Galletas cucas

Disfruta de estas galletas cucas caseras, un clásico de la gastronomía de Colombia que combina tradición, sabor y textura única. También conocidas como galletas negras, liberales o peras, estas delicias se preparan con harina de trigo, huevo, mantequilla, especias aromáticas como jengibre y canela, y el característico melado de panela, que les aporta su color oscuro y sabor intenso. Aunque son muy típicas en Colombia, también se disfrutan en Puerto Rico y Venezuela, donde reciben distintos nombres y variantes locales. Su textura es suave por dentro y ligeramente crujiente por fuera, perfecta para acompañar un vaso de leche o café.
Esta receta te permite preparar las auténticas galletas cucas caseras de manera sencilla, incluso si no encuentras panela, usando azúcar morena y melaza para un resultado delicioso. Con cada bocado, experimentarás la historia colonial y la tradición de estas galletas de Colombia, un verdadero legado dulce de sabor familiar que encantará a toda la familia.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 20 minutos
- Tiempo de cocinado: 25 minutos
- Tiempo total: 45 minutos
- Raciones: 20 galletas
- Categoría: Postre
- Tipo de cocina: Colombiana
- Calorías por ración: 180 kcal
Ingredientes
Para la masa:
- 800 g de harina de trigo (aprox. 6 2/3 tazas)
- 1 cucharadita de jengibre en polvo
- 1 cucharadita de canela en polvo
- ¼ cucharadita de clavos en polvo
- ½ cucharadita de bicarbonato de sodio
- 1 cucharadita de polvo de hornear
- ¼ cucharadita de sal
- 125 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 1 huevo grande
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 1 cucharada de ralladura de limón (opcional)
Para el melado
- 500 g de panela o piloncillo
- ¼ de taza de agua (60 ml)
- 6 clavos de olor
- 1 ramita de canela
- 3 granos de pimienta guayabita (opcional)
- 1 cucharadita de color caramelo (opcional)
Como hacer galletas cucas
- Preparar el melado: En una cacerola a fuego medio, coloca la panela, el agua, los clavos, la ramita de canela y los granos de pimienta guayabita si los vas a usar. Cocina lentamente hasta que la panela se derrita por completo y se forme un jarabe espeso con textura pegajosa. Es importante no dejar que hierva demasiado fuerte para evitar que se cristalice. Una vez disuelto, agrega la ralladura de limón y el color caramelo si deseas intensificar el color de tus cucas. Cuela el melado y deja enfriar completamente antes de usarlo, ya que si está muy caliente puede afectar la textura de la masa.
- Mezclar los ingredientes secos: Tamiza la harina junto con el jengibre, canela, clavos, bicarbonato, polvo de hornear y la sal en un bol grande. Esto ayuda a que los polvos se integren de manera uniforme y evita grumos en la masa. Mezclar bien los secos antes de incorporarlos a los líquidos es clave para lograr galletas con textura uniforme y esponjosa.
- Integrar la masa: En otro recipiente, bate la mantequilla a temperatura ambiente con el huevo y la esencia de vainilla hasta obtener una mezcla cremosa. Agrega el melado frío poco a poco mientras mezclas suavemente. Luego incorpora los ingredientes secos en dos partes, mezclando únicamente hasta que se integren. Si la masa está demasiado pegajosa, puedes añadir de 1 a 2 cucharadas de harina extra poco a poco hasta obtener una textura suave y manejable. Evita amasar demasiado, ya que esto puede endurecer las galletas; lo importante es que todos los ingredientes queden bien incorporados.
- Amasar y estirar: Coloca la masa sobre una superficie ligeramente enharinada y amasa suavemente para unir los ingredientes. Extiende con un rodillo hasta obtener un grosor aproximado de 1 cm. Si tu superficie o tus manos están muy pegajosas, espolvorea un poco de harina extra, pero con moderación, ya que demasiado puede resecar la masa. Este paso asegura que las cucas mantengan su forma y no se deformen al hornear.
- Cortar y colocar en la bandeja: Con un molde circular o un vaso de 5 a 10 cm de diámetro, corta las galletas y colócalas sobre una bandeja cubierta con papel para hornear, dejando espacio suficiente entre ellas porque crecen ligeramente durante la cocción. No es necesario presionar la masa, solo cortarla con cuidado. Esta separación es importante para que las cucas se horneen de manera uniforme y mantengan su textura característica.
- Hornear: Precalienta el horno a 180 °C (350 °F) y hornea las galletas entre 20 y 25 minutos, o hasta que los bordes comiencen a dorarse ligeramente. Es recomendable vigilarlas durante los últimos minutos, ya que cada horno puede variar en temperatura. Las cucas deben quedar crujientes por fuera y suaves por dentro.
- Enfriar y almacenar: Retira las galletas del horno y colócalas sobre una rejilla para que se enfríen completamente antes de servir. Esto permite que el calor residual termine de asentarlas y evita que se humedezcan por debajo. Puedes guardarlas en un recipiente hermético hasta por una semana. De hecho, su sabor mejora al día siguiente, cuando los aromas del melado y las especias se han asentado por completo.