Sopa de capirotadas
La Sopa de Capirotadas es un plato tradicional de Honduras, elaborado con bolitas de masa y queso que se fríen hasta dorarse y luego se sumergen en un caldo casero lleno de sabor. Este delicioso platillo, típico de la Cuaresma, tiene su origen en las costumbres hondureñas de preparar comidas sin carne durante la Semana Santa, convirtiéndose en una receta económica, nutritiva y reconfortante. Su combinación de ingredientes sencillos como maíz, tomate, culantro y especias crea una sopa ligera pero sustanciosa, perfecta para disfrutar en días fríos o lluviosos.
Preparar esta sopa al estilo hondureño es revivir una tradición que une familias alrededor de la mesa. Las capirotadas, suaves por dentro y crujientes por fuera, absorben los sabores del caldo, logrando un equilibrio ideal entre textura y gusto. Con su historia y sabor inconfundible, la Sopa de Capirotadas se mantiene como una joya gastronómica de Honduras, representando la esencia de la cocina casera centroamericana.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 25 minutos
- Tiempo de cocinado: 35 minutos
- Tiempo total: 1 hora
- Raciones: 6 porciones
- Categoría: Sopas tradicionales
- Tipo de cocina: Hondureña
- Calorías por ración: 280 kcal
Ingredientes
Para las capirotadas
- 2 tazas de harina de maíz (Maseca o masa tradicional)
- 1 libra de queso semi seco o quesillo rallado (puedes mezclar con un poco de queso para derretir)
- 1 huevo
- 1 taza de agua (aproximadamente, ajustar según textura)
- Sal al gusto
- Aceite vegetal (para freír)
Para el caldo
- 2 litros de agua o caldo de pollo (si prefieres más sabor)
- 5 tomates maduros
- ½ cebolla
- 1 diente de ajo
- ½ chile dulce o pimiento verde
- 1 ramito de culantro ancho o cilantro fresco
- 2 cucharadas de aceite vegetal
- 1 cucharadita de achiote disuelto en un poco de agua
- ½ cucharadita de comino (opcional)
- Sal y pimienta al gusto
- 1 cucharadita de consomé de pollo (opcional)
- 4 o 5 cucharadas de harina de maíz disuelta en ½ taza de agua (para espesar la sopa)
Para acompañar
- Arroz blanco cocido
- Limón y chile al gusto
Como hacer Sopa de capirotadas
- Preparar la masa y formar las capirotadas: En un tazón grande, mezcla la harina de maíz con el queso rallado y el huevo. Agrega poco a poco el agua hasta obtener una masa suave, firme y manejable. Amasa bien durante unos minutos para integrar los ingredientes. Si la masa se pega mucho, añade un poco más de harina; si está seca, un chorrito más de agua. Deja reposar la masa unos 15 a 20 minutos para que tome mejor consistencia, luego forma bolitas o tortitas medianas (puedes rellenarlas con un poco más de queso si lo deseas para que queden fundentes al centro).
- Freír las capirotadas: Calienta suficiente aceite en una sartén a fuego medio. Fríe las capirotadas hasta que estén doradas por ambos lados, cuidando de no quemarlas. Sácalas y colócalas sobre papel absorbente para retirar el exceso de grasa. Este paso es clave para que no se deshagan en la sopa y mantengan su textura suave por dentro y firme por fuera.
- Preparar el caldo base: En una olla grande, calienta las dos cucharadas de aceite y sofríe la cebolla, el ajo y el chile dulce picados finamente hasta que estén ligeramente transparentes. Agrega los tomates en cubos y deja cocinar unos minutos hasta que se forme una salsa. Incorpora el achiote disuelto, el consomé, sal, pimienta y comino al gusto. Luego añade los dos litros de agua (o caldo) y deja hervir unos 10 minutos para que los sabores se integren.
- Espesar y dar cuerpo a la sopa: Disuelve las 4 o 5 cucharadas de harina de maíz en media taza de agua fría hasta que no queden grumos (debe quedar como “leche”). Agrégala lentamente al caldo hirviendo mientras remueves para evitar que se formen grumos. Cocina unos minutos más hasta que el caldo adquiera una textura ligeramente espesa y cremosa. Este paso es esencial para lograr la consistencia tradicional de la sopa de capirotadas.
- Incorporar las capirotadas y finalizar: Agrega el culantro ancho picado y las capirotadas fritas a la olla. Deja hervir suavemente por unos 5 minutos para que absorban el sabor del caldo sin deshacerse. Luego apaga el fuego, tapa la olla y deja reposar unos 10 minutos antes de servir; esto permite que la textura se asiente y los sabores se fusionen.
- Servir y acompañar: Sirve la sopa caliente, procurando incluir varias capirotadas en cada plato. Puedes acompañarla con arroz blanco, unas gotas de limón y un toque de chile picante si te gusta el contraste. Esta sopa es ideal para Cuaresma o para los días en que deseas un plato sin carne, lleno de sabor y tradición casera.