Enredos de yuca

Enredos de yuca
Receta de Enredos de yuca

Los enredos de yuca son uno de los aperitivos más queridos y tradicionales de las ferias y celebraciones populares salvadoreños, donde su sencillez y su irresistible textura frita los convierten en un antojito infaltable. Este clásico de El Salvador también es apreciado en países vecinos como Honduras, Nicaragua y Guatemala, donde la yuca ha sido parte esencial de la cocina centroamericana por generaciones. Su forma característica de pequeño enrollado de yuca y su exterior crujiente hacen que sean perfectos para disfrutar en cualquier momento del día, ya sea solos o acompañados de curtido o una salsa casera.

Su origen se remonta a recetas transmitidas de familia en familia, donde se preparaban con cariño para compartir durante festividades nacionales, mercados y ferias patronales. Más que un simple bocadillo, los enredos representan identidad, tradición y el sabor auténtico de la gastronomía de El Salvador. Con esta receta casera podrás preparar enredos frescos, dorados y sabrosos, conservando ese gusto clásico que ha conquistado a tantas generaciones en toda la región.

Información de la receta

  • Tiempo de preparación: 15 minutos
  • Tiempo de cocinado: 15 minutos
  • Tiempo total: 30 minutos
  • Raciones: 8-10 enredos
  • Categoría: Aperitivo
  • Tipo de cocina: Salvadoreña
  • Calorías por ración: 220 kcal

Ingredientes

  • 1 libra de yuca
  • 1 cucharadita de polvo de hornear
  • Sal al gusto
  • Pimienta al gusto
  • 2 tazas de aceite para freír
  • 1 huevo (opcional)

Como hacer Enredos de yuca

  1. Preparar la yuca: Pele la yuca retirando toda la cáscara exterior y enjuáguela muy bien para quitar el exceso de leche, ya que si no se lava lo suficiente puede oscurecerse durante la preparación. Corte la yuca en trozos manejables y asegúrese de revisar si la yuca tiene demasiada humedad; si viene muy tierna no necesita exprimirla luego, pero si está muy aguada será conveniente retirar un poco del líquido más adelante para que la masa no quede demasiado blanda.
  2. Rallar y ajustar la textura: Ralle toda la yuca usando la parte gruesa del rallador hasta obtener una masa uniforme. Si la yuca queda con demasiada agua después de rallarla, exprímala suavemente con las manos o con un paño, sin quitar toda la humedad, solo la suficiente para que la masa no quede muy mojada. Este ajuste evita que los enredos se deshagan al freírse y ayuda a que doren de manera pareja.
  3. Sazonar y mejorar la mezcla: Agregue sal, pimienta y el polvo de hornear a la yuca rallada, mezclando muy bien con las manos hasta integrar todos los ingredientes. Si desea que los enredos queden menos tostados y un poco más suaves por dentro, puede añadir un huevo en este paso y mezclar hasta que desaparezca completamente en la masa. El polvo de hornear aporta una textura más ligera, pero también es opcional según la tradición de cada familia.
  4. Dar forma a los enredos: Tome porciones pequeñas de la masa con las manos y forme bolitas compactas para asegurarse de que no se quiebren al freír. Después aplástelas ligeramente para darles la forma ovalada clásica de los enredos. Procure que todas las piezas tengan un tamaño similar para que se cocinen al mismo ritmo y queden uniformemente doradas.
  5. Freír y lograr el dorado perfecto: Caliente el aceite durante unos minutos hasta que esté bien caliente, ya que si el aceite no alcanza la temperatura adecuada los enredos absorberán más grasa. Coloque los enredos con cuidado en el aceite caliente y fríalos hasta que estén dorados por todos lados, volteándolos si es necesario para que doren de manera pareja. Si agregó huevo a la mezcla, notará que toman un color ligeramente menos tostado; esto es normal y parte de la variación tradicional. Cuando estén listos, retírelos y colóquelos sobre papel toalla para eliminar el exceso de aceite.
  6. Servir calientes: Sirva los enredos inmediatamente, mientras aún están calientes y crujientes. Tradicionalmente se acompañan con curtido o salsa roja, aunque también combinan perfectamente con chile, limón y sal. Si desea una experiencia más auténtica, sírvalos recién hechos, ya que la textura exterior pierde su crocancia al enfriarse.