Perico venezolano
El perico venezolano es un plato tradicional que forma parte esencial del desayuno en Venezuela, donde se disfruta acompañado de una buena arepa recién hecha. Su origen se relaciona con preparaciones españolas como los “huevos a la perica”, un revuelto con sofrito que llegó a América y evolucionó hasta convertirse en una receta profundamente criollo. Con el tiempo, los venezolanos adoptaron esta técnica y la transformaron en un revuelto vibrante y multicolor, preparado con huevos, cebolla, tomate, ají dulce y otros ingredientes que varían según la región. Esta mezcla de sabores define parte de la historia culinaria del país y refleja la creatividad de su gente.
Hoy en día, el perico venezolano destaca como uno de los desayunos más populares y reconfortantes, tanto por su sencillez como por su sabor casero. Además de ser nutritivo y versátil, se ha convertido en un símbolo gastronómico que forma parte del día a día en Venezuela, manteniéndose vigente por generaciones gracias a su preparación fácil y al característico toque criollo que lo distingue.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 5 minutos
- Tiempo de cocinado: 10 minutos
- Tiempo total: 15 minutos
- Raciones: 4 porciones
- Categoría: Desayuno
- Tipo de cocina: Venezolana
- Calorías por ración: 250 kcal
Ingredientes
- 3 cucharadas aceite vegetal
- 1 cucharada mantequilla
- ½ taza cebolla
- ¼ taza cebollín
- 1–2 dientes de ajo
- ¼ taza pimentón
- 3 tomates maduros
- 1 ají dulce
- 6 huevos
- ¼ taza leche (opcional)
- ½ cucharadita sal
- 1/8 cucharadita pimienta negra
- 1 cucharadita perejil o cilantro (opcional)
Como hacer Perico venezolano
- Preparar la base del sofrito: En este paso se comienza calentando el aceite y la mantequilla en una sartén amplia a fuego medio. Cuando esté caliente, se añade la cebolla, el cebollín, el ajo, el pimentón y el ají dulce, todos previamente picados en cubitos finos para que se cocinen de manera uniforme. Es importante sofreír a fuego medio durante unos minutos hasta que la cebolla se torne tierna y transparente, ya que este punto libera la dulzura natural del sofrito, que es fundamental en un perico venezolano auténtico. En este proceso se recomienda evitar que el ajo se queme para no generar amargor. Este paso define el sabor base, así que la cocción lenta y cuidada es clave.
- Integrar el tomate y concentrar el sofrito: Una vez que el sofrito inicial está fragante y la cebolla suave, se incorpora el tomate previamente pelado, sin semillas y picado muy fino. A medida que el tomate se calienta, comenzará a soltar su jugo, y es importante dejar que reduzca poco a poco. Se cocina de 4 a 6 minutos hasta obtener una mezcla jugosa pero no aguada, una característica esencial del perico tradicional. En las versiones más clásicas, se prefiere que el sofrito quede ligeramente seco cuando se va a usar como relleno de arepas, mientras que para servir en plato se puede dejar un punto más jugoso. Este paso también permite que el ají dulce aporte su aroma característico, considerado por muchos como la esencia del sabor venezolano.
- Batir y sazonar los huevos: En un tazón se baten ligeramente los huevos junto con la sal, la pimienta y, si se desea, la leche. No se recomienda sobrebatirlos porque el perico se caracteriza por una textura suave y suelta. La leche es un truco tradicional para obtener un resultado más cremoso y aireado; sin embargo, cuando el perico se utilizará como relleno de arepas, algunos cocineros prefieren omitirla para lograr una textura más firme. En este punto también se puede añadir perejil o cilantro picado si se desea un toque fresco, aunque no es obligatorio en la versión más clásica.
- Incorporar los huevos al sofrito: Con el sofrito ya cocido y fragante, se baja un poco el fuego a medio-bajo y se vierten los huevos batidos directamente sobre la sartén. Se comienza a mezclar suavemente con una espátula o cuchara de madera, cuidando que los huevos vayan cuajando de manera uniforme sin secarse demasiado rápido. El movimiento debe ser continuo si se busca un perico más seco o más espaciado si se desea una textura jugosa. Esta fase requiere vigilancia constante para evitar que los huevos se peguen o se resequen, ya que el perico tradicional debe quedar bien cocido pero suelto. El color amarillo con vetas rojas del tomate y verdes del pimentón y el cebollín es parte de su identidad visual.
- Finalizar, ajustar y servir: Cuando los huevos han alcanzado la consistencia deseada, se retira la sartén del fuego y se prueba la sazón para ajustar sal o pimienta si es necesario. En este punto se puede añadir un toque extra de mantequilla si se desea realzar la suavidad del plato, un truco casero muy común. El perico debe servirse de inmediato, ya sea en plato acompañado de arepas, pan canilla, queso fresco y aguacate, o directamente como relleno dentro de una arepa. La textura final depende del uso: más jugoso para servir al plato y más seco si se emplea como relleno, algo que forma parte de la tradición del desayuno venezolano.