Enyucado

Enyucado tradicional
Receta de Enyucado tradicional del Caribe

El enyucado es un pastel tradicional profundamente arraigado en la gastronomía del Caribe, especialmente en países como Colombia, Panamá y Costa Rica, donde forma parte esencial de la identidad culinaria de cada región. Elaborado a base de yuca, coco, anís y queso, este dulce refleja la herencia indígena y afrodescendiente que ha dado forma a uno de los postres más emblemáticos del litoral. Transmitido de generación en generación, su presencia en playas, mercados, plazas y ferias —muchas veces ofrecido por palenqueras y cocineras tradicionales— mantiene viva una preparación ancestral que simboliza la cultura costera.

Además de su profundo arraigo cultural, el enyucado destaca por su versatilidad y su equilibrio entre lo dulce y lo salado. Su textura suave y melcochuda, junto con su característico aroma anisado, lo convierten en un postre irresistible que puede disfrutarse tibio o frío, acompañado de café, como dulce casero o incluso como guarnición en platos de mar. Prepararlo al horno y, en su versión colombiana, con buen queso costeño, garantiza un resultado auténtico y lleno de sabor que sigue conquistando paladares en todo el Caribe.

Información de la receta

  • Tiempo de preparación: 45 minutos
  • Tiempo de cocinado: 1 hora 30 minutos
  • Tiempo total: 2 horas 15 minutos
  • Raciones: 20 porciones
  • Categoría: Postre
  • Tipo de cocina: Caribe
  • Calorías por ración: 250 kcal

Ingredientes

  • 3 kg de yuca
  • 1 coco grande
  • 500–700 g de queso costeño
  • ½ kg de azúcar o 1 panela
  • 125 g de mantequilla
  • 1 cucharadita de anís en grano o molido
  • 50–150 ml de leche
  • 1 pizca de sal
  • Hojas de bijao o plátano (opcional)
  • Mantequilla extra para el molde

Como hacer Enyucado

  1. Preparación inicial de todos los ingredientes: Pela toda la yuca y mantenla en agua para que no se oscurezca mientras trabajas los demás ingredientes. Abre el coco, retira el agua y resérvala, y luego extrae toda la pulpa. Ralla primero el queso, después el coco y por último la yuca; este orden facilita la mezcla posterior y conserva la textura tradicional que se busca en un buen enyucado. Aunque puedes usar procesador, la textura rallada fina da un resultado más auténtico y ayuda a que la mezcla quede uniforme. Si utilizas panela en lugar de azúcar, tritúrala o rállala para que se incorpore sin grumos.
  2. Formación de la mezcla base: En una palangana grande coloca la yuca rallada, el coco rallado y el queso rallado. Mezcla usando las manos para integrar bien, ya que este método permite sentir la humedad de la masa y corregirla más adelante si es necesario. Agrega el azúcar o la panela y continúa mezclando hasta que todo quede homogéneo. Esta base debe empezar a sentirse compacta pero no completamente apretada, porque la humedad adicional vendrá con los líquidos del siguiente paso.
  3. Ajuste de humedad y suavidad de la masa: Agrega la mantequilla derretida y mézclala bien para que se reparta por toda la preparación. Empieza a añadir el agua de coco que reservaste, lo cual aporta sabor y ayuda a humedecer la mezcla sin hacerla pesada. Si notas que aún está seca, incorpora poco a poco la leche hasta lograr una masa suave y blanda, pero nunca líquida. Si te pasas con el líquido, el enyucado tarda demasiado en hornear y pierde estructura, por lo que es mejor agregarlo lentamente. Si tu queso es poco salado, ajusta con una pizca de sal para lograr el contraste dulce-salado típico del Caribe.
  4. Aroma tradicional y equilibrio del sabor: Toma el anís en grano o molido y frótalo entre las manos antes de incorporarlo, ya que esto potencia su aroma y sabor. Mézclalo bien dentro de la masa para que quede distribuido de forma pareja. Este paso es clave, porque el anís define el carácter del enyucado auténtico y se debe sentir sin dominar demasiado. Si prefieres un toque más fuerte, puedes aumentar un poco la cantidad, pero lo clásico es la cucharadita justa. Aprovecha este momento para verificar el nivel de dulzor y sal, ya que la masa debe tener un sabor equilibrado antes de entrar al horno.
  5. Preparación del molde y colocación de la mezcla: Engrasa muy bien el molde con mantequilla, ya que el enyucado puede pegarse si se forma costra. Si usas hojas de bijao o plátano, colócalas cruzadas en el molde; además de darle un aspecto más tradicional, aportan un aroma que recuerda las preparaciones antiguas hechas en fogón. Vierte toda la mezcla en el molde y presiónala suavemente para nivelarla sin compactarla demasiado. El grosor ideal es de 4 a 5 cm, porque permite que se forme una corteza dorada en la superficie y que el interior quede suave y ligeramente melcochudo.
  6. Horneado apropiado y punto perfecto de cocción: Precalienta el horno a 180 °C (350 °F) y coloca el molde en la parte media. El tiempo puede variar entre 45 minutos y 1 hora y 30 minutos según tu horno y la humedad de la masa, así que debes vigilarlo. El enyucado estará listo cuando al introducir un cuchillo en el centro salga limpio y la superficie esté bien dorada por encima y también por la base. Ten presente que este postre tarda más que una torta normal porque la yuca necesita secarse y compactarse correctamente durante el horneado.
  7. Reposo, corte y servicio tradicional: Saca el enyucado del horno y déjalo reposar al menos 15–20 minutos para que termine de afirmarse y pueda cortarse sin desmoronarse. Córtalo en cuadros grandes, como es típico en la Costa Caribe, donde suele servirse tibio para resaltar su textura y aroma. Si deseas un acabado más goloso, puedes añadir un chorrito de leche condensada por encima justo antes de servir, aunque esto es opcional y no parte de la versión tradicional. Lo más clásico es disfrutarlo solo, acompañado de café o servido como postre en reuniones familiares.