granos para eliminar cualquier cáscara o residuo de almidón que pueda afectar la textura final. Escurre bien y resérvelo. Usar maíz caquiao o maíz cascado es fundamental para obtener la consistencia auténtica del chenchén; evita la harina de maíz fina, ya que resultará demasiado pastosa y no logrará el espesor característico.
  2. Preparar la leche de coco: Si cuentas con coco natural, ralla la pulpa y mézclala con agua caliente para extraer la leche, colándola a través de un paño fino o colador para eliminar residuos. Este proceso aporta un sabor más fresco y auténtico que las leches enlatadas. Si utilizas leche de coco enlatada, elige una de buena calidad y con alto contenido de grasa (“full fat”) para asegurar cremosidad. El uso de leche de coco de calidad es clave para un chenchén delicioso y con cuerpo.
  3. Hervir la base: En una olla de fondo grueso, combina la leche de coco, la leche evaporada, el caldo de vegetales, la sal y el diente de ajo pelado y ligeramente machacado. Lleva la mezcla a ebullición a fuego medio-alto, removiendo ocasionalmente para evitar que la leche se pegue al fondo. Esta fase inicial ayuda a integrar los sabores y preparar la base cremosa del chenchén.
  4. Incorporar el maíz y cocinar lentamente: Reduce el fuego a bajo y añade el maíz en forma de lluvia, revolviendo constantemente con una cuchara de madera o batidor. La cocción a fuego lento permite que el maíz absorba los líquidos y se espese de manera uniforme, evitando grumos. Continúa removiendo durante 20-25 minutos hasta que el chenchén tenga una consistencia cremosa similar a un puré espeso que se separe del fondo de la olla. Si la mezcla queda demasiado espesa, puedes añadir un poco más de leche o caldo. La paciencia en esta etapa es clave: la textura y suavidad del chenchén dependen de una cocción lenta y constante.
  5. Añadir mantequilla y ajustar sazón: Incorpora la mantequilla en los últimos minutos de cocción, mezclando hasta que se derrita completamente. Esto dará brillo y una suavidad extra al plato. Prueba y ajusta la sal según tu gusto. Retira los trozos de ajo que puedan haber quedado. Dejar reposar el chenchén unos minutos antes de servir ayuda a que se asienten los sabores y a que la mezcla adquiera la textura perfecta para servir.
  6. Servir: Sirve el chenchén caliente, acompañado de pescado frito, queso fresco o aguacate si deseas. La combinación de maíz molido grueso, leche de coco y leche evaporada crea un plato lleno de sabor y auténtico, representando la tradición culinaria dominicana.