Sopa de caracol
La Sopa de Caracol es uno de los platos más emblemáticos de la gastronomía de Honduras, especialmente en la costa norte del país. Su sabor combina la cremosidad del coco, el toque tropical del banano verde y la textura suave del caracol, creando una experiencia única que refleja la esencia del Caribe hondureño. Este delicioso plato, de raíces garífunas, nació en las comunidades costeras donde la pesca es el sustento diario, y con el tiempo se convirtió en un símbolo de identidad y orgullo nacional.
La sopa de caracol hondureña es una receta tradicional, rica en historia y sabor, considerada una joya de la comida típica del país. Preparada con ingredientes naturales como yuca, plátano y leche de coco, representa la fusión de culturas que dieron origen a la cocina original hondureña. Hoy, este plato no solo conquista paladares locales, sino que también destaca internacionalmente como uno de los sabores más auténticos de Honduras.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 25 minutos
- Tiempo de cocinado: 45 minutos
- Tiempo total: 1 hora 10 minutos
- Raciones: 6 porciones
- Categoría: Sopas y caldos
- Tipo de cocina: Hondureña
- Calorías por ración: 480 kcal
Ingredientes
- 2 libras (900 g) de caracol fresco
- 4 tazas de leche de coco (de 2 cocos rallados o enlatada)
- 4 tazas de agua o caldo de pescado/pollo
- 2 libras (900 g) de yuca amarilla, pelada y cortada en trozos
- 2 bananos verdes o plátanos verdes, pelados y en rodajas
- 3 zanahorias, peladas y picadas
- 2 cebollas grandes, finamente picadas
- 2 chiles o pimientos verdes, picados
- 2 tomates medianos, sin semillas y picados
- 3 dientes de ajo, triturados
- ½ taza de culantro fino (cilantro) picado
- ½ taza de culantro ancho (recao) picado
- 1 cucharadita de achiote o aceite de achiote (annatto)
- 1 cucharadita de comino molido
- 2 cubitos de consomé de pollo o 2 cucharaditas de consomé en polvo
- 1 cucharadita de pimienta negra
- Sal al gusto
- 1 ají o chile habanero entero (opcional)
- 2 limones (su jugo)
- 2 cucharadas de aceite vegetal o de coco
Como hacer Sopa de Caracol
- Preparar el caracol: Lava muy bien el caracol con agua y jugo de limón para eliminar cualquier impureza o residuo marino. Golpea suavemente cada trozo con un mazo de cocina o un ablandador de carne, ya que esta acción rompe las fibras y evita que el caracol quede duro durante la cocción. Córtalo en trozos medianos y reserva en un recipiente con un poco de agua con limón hasta el momento de usarlo. Si no consigues caracol fresco, puedes usar caracol enlatado o incluso almejas o pulpo tierno, que aportan una textura y sabor similares. Este paso es clave, ya que el secreto de una buena sopa está en lograr que el caracol quede tierno y no gomoso.
- Hacer el sofrito base: En una olla grande o caldero, calienta el aceite a fuego medio. Agrega la cebolla, el ajo, los chiles y los tomates, y sofríelos lentamente durante unos minutos hasta que la cebolla se vuelva translúcida y desprenda su aroma dulce. Añade el achiote, el comino, los cubitos de consomé y una pizca de pimienta negra, removiendo para que las especias se integren con las verduras. Este sofrito es la base de sabor de toda la sopa, y un buen sofrito garantiza una sopa aromática y equilibrada. Si deseas realzar el color, puedes usar un poco más de achiote o aceite de annatto, que aportará un tono dorado característico.
- Incorporar las raíces y las verduras: Cuando el sofrito esté bien sazonado, añade la yuca y la zanahoria. Revuelve bien para que se impregnen de los sabores del sofrito y deja cocinar unos minutos. Luego, vierte las cuatro tazas de agua o caldo de pescado caliente y mezcla. Cocina a fuego medio durante unos veinte o veinticinco minutos, hasta que las raíces estén casi suaves. Si tienes la oportunidad, prepara un caldo casero con cabezas y espinas de pescado, ya que esto potenciará el sabor del mar y hará que la sopa sea aún más auténtica. Este paso es importante para desarrollar profundidad y dar cuerpo al caldo antes de incorporar los ingredientes finales.
- Añadir la leche de coco y los bananos: Agrega la leche de coco, remueve suavemente y deja que la mezcla hierva a fuego lento durante diez minutos, permitiendo que el líquido adquiera cuerpo y aroma. Luego incorpora los bananos verdes en rodajas, cuidando que queden bien sumergidos. Cocina hasta que los bananos estén tiernos pero firmes, lo que tomará unos siete u ocho minutos. El banano verde aporta una textura cremosa y un sabor ligeramente dulce que equilibra la intensidad del coco. Si prefieres una consistencia más espesa, puedes aplastar algunos trozos de yuca dentro de la sopa antes de añadir el caracol.
- Integrar el caracol y los toques finales de sabor: Cuando las verduras estén listas, incorpora el caracol picado y el chile habanero entero sin partir. Cocina a fuego bajo durante cinco minutos, solo el tiempo suficiente para que el caracol se impregne de los sabores del caldo. No lo cocines por más tiempo, ya que podría endurecerse. En este punto, puedes ajustar la sazón con sal, pimienta y, si lo prefieres, un poco más de consomé. Apaga el fuego y deja reposar la sopa tapada por unos minutos; el calor residual terminará de cocinar el caracol y concentrará los aromas. Este breve reposo es fundamental para que los sabores se asienten y la textura del caracol sea perfecta.
- Finalizar con hierbas frescas y cítricos: Retira el chile habanero y añade el culantro fino, el culantro ancho y el jugo fresco de los limones. Mezcla suavemente para que las hierbas liberen su aroma en el caldo caliente. Este paso aporta un contraste refrescante que realza la cremosidad del coco. La combinación del ácido del limón y el perfume del culantro transforma la sopa en un plato equilibrado, con un sabor profundo pero ligero. Si deseas un toque más tropical, puedes añadir unas gotas de jugo de naranja agria o un poco de ralladura de limón antes de servir.
- Servir al estilo hondureño: Sirve la sopa bien caliente en platos hondos o de barro, asegurando que cada porción tenga trozos de caracol, yuca y banano. Acompaña con tortillas de maíz recién hechas, arroz blanco o pan de coco, y si gustas, un poco de chile picante casero al lado. En la costa norte de Honduras, muchas familias también la sirven con tajadas de plátano frito y rodajas de aguacate. Este plato es un símbolo de hospitalidad y orgullo cultural, y cada cucharada recuerda el sabor del Caribe hondureño en su máxima expresión.