Quimbolitos
  Los quimbolitos son un postre tradicional ecuatoriano con un profundo origen andino, heredado de las costumbres precolombinas y enriquecido con influencias coloniales. Esta delicia combina ingredientes autóctonos como el maíz con productos introducidos por los españoles, creando una masa suave y aromática que se cocina al vapor, envuelta en hojas de achira o plátano. Su preparación artesanal y su sabor delicado los han convertido en un símbolo de la repostería tradicional de la Sierra, donde aún se elaboran para celebraciones y reuniones familiares.
De textura esponjosa y aroma inconfundible, los quimbolitos se elaboran con mantequilla, huevos, azúcar, leche, jugo de naranja, harina de trigo y polvo de hornear, a menudo con un toque de pasas o queso. Este dulce típico de Ecuador se disfruta caliente, acompañado de café o chocolate, siendo ideal para el desayuno o la merienda. Su sabor único y su historia hacen de este postre uno de los más queridos del país.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 25 minutos
 - Tiempo de cocinado: 40 minutos
 - Tiempo total: 1 hora y 5 minutos
 - Raciones: 12 quimbolitos
 - Categoría: Postres
 - Tipo de cocina: Ecuatoriana
 - Calorías por ración: 290 kcal
 
Ingredientes
- 250 g mantequilla sin sal
 - 250 g azúcar
 - 9 huevos
 - 400 g queso fresco sin sal
 - 1 taza harina de maíz blanco
 - 1 taza harina de trigo
 - 1 cucharada polvo de hornear
 - 1 cucharadita esencia de vainilla
 - 1 cucharadita ralladura de limón o naranja
 - ½ taza pasas
 - 1 pizca sal
 - Hojas de achira
 
Como hacer Quimbolitos
- Preparar las hojas de achira: Comienza lavando cuidadosamente las hojas de achira con agua y sécalas con un paño limpio. Luego, pasa cada hoja por agua caliente o acércala brevemente al fuego para suavizar las fibras y evitar que se rompan al doblarlas. Retira el tallo central si es muy grueso. Este paso es importante porque las hojas suaves facilitarán el armado de los quimbolitos y además aportan el aroma característico del dulce tradicional.
 - Batir las claras a punto de nieve: Separa las claras de las yemas. Coloca las claras en un recipiente limpio, añade una pizca de sal y bátelas hasta que se formen picos firmes. Cuando empiecen a mantener su forma, incorpora dos cucharadas del azúcar total y continúa batiendo hasta obtener un merengue brillante y firme. Reservar el merengue te permitirá más adelante lograr una textura esponjosa y ligera, que es la clave del quimbolito perfecto.
 - Hacer la mezcla base de mantequilla y azúcar: En un bol grande, coloca la mantequilla y bátela con el azúcar restante durante unos cinco minutos, hasta que la mezcla se vea cremosa, blanquecina y con aire. Luego agrega las yemas una a una, sin dejar de batir, para que la masa quede uniforme. Este proceso de batido prolongado es esencial, ya que el aire que se incorpora en esta etapa es lo que hace que los quimbolitos queden suaves y esponjosos.
 - Incorporar los sabores y el queso: Una vez que la mezcla esté cremosa, agrega la esencia de vainilla y la ralladura de limón o naranja. Estos ingredientes aportan el perfume y sabor tradicional de los quimbolitos quiteños. A continuación, incorpora el queso fresco rallado y mezcla bien hasta que se integre completamente con la masa. El queso debe desmenuzarse fácilmente con los dedos o con un rallador grueso, para que se reparta de forma pareja sin dejar grumos grandes.
 - Agregar las harinas y el polvo de hornear: En otro recipiente mezcla la harina de maíz, la harina de trigo y el polvo de hornear. Luego ve incorporando estos ingredientes secos poco a poco en la mezcla anterior, batiendo a baja velocidad o con una espátula. No los agregues todos de golpe, ya que eso puede hacer que la masa pierda aire. Cuando la masa esté homogénea, deja de batir para evitar que se vuelva densa o pesada.
 - Incorporar el merengue con movimientos envolventes: Añade el merengue reservado en tres partes, usando una espátula y haciendo movimientos envolventes, del fondo hacia arriba. Es importante no batir, sino mezclar suavemente para conservar el aire y lograr una textura ligera. En este punto, la masa debe quedar espesa pero suave, con apariencia aireada y húmeda, similar a un bizcochuelo. Si está demasiado densa, puedes añadir una o dos cucharadas de leche o jugo de naranja para aligerarla.
 - Agregar las pasas y preparar los envoltorios: Escurre las pasas (si las remojaste en licor o agua tibia) y mézclalas suavemente en la masa o simplemente resérvalas para colocar encima de cada porción. Luego toma una hoja de achira, colócala con el lado opaco hacia arriba y pon en el centro dos o tres cucharadas de masa. Añade encima algunas pasas. Dobla los bordes laterales hacia el centro y luego los extremos hacia atrás, formando un paquete cerrado. Si la hoja es muy grande, puedes cortarla a la mitad para que los quimbolitos queden proporcionados.
 - Cocinar los quimbolitos al vapor: Coloca los quimbolitos en una vaporera o tamalera con el agua ya caliente y en ebullición. Acomódalos con el doblez hacia abajo, de modo que no se abran durante la cocción. Cubre con algunas hojas adicionales encima para conservar el vapor y tapa bien la olla. Cocina los quimbolitos durante 35 a 40 minutos, vigilando que el agua no se seque. Estarán listos cuando al insertar un palillo en el centro salga limpio y seco.
 - Reposar y servir: Una vez cocidos, apaga el fuego y deja reposar los quimbolitos dentro de la olla tapada por unos 10 minutos, para que terminen de asentar su textura. Luego retíralos con cuidado y sírvelos tibios dentro de su hoja. Son deliciosos acompañados de una taza de chocolate caliente, café pasado o leche. Si deseas conservarlos, puedes refrigerarlos en su hoja y recalentarlos al vapor antes de servir para que mantengan su suavidad y aroma.