Molotes poblanos

Molotes Poblanos
Receta de Molotes Poblanos

Los Molotes Poblanos son un delicioso y crujiente antojito mexicano que combina la suavidad de la masa de maíz nixtamalizado con la elasticidad de la harina de trigo, logrando una textura perfecta para freír. Originarios del estado de Puebla, estos molotes se distinguen por su forma alargada y la gran variedad de rellenos que se pueden utilizar, desde quesillo hasta tinga de pollo, papas o incluso combinaciones de varios ingredientes. Su preparación refleja la riqueza de la cocina poblana y cómo la influencia de la época colonial enriqueció los sabores tradicionales de México, convirtiendo a los molotes en un platillo emblemático lleno de historia y sabor auténtico.

Cada molote se prepara cuidadosamente, formando la masa, colocando el relleno en su interior y friéndolo hasta obtener un dorado perfecto y crujiente. Además de los tradicionales, hoy en día existen versiones innovadoras, como molotes con piña y jamón, pero la receta clásica con quesillo y epazote sigue siendo la favorita. Disfrutar de estos molotes es experimentar un pedazo del origen culinario poblano y la tradición de un platillo que ha pasado de generación en generación, preservando su sabor único y la esencia de la historia mexicana.

Información de la receta

  • Tiempo de preparación: 30 minutos
  • Tiempo de cocinado: 15 minutos
  • Tiempo total: 45 minutos
  • Raciones: 8-10 molotes
  • Categoría: Plato fuerte
  • Tipo de cocina: Mexicana
  • Calorías por ración: 320 kcal

Ingredientes

Para la masa

  • 500 g de harina de maíz nixtamalizado (masa harina)
  • 100 g de harina de trigo
  • 1 cucharadita de polvo para hornear
  • 1/4 cucharadita de sal
  • 2 cucharadas de manteca o aceite vegetal
  • 1 1/2 – 2 tazas de agua tibia

Para el relleno

  • 400 g de pollo cocido y desmenuzado
  • 1 cebolla blanca en julianas
  • 200 g de puré de tomate
  • 1 ramita de epazote (opcional)
  • Sal y pimienta al gusto
  • 1 taza de queso Oaxaca, ranchero o similar

Para freír y acompañar

  • Aceite vegetal suficiente para freír
  • Crema al gusto
  • Salsa verde o roja al gusto
  • Queso fresco desmoronado

Como hacer Molotes poblanos

  1. Preparar la masa: En un tazón grande mezcla la harina de maíz, la harina de trigo, la sal y el polvo para hornear. Agrega la manteca y mezcla con las manos hasta integrar bien todos los ingredientes secos con la grasa. Poco a poco, añade el agua tibia mientras amasas, cuidando de no agregarla toda de golpe, ya que cada masa harina absorbe el agua de manera diferente; la consistencia final debe ser suave, flexible y ligeramente elástica, sin pegarse a las manos ni a la superficie. Una vez lista, cubre la masa con un paño húmedo y deja reposar 15–20 minutos. Este reposo permite que los sabores se integren y que la masa sea más manejable al momento de formar los molotes.
  2. Preparar el relleno de pollo: En un sartén con un poco de aceite, sofríe la cebolla hasta que esté transparente y aromática. Luego agrega el puré de tomate y cocina durante 2–3 minutos, mezclando constantemente. Añade el pollo desmenuzado junto con el epazote, sal y pimienta al gusto, mezclando muy bien para que los sabores se integren. Cocina el relleno unos 5 minutos más y retira del fuego, dejando enfriar ligeramente antes de rellenar la masa. Es importante que el relleno no esté demasiado líquido, ya que puede dificultar el sellado de los molotes.
  3. Formar los molotes: Toma una porción de masa del tamaño de una pelota de golf y colócala entre dos hojas de plástico o papel encerado. Con un rodillo o con las manos, aplana la masa hasta obtener un óvalo delgado, cuidando que no se rompa. Coloca en el centro una cucharada generosa del relleno y un poco de queso. Dobla la masa sobre el relleno y presiona los bordes con cuidado para sellarlos bien; si es necesario, añade un poco más de masa para reforzar los bordes y evitar que se abra durante la fritura. Trabaja con calma y no sobrecargues el molote, ya que el tamaño adecuado permite que se cocine uniformemente y quede crujiente por fuera.
  4. Freír los molotes: Calienta suficiente aceite en un sartén profundo o freidora a temperatura media-alta. Cuando el aceite esté caliente, coloca los molotes con cuidado, uno por uno, para evitar salpicaduras. Fríe los molotes de 4 a 5 minutos por cada lado hasta que estén dorados y crujientes. Una vez listos, retíralos y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Freír a temperatura constante es crucial para que el interior se cocine bien sin quemar la masa por fuera.
  5. Servir y acompañar: Sirve los molotes calientes, acompañados de crema, salsa verde o roja y queso fresco desmoronado al gusto. Puedes variar los acompañamientos según tu preferencia; por ejemplo, algunos añaden un poco de aguacate o una salsa picante extra. Recuerda que los molotes se disfrutan mejor recién fritos, cuando la masa está crujiente y el relleno aún caliente.