Vigorón nicaragüense
El vigorón es uno de los platos más representativos de Nicaragua, una preparación fresca, sencilla y llena de carácter que forma parte de la identidad culinaria del país. Esta receta tradicional combina yuca hervida, chicharrón crujiente y un curtido vibrante elaborado con repollo, tomate, cebolla, chile y limón. Su sabor es tan auténtico como su origen, atribuido a María Luisa Cisneros Lacayo, conocida como “La Loca”, quien creó el plato en 1914 en la ciudad de Granada tras inspirarse en un afiche de un antiguo tónico medicinal. Desde entonces, el vigorón se ha convertido en un clásico callejero y casero, servido sobre hojas de plátano y disfrutado con las manos, como dicta la tradición nicaragüense.
A lo largo de los años, esta receta ha viajado por todo el país, dando lugar a variantes familiares y regionales, especialmente en la preparación del curtido que acompaña a la yuca. Su historia está profundamente ligada a la cultura popular, y su presencia en fiestas, mercados y hogares demuestra su importancia dentro de la gastronomía nicaragüense. Además, es un plato ideal para quienes desean descubrir sabores auténticos, fáciles de preparar y perfectos para compartir.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 15 minutos
- Tiempo de cocinado: 40 minutos
- Tiempo total: 55 minutos
- Raciones: 4 raciones
- Categoría: Comida callejera
- Tipo de cocina: Nicaragüense
- Calorías por ración: 500 kcal
Ingredientes
Para la yuca
- 1 kg yuca fresca
- 2 dientes de ajo
- Sal al gusto
- Agua suficiente/li>
Para el chicharrón
- 1 kg chicharrón de posta o cascarita
- 2 dientes de ajo para el chicharrón
- Jugo de 1 naranja agria o 1 limón
- Sal al gusto para el chicharrón
- Manteca de cerdo suficiente para freír
Para la ensalada de repollo
- ½ kg repollo
- 2 tomates
- ¼ cebolla blanca
- ¼ zanahoria (opcional)
- ¼ taza vinagre
- Sal al gusto para la ensalada
- 1 chile congo u otro chile picante (opcional)
Para servir
- Hojas de plátano u otro soporte para servir
Como hacer Vigorón nicaragüense
- Preparación de la yuca: Pela la yuca con cuidado y córtala en trozos grandes, procurando que todos tengan un tamaño similar para que se cocinen de manera uniforme. Coloca los trozos en una olla amplia, cúbrelos con agua y agrega los dientes de ajo junto con un poco de sal. Cocina a fuego medio-alto hasta que la yuca esté suave pero mantenga su forma; esto es importante porque si se cocina de más se deshace y pierde la textura firme que caracteriza al vigorón. Una vez cocida, retírala del agua, déjala reposar unos minutos y córtala en pedazos del tamaño de un bocado. Si encuentras alguna vena fibrosa en el centro, retírala para evitar que la textura final sea desagradable. Mantén la yuca tibia hasta el momento de ensamblar, ya que el vigorón se disfruta mejor con la yuca caliente.
- Preparación del chicharrón: Corta el chicharrón, si no viene cortado, en trozos pequeños que puedas comer de un solo bocado. Colócalos en un recipiente y mézclalos con el ajo machacado, el jugo de naranja agria o limón y un poco de sal. Permite que la carne repose durante aproximadamente una hora, lo que ayuda a que el sabor se adhiera y la grasa se derrita de forma más equilibrada al freír. Cuando haya reposado, escurre la marinada para evitar que el líquido salpique en la manteca caliente. Calienta la manteca en una olla o sartén profunda y fríe los trozos a fuego alto, moviéndolos constantemente para que se doren parejo y se vuelvan crujientes. El punto perfecto es cuando la piel queda tostada pero no dura, y la carne adquiere un color dorado intenso. Retíralos con una espumadera y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. Manténlos en un lugar tibio para que no pierdan su crocancia antes de servir.
- Preparación de la ensalada de repollo: Toma el repollo y córtalo muy fino, ya sea con cuchillo o utilizando una mandolina si quieres un resultado más uniforme; mientras más delgadas sean las tiras, mejor se mezclan con el resto de ingredientes y más tradicional queda la textura. Coloca el repollo picado en un recipiente grande, cúbrelo con agua fría y déjalo reposar unos diez minutos, ya que esto suaviza las fibras y elimina cualquier sabor fuerte. Luego escúrrelo bien. Pica los tomates en cuadritos, la zanahoria muy fina y la cebolla en pedazos muy pequeños; añádelos al repollo y mezcla ligeramente. Agrega el vinagre y la sal. Mezcla vigorosamente para que todo se impregne del aliño y deja reposar unos quince o veinte minutos, lo que permite que los sabores se integren. Si te gusta el picante, incorpora chile congo finamente picado; agrega solo un poco al inicio porque su picor es muy fuerte y una pequeña cantidad basta para aromatizar toda la ensalada.
- Ensamblaje del vigorón: Coloca una hoja de plátano previamente pasada por el fuego para suavizarla —o un plato, si no dispones de hojas— y forma una base con la yuca caliente. Añade encima una porción generosa de chicharrón, procurando colocar los trozos más crujientes en la parte superior para conservar su textura. Luego cubre todo con la ensalada de repollo bien aliñada, permitiendo que el jugo del repollo caiga ligeramente sobre la yuca, ya que esa mezcla de ácido, salado y crujiente es parte esencial del sabor del vigorón tradicional. Si deseas un toque más auténtico, acompaña con un chile congo entero al lado del plato, ya que en muchas zonas de Nicaragua se sirve así para quienes quieren un picor extra. El vigorón debe servirse inmediatamente para disfrutar la combinación de yuca caliente, chicharrón crujiente y ensalada fresca.