Peperecha salvadoreña
Las peperechas salvadoreñas son un clásico pan dulce de El Salvador, muy apreciado por su colorido y su sabor casero. Este delicioso pan se disfruta a cualquier hora, pero especialmente con el café de la tarde, cuando el aroma a jalea de piña y panela recién horneada llena el hogar. Su superficie cubierta de azúcar roja es su sello distintivo y su origen se remonta a la época de nuestras abuelas, cuando se les llamaba “peperechas” a las mujeres que usaban los labios pintados de rojo intenso, una historia que hoy forma parte del folclore gastronómico salvadoreño.
De este pan tradicional se elaboran dos tipos: las peperechas, decoradas con azúcar teñida de rojo, y las honradas, que llevan solo azúcar blanca. Ambas representan el ingenio y la picardía del pueblo salvadoreño, reflejando cómo incluso en la cocina se conserva el humor y la identidad cultural del auténtico pan salvadoreño, dulce, cálido y lleno de historia.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 40 minutos
- Tiempo de cocinado: 35 minutos
- Tiempo total: 1 hora y 15 minutos
- Raciones: 12 porciones
- Categoría: Pan dulce tradicional
- Tipo de cocina: Salvadoreña
- Calorías por ración: 280 kcal
Ingredientes
Para la masa
- 1 libra (450 g) de harina de trigo todo uso
- 8 onzas (225 g) de manteca vegetal o de cerdo
- 5 onzas (140 g) de azúcar
- ½ cucharada (5 g) de levadura seca activa
- ½ taza (120 ml) de agua tibia
- 1 cucharadita (5 g) de polvo para hornear
- ½ cucharadita de sal
- 4 cucharadas de afrecho (opcional, para textura rústica)
Para el relleno
- 1 taza de jalea de piña espesa
- ½ taza de dulce de panela rallado o troceado fino
Para decorar
- ¼ taza de azúcar blanca
- Colorante rojo vegetal
Como hacer Peperecha salvadoreña
- Colorear el azúcar: En un tazón pequeño, coloca el azúcar blanca y añade unas gotas de colorante rojo vegetal, mezclando con una cuchara hasta que quede de un tono rojo uniforme. Si el colorante es en gel, disuélvelo primero con unas gotas de agua para que se reparta mejor. El azúcar teñida debe quedar completamente seca y suelta; si queda húmeda, extiéndela unos minutos al aire para secarla antes de usarla. Reservar este azúcar rojo para decorar al final es una tradición importante en las peperechas, pues le da ese aspecto festivo tan característico.
- Activar la levadura: En una taza mezcla el agua tibia con una cucharadita del azúcar medida y espolvorea la levadura seca encima. Revuelve ligeramente y deja reposar de 5 a 10 minutos hasta que empiece a espumar. Este paso es esencial para asegurar que la levadura está viva y activa. El agua debe estar tibia, nunca caliente, porque el exceso de calor puede matar la levadura. Si la mezcla no hace burbujas, repite el proceso con levadura nueva.
- Mezclar los ingredientes secos: Mientras la levadura reposa, coloca la harina en un recipiente grande y agrégale el polvo de hornear, la sal y el afrecho si decides usarlo. Mezcla con las manos o con una espátula hasta que todos los ingredientes secos estén bien integrados. El afrecho, aunque opcional, aporta un sabor más casero y una textura ligeramente más firme, típica de las peperechas de panadería tradicional salvadoreña.
- Formar la masa: Haz un hueco en el centro de la mezcla de harina y vierte la levadura espumosa junto con el resto del azúcar y la manteca. Con las manos comienza a integrar desde el centro hacia los bordes hasta formar una masa. Si sientes la masa demasiado seca o quebradiza, añade agua poco a poco, una cucharada a la vez, hasta que se vuelva suave y manejable. La textura ideal es lisa, flexible y que no se pegue en las manos. Amasa unos minutos hasta obtener una consistencia uniforme. Este proceso es clave para lograr que las peperechas queden esponjosas pero firmes al hornear.
- Dejar reposar la masa: Cuando la masa esté lista, forma una bola y cúbrela con un paño limpio. Déjala reposar durante 20 minutos a temperatura ambiente. Este reposo permite que la levadura actúe y que el gluten se relaje, lo que facilita estirarla después sin que se contraiga. Durante este tiempo, puedes preparar la jalea de piña si es casera, cocinando piña picada con azúcar hasta obtener una jalea espesa y brillante.
- Estirar la primera capa: Pasado el reposo, divide la masa en dos partes iguales. Espolvorea harina sobre una superficie limpia y coloca una mitad de la masa. Con un rodillo, estírala hasta obtener un rectángulo de aproximadamente medio centímetro de grosor. Procura que la masa quede pareja, sin grietas ni zonas delgadas para que el relleno no se escape durante el horneado. Engrasa ligeramente una bandeja o molde rectangular y coloca esta primera lámina sobre ella.
- Rellenar con la jalea y la panela: Sobre la masa extendida en la bandeja, unta una capa uniforme de jalea de piña, cubriendo toda la superficie pero dejando un pequeño margen en los bordes. Luego espolvorea encima el dulce de panela rallado o troceado muy fino para que se funda mejor al hornearse. La combinación de la jalea y el dulce aporta ese sabor dulce y ligeramente acaramelado que distingue a las peperechas auténticas. Es importante que la jalea no esté líquida, sino espesa, para que no humedezca la masa.
- Cubrir con la segunda capa de masa: Toma la segunda mitad de la masa, enharina nuevamente la superficie y estírala con el rodillo al mismo tamaño que la primera. Coloca cuidadosamente esta lámina sobre el relleno y ajusta los bordes con los dedos para sellar sin presionar demasiado. Si sobresale un poco de masa, recorta el exceso con un cuchillo. La capa superior debe quedar lisa y bien adherida a la base, cubriendo completamente la jalea y la panela.
- Cortar y decorar antes de hornear: Espolvorea generosamente el azúcar roja sobre toda la superficie de la masa. Luego, con un cuchillo afilado o espátula, marca o corta suavemente las porciones del tamaño que desees, ya sean rectángulos o cuadrados. Este paso debe hacerse antes de hornear, porque si se corta después, el dulce endurecido puede quebrarse o hacer difícil separar las piezas. Las peperechas se caracterizan por ese toque rojo brillante y su forma marcada antes del horneado.
- Hornear y enfriar: Lleva la bandeja al horno precalentado a 350°F (175°C) y hornea durante 30 a 35 minutos, o hasta que la superficie esté ligeramente dorada y firme al tacto. Durante el horneado, el aroma a piña y panela llenará la cocina, una señal de que están listas. Retira del horno y deja reposar unos minutos antes de separarlas completamente, ya que el relleno estará caliente y pegajoso. Si esperas demasiado, el dulce se endurecerá y costará cortarlas. Una vez frías, guárdalas en un recipiente hermético para conservar su textura suave por varios días.