Ayote en miel
El ayote en miel, también conocido como ayote en dulce, es uno de los postres más tradicionales y queridos en Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, especialmente durante el Día de Todos los Santos y la Cuaresma. Su preparación sencilla combina el dulzor natural del ayote o calabaza con el aroma de la canela, la profundidad del piloncillo o panela, y un toque especiado que lo convierte en un símbolo de las celebraciones familiares y religiosas de la región. Este delicioso postre no solo es una tradición, sino también una forma de mantener viva la herencia gastronómica centroamericana.
Cocinar ayote en dulce es revivir las recetas de antaño que se preparaban lentamente al fuego, dejando que el azúcar y las especias formen una miel espesa y brillante. Cada trozo de calabaza queda impregnado del sabor cálido de la canela y del perfume del piloncillo, creando un postre casero lleno de historia, dulzura y sabor auténtico que sigue conquistando paladares generación tras generación.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 20 minutos
- Tiempo de cocinado: 1 hora
- Tiempo total: 1 hora 20 minutos
- Raciones: 6 porciones
- Categoría: Postre tradicional
- Tipo de cocina: Centroamericana
- Calorías por ración: 220 kcal
Ingredientes
- 1 ayote mediano (1.2 a 1.8 kg aprox.)
- 350 g de panela, rapadura o piloncillo
- 1 ½ taza de agua
- 2 ramas de canela
- 3 clavos de olor
- 3 granos de pimienta gorda (pimienta de Jamaica)
- 1 trocito de jengibre fresco (2 a 3 cm)
- 1 pizca de sal
Como hacer Ayote en miel
- Preparar el ayote: Primero, lava bien el ayote entero con abundante agua para eliminar cualquier impureza de la cáscara. Corta los extremos y pártelo por la mitad con cuidado. Con una cuchara, retira las semillas y los filamentos del centro. Luego corta el ayote en trozos medianos, de unos 4 a 6 centímetros de grosor, procurando que sean del mismo tamaño para una cocción pareja. No es necesario pelarlo: la receta tradicional se cocina con cáscara, y se coloca con la cáscara hacia arriba durante la cocción para que no se deshaga. Si el ayote es muy duro, puedes precocerlo unos minutos en agua hirviendo para ablandarlo ligeramente, pero sin dejar que pierda forma ni color.
- Preparar la miel base: En una olla amplia y de fondo grueso, coloca la panela cortada en trozos pequeños junto con el agua. Agrega las ramas de canela, los clavos de olor, la pimienta gorda, el jengibre laminado y una pizca de sal. Lleva la olla al fuego bajo y remueve ocasionalmente con una cuchara de madera hasta que la panela se disuelva por completo. Este paso es clave: un fuego bajo evita que el dulce se queme o se pegue al fondo. La idea es formar un jarabe espeso, oscuro y aromático, que servirá de base para cocinar el ayote.
- Cocinar el ayote en miel: Una vez disuelta la panela y el jarabe esté ligeramente burbujeante, coloca una capa de trozos de ayote dentro de la olla, con la cáscara hacia arriba. Acomódalos sin apretarlos demasiado para que el jarabe circule entre ellos. Si la olla es alta, puedes hacer una segunda capa encima, vertiendo un poco del jarabe entre una y otra. Añade un poco más de agua si notas que el líquido no llega al menos a la mitad de los trozos. Luego, tapa la olla dejando una pequeña rendija para que escape el vapor, y cocina a fuego muy bajo durante aproximadamente una hora. Durante la cocción, revisa cada 10 o 15 minutos para asegurarte de que el jarabe no se esté pegando. Si ves que se espesa demasiado, agrega unas cucharadas de agua caliente. La clave está en la paciencia: una cocción lenta permitirá que el ayote absorba la miel sin romperse ni volverse puré.
- Reducir y caramelizar la miel: Cuando el ayote esté suave al pincharlo con un tenedor y la miel haya tomado un color oscuro y brillante, destapa la olla para permitir que el líquido se reduzca un poco más. Sube ligeramente el fuego y deja que hierva sin tapa durante unos minutos, siempre vigilando para que el azúcar no se queme. Si notas que la miel cubre bien el dorso de una cuchara o cae en forma de hilo fino, significa que está lista. Los trozos deben verse brillantes, suaves y bañados en el jarabe espeso.
- Reposar y servir: Apaga el fuego y deja reposar el ayote unos minutos dentro de la olla, para que los sabores se asienten y la miel espese aún más al enfriarse. Sirve caliente en pocillos o platos hondos, bañando cada trozo con abundante miel. También puedes dejarlo enfriar y disfrutarlo como postre frío. Su sabor mejora con el reposo, y puede conservarse en refrigeración por varios días. Si la miel se espesa demasiado al guardarlo, basta con calentarlo nuevamente a fuego bajo para devolverle su textura original.