Mantequilla de ajo

Mantequilla de ajo casera
Receta de Mantequilla de Ajo

La mantequilla de ajo es un condimento casero delicioso que transforma cualquier plato en una experiencia gourmet. Ideal para untar sobre pan recién tostado, añadir a recetas de pasta o acompañar carnes a la plancha, su sabor intenso y su textura crema la hacen imprescindible en la cocina.

Prepararla es muy sencillo: con unos pocos ingredientes como mantequilla, ajo y perejil fresco, y aplicando la técnica de ajo asado en horno, se obtiene un sabor profundo y aromático que sorprenderá a todos. La combinación de hierbas y ajo asegura que cada bocado tenga un toque irresistible, mientras que el uso de aceite mejora la untuosidad y la mezcla perfecta de la crema de mantequilla.

Esta receta casera de mantequilla de ajo también permite ajustar la cantidad de sal según el tipo de mantequilla utilizada, y se conserva fácilmente en la nevera o congelador. Perfecta para desayunos, aperitivos o cenas, es una opción económica que puedes comprar o preparar en casa a muy buen precio. Su versatilidad y sabor la convierten en un básico imprescindible para pan, verduras y carnes al horno.

Información de la receta

  • Tiempo de preparación: 15 minutos
  • Tiempo de cocinado: 30 minutos
  • Tiempo total: 45 minutos
  • Raciones: 1 frasco
  • Categoría: Condimento
  • Tipo de cocina: Casera
  • Calorías por ración: 100 kcal

Ingredientes

  • 250 g de mantequilla sin sal
  • 4–6 dientes de ajo (al gusto)
  • 1 cucharada de aceite de oliva (opcional)
  • ½ cucharadita de sal (ajustar según mantequilla)
  • ¼ cucharadita de pimienta negra molida
  • ¼ cucharadita de cebolla en polvo (opcional)
  • 1 ramillete de perejil fresco

Como hacer Mantequilla de ajo

  1. Suavizar la mantequilla: Saca la mantequilla del refrigerador 15 minutos antes de empezar para que se ablande de manera natural. Esto facilita que se mezcle uniformemente con el ajo y el perejil y evita grumos.
  2. Preparar el ajo (crudo o asado): Decide si quieres usar ajo crudo, para un sabor intenso y picante, o asado, para un sabor más dulce y suave. Para asarlo, precalienta el horno a 160 °C, corta la parte superior de la cabeza de ajo, colócala en una fuente cubierta con papel sulfurizado, añade un hilo de aceite de oliva y cierra el paquete. Hornea 30 minutos hasta que los dientes estén blandos. Pela los dientes de ajo, retira el germen y tritúralos con un tenedor hasta obtener una pasta suave. Si usas ajo crudo, tritúralo en un mortero con sal, pimienta y cebolla en polvo o pulsa en procesador para integrar.
  3. Incorporar el perejil: Pica finamente solo las hojas del perejil, evitando los tallos. Agrégalas a la pasta de ajo junto con la cucharada de aceite de oliva (si decides usarlo) y mezcla bien hasta que se combinen por completo. Esto libera todo el aroma y sabor del perejil.
  4. Integrar la mantequilla: Coloca la mantequilla blanda en un bol amplio. Incorpora poco a poco la pasta de ajo con perejil, mezclando con una cuchara de madera, espátula o pulsando suavemente en un procesador hasta obtener una textura cremosa y uniforme.
  5. Ajustar sabores y almacenar: Prueba la mantequilla y ajusta la sal o la pimienta según tu gusto y el tipo de mantequilla utilizada (con o sin sal). Transfiérela a un tarro o recipiente hermético y refrigera al menos una hora antes de usar, para que tome consistencia y los sabores se integren completamente.
  6. Uso y conservación: La mantequilla se conserva en el refrigerador hasta 2 semanas y en el congelador hasta 3 meses. Puedes untarla en pan, acompañar carnes, mariscos o vegetales al horno. También puedes reemplazar la mantequilla por ghee con la misma textura suavizada si deseas una variante ligera y más aromática.