Chicharrones de guayaba

Los Chicharrones de Guayaba son un postre colombiano tradicional, fácil de preparar y perfecto para disfrutar en casa, en fiestas o acompañando una taza de café. Hechos con una crujiente masa de hojaldre, su interior es suave, dulce y relleno de deliciosa pasta de guayaba, también conocida como bocadillo. Estos pastelitos reciben su nombre por su forma, que recuerda al clásico chicharrón de cerdo, pero en una versión chicharrón dulce que conquista a todos por su textura ligera y su sabor tropical irresistible.
En Colombia, los Chicharrones de Guayaba son una joya de panadería que se encuentra en cafeterías, escuelas y pastelerías. Son ideales para quienes buscan un postre casero con pocos ingredientes y un toque auténtico del Caribe latino. Su contraste entre lo crujiente del hojaldre y el relleno suave de guayaba los hace irresistibles y muy populares entre los hispanohablantes en Estados Unidos, donde cada bocado evoca el sabor de la tradición colombiana.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 15 minutos
- Tiempo de cocinado: 22 minutos
- Tiempo total: 37 minutos
- Raciones: 12 unidades
- Categoría: Postre
- Tipo de cocina: Colombiana
- Calorías por ración: 250 kcal
Ingredientes
- 2 láminas de masa de hojaldre (aproximadamente 450 g o 1 libra, descongeladas si son congeladas)
- 200 g de pasta o bocadillo de guayaba
- 1 huevo grande
- 1 cucharada de agua
- 2 cucharadas de azúcar blanca o morena (para espolvorear)
- Harina de trigo para enharinar la superficie
- Una pizca de canela o azúcar vainillada (Opcional)
Como hacer Chicharrones de guayaba
- Preparar el horno y la masa: Precalienta el horno a 180 °C (350 °F) para asegurar una cocción pareja del hojaldre. Cubre una bandeja para hornear con papel pergamino o con un tapete de silicona, lo cual evitará que los chicharrones se peguen y facilitará retirarlos sin romperlos. Coloca una de las láminas de masa de hojaldre sobre una superficie ligeramente enharinada para evitar que se adhiera. Espolvorea un poco de harina también sobre el rodillo y estira suavemente la masa hasta formar un rectángulo de aproximadamente 25×35 cm (10×14 pulgadas). Este estirado permitirá que el hojaldre quede más fino y ligero al hornearse.
- Cortar y rellenar: Una vez extendida la masa, córtala en seis rectángulos iguales para obtener porciones uniformes. Corta la pasta de guayaba en láminas de medio centímetro de grosor y colócala en el centro de cada rectángulo de masa. En un pequeño tazón, bate el huevo con una cucharada de agua para preparar el barniz o glaseado, el cual ayudará a sellar los bordes y a dar un color dorado al hornear. Pincela los bordes de cada rectángulo con esta mezcla. Si deseas una versión más cremosa y tradicional de la región cubana, puedes añadir una delgada capa de queso crema o queso blanco fresco junto a la guayaba, logrando un contraste delicioso entre lo dulce y lo salado.
- Sellar y dar forma: Dobla cuidadosamente cada rectángulo de masa sobre el relleno, formando una especie de empanadita rectangular. Presiona los bordes con los dedos para asegurarte de que queden bien sellados y evitar que la guayaba se derrame durante el horneado. Luego, con la punta de un cuchillo pequeño, realiza cortes decorativos en los bordes, simulando las clásicas “patas” del chicharrón. Estos cortes no solo aportan el aspecto tradicional, sino que también permiten que el vapor escape y el hojaldre se hornee de manera uniforme, logrando esa textura crujiente y aireada tan característica.
- Barnizar y hornear: Coloca los chicharrones sobre la bandeja preparada, dejando al menos cinco centímetros entre cada uno para que tengan espacio de expandirse al cocinarse. Barniza la parte superior con una capa ligera del glaseado de huevo y espolvorea azúcar por encima; si lo prefieres, mezcla el azúcar con una pizca de canela o azúcar vainillada para un toque caribeño más aromático. Lleva la bandeja al horno y hornea durante unos 18 a 22 minutos, o hasta que los chicharrones estén inflados y dorados uniformemente. Si deseas un acabado más crocante, déjalos hornear tres minutos adicionales, vigilando que no se quemen los bordes.
- Enfriar y servir: Retira la bandeja del horno y deja que los chicharrones reposen sobre una rejilla durante unos cinco minutos antes de servir. Este reposo es importante, ya que permite que el hojaldre mantenga su textura crujiente y que la guayaba se asiente sin estar demasiado caliente. Puedes espolvorear un poco más de azúcar por encima para realzar su brillo y dulzura. Sirve los chicharrones tibios o a temperatura ambiente acompañados de café, chocolate caliente o un vaso de leche fría. Su sabor mejora aún más unas horas después, cuando el hojaldre se fusiona con el aroma de la guayaba.