Pantrucas chilenas

Pantrucas Chilenas
Receta de Pantrucas Chilenas

Las pantrucas chilenas, también conocidas como pancutras, son un plato típico de la cocina tradicional del sur y centro de Chile, preparado con una sabrosa base de caldo hecho con huesos carnudos de vacuno o cerdo, papas, verduras y una simple pero deliciosa masa casera. Su origen se remonta a la cocina mapuche, donde se combinaban los ingredientes locales con la harina de trigo introducida por los españoles, dando vida a esta reconfortante sopa casera que ha pasado de generación en generación. Se sirve siempre muy caliente, con el característico aroma del cilantro fresco y, en muchas zonas del sur, un toque de merkén que realza su sabor y refleja la herencia culinaria del pueblo mapuche.

Preparar unas auténticas pantrucas es un acto de cariño y paciencia: cortar la masa en pequeños trozos, cocerlos en el caldo con carne y papas, y finalizar con huevo batido que aporta cuerpo y suavidad. Es un plato hogareño, económico y lleno de sabor, ideal para los días fríos, que resume la esencia de la cocina chilena más auténtica.

Información de la receta

  • Tiempo de preparación: 30 minutos
  • Tiempo de cocinado: 1 hora 30 minutos
  • Tiempo total: 2 horas
  • Raciones: 6
  • Categoría: Sopas y caldos
  • Tipo de cocina: Chilena
  • Calorías por ración: 400 kcal

Ingredientes

Para el caldo base

  • 1 kilo de huesos de vacuno con carne (osobuco, costilla o hueso carnudo)
  • 250 g de carne molida de vacuno
  • 1 ½ litros de agua
  • 1 hoja de laurel
  • ½ cucharadita de comino en polvo
  • Sal gruesa a gusto

Para el sofrito

  • 2 cucharadas de aceite vegetal o de maravilla
  • 1 cebolla mediana picada fina
  • 2 dientes de ajo picados
  • 1 zanahoria mediana rallada
  • ½ pimentón rojo picado
  • 1 cucharadita de orégano seco
  • 1 cucharadita de ají de color o paprika
  • Pimienta negra a gusto

Para completar la sopa

  • 3 papas medianas peladas y cortadas en trozos tipo “bote”
  • 1 ramita de apio (opcional)
  • 1 taza de arvejas (frescas o congeladas)
  • 2 huevos (uno para la masa y otro para el final)
  • Cilantro o perejil fresco picado
  • Merkén o ají seco a gusto (opcional)

Para la masa de pantrucas

  • 1 taza (120 g) de harina sin polvos de hornear
  • ¼ taza (60 ml) de agua tibia
  • 1 huevo
  • ½ cucharadita de sal

Como hacer Pantrucas chilenas

  1. Preparar el caldo base: Lava bien los huesos y colócalos en una olla grande con el agua fría, la hoja de laurel, el comino y la sal. Lleva a ebullición y luego baja el fuego para mantener un hervor suave. Cocina tapado entre 45 minutos y 1 hora, hasta que los huesos suelten todo su sabor y el caldo adquiera un color dorado claro. Este paso es clave para obtener el gusto profundo y casero de las pantrucas. Si usas huesos con médula o costilla, el resultado será más sustancioso. Una vez listo, retira los huesos, desmenuza la carne que traigan y resérvala. Cuela el caldo y mantenlo caliente; si queda muy concentrado, agrega un poco de agua para ajustar la intensidad.
  2. Hacer el sofrito de base: En otra olla grande, o en la misma una vez colado el caldo, calienta el aceite a fuego medio. Agrega la cebolla y el ajo, y sofríe hasta que estén transparentes y fragantes. Incorpora la zanahoria rallada y el pimentón, y cocina unos minutos más. Añade luego la carne molida, el orégano, el ají de color, una pizca de comino adicional y pimienta a gusto. Revuelve constantemente hasta que la carne esté bien dorada y las verduras blandas. Este sofrito es el corazón del plato: el secreto está en dejarlo bien cocinado y aromático antes de añadir el caldo. Si deseas un toque más picante y típico del sur de Chile, puedes sustituir parte del ají de color por merkén.
  3. Incorporar el caldo y las papas: Una vez que el sofrito esté listo, vierte el caldo caliente que reservaste y añade las papas cortadas y la ramita de apio. Cocina a fuego medio durante unos 10 minutos, hasta que las papas estén casi tiernas pero sin deshacerse. Este es el momento de ajustar el sabor con sal, comino o pimienta si lo crees necesario. Algunas familias chilenas agregan también un trozo de zapallo o unas hojas de acelga para hacer la sopa más contundente y nutritiva. Cuando las papas estén en su punto, añade la carne desmenuzada de los huesos y las arvejas. Deja hervir suavemente unos minutos más, manteniendo siempre el caldo con cuerpo, ni demasiado espeso ni aguado.
  4. Preparar la masa de pantrucas: Mientras el caldo hierve, prepara la masa. En un bol mezcla la harina y la sal. Agrega el huevo y el agua tibia poco a poco, mezclando con una cuchara o con las manos hasta obtener una masa blanda pero firme. Amasa sobre una superficie enharinada durante unos 5 minutos, hasta que quede lisa y elástica. Si está muy seca, agrega una cucharadita más de agua; si está muy pegajosa, espolvorea un poco más de harina. Luego estira con uslero (rodillo) hasta dejarla de 2 a 3 milímetros de grosor. Corta la masa en tiras largas y después en pequeños cuadrados o rombos de unos 3 centímetros. Hay quienes prefieren rasgar la masa con los dedos directamente sobre la olla, un gesto típico de las cocinas rurales donde la receta nació. Deja reposar los trozos de masa cubiertos con un paño mientras terminas el caldo.
  5. Cocinar las pantrucas: Con el caldo en hervor suave, comienza a agregar las pantrucas poco a poco. No las eches todas de golpe, ya que podrían pegarse entre sí. Muévelas con una cuchara de madera a medida que caen al caldo para que se separen bien. Cocina entre 5 y 7 minutos, hasta que las pantrucas suban a la superficie y estén tiernas al probarlas. Durante este proceso, la sopa se volverá más espesa y cremosa gracias a la harina que suelta la masa; si prefieres una consistencia más ligera, puedes añadir un poco más de agua caliente o caldo. En este punto, el aroma del sofrito, la carne y la masa cocida llenará la cocina de un olor inconfundible: el de la comida casera chilena.
  6. Terminar con el huevo: Cuando las pantrucas estén cocidas, retira la olla del fuego. Bate ligeramente un huevo en un pequeño bol y viértelo en forma de hilo dentro de la sopa caliente, revolviendo suavemente con un tenedor o cuchara. El calor del caldo cocerá el huevo sin que se formen grumos grandes, dando una textura aterciopelada y un color ligeramente más pálido al caldo. Si prefieres la versión más tradicional del campo, también puedes agregar el huevo entero sin batir, dejando que se cocine pochado dentro de la sopa por unos minutos. Ambas opciones son válidas y dependen del gusto familiar.
  7. Servir y disfrutar: Sirve las pantrucas bien calientes en platos hondos, procurando que cada porción tenga un poco de todo: caldo, carne, papas y varias pantrucas. Espolvorea encima cilantro o perejil fresco picado y una pizca de merkén o ají seco si te gusta el toque picante. Acompaña con pan amasado o marraqueta recién horneada, y disfruta de un plato que resume la esencia de la cocina chilena tradicional: sencilla, generosa y llena de sabor. Si te sobra, puedes guardar la sopa en el refrigerador por hasta 2 días; al recalentarla, agrega un poco de agua caliente para devolverle su textura original.