Yaniqueque

Yaniqueque
Receta de Yaniqueque

El Yaniqueque dominicano es una de las frituras más emblemáticas de las playas y calles de la República Dominicana, especialmente como acompañante del tradicional pescado frito. Su origen se atribuye a influencias cocolas y a la adaptación criolla de preparaciones conocidas como Johnny Cake o Journey Cake, traídas por marinos e inmigrantes caribeños hace más de un siglo. Con el tiempo, esta sencilla pero irresistible pieza de masa se convirtió en un símbolo cultural: crujiente por fuera, ligeramente esponjoso por dentro y perfecta para disfrutar en Boca Chica, Juan Dolio o cualquier rincón del país donde el aceite caliente anuncie su aroma inconfundible.

Hoy, el yaniqueque sigue siendo una receta económica, accesible y profundamente ligada a la historia gastronómica dominicana. Su masa combina harina, sal, un toque de levadura química y aceite para crear la textura hojaldrada que tanto gusta, demostrando que los ingredientes más simples pueden producir sabores memorables. Ya sea como desayuno con chocolate caliente o como merienda frente al mar, este clásico frito continúa siendo un referente de identidad, tradición y sabor.

Información de la receta

  • Tiempo de preparación: 25 minutos
  • Tiempo de cocinado: 20 minutos
  • Tiempo total: 45 minutos
  • Raciones: 6 a 12 yaniqueques
  • Categoría: Frituras
  • Tipo de cocina: Dominicana
  • Calorías por ración: 210 kcal

Ingredientes

  • 2 tazas harina de trigo todo uso
  • ½ cucharadita sal
  • ½ cucharadita polvo de hornear
  • 1 pizca de bicarbonato (opcional, para mayor hojaldrado)
  • 3 cucharadas aceite vegetal
  • ¼ taza agua
  • Harina adicional para espolvorear
  • 2 a 3 tazas aceite vegetal para freír
  • Sal gruesa para espolvorear

Como hacer Yaniqueque

  1. Mezclar los ingredientes secos: En este primer paso se combinan la harina, la sal, el polvo de hornear y la pizca opcional de bicarbonato, formando la base que da estructura al yaniqueque. Mezclar bien estos ingredientes secos garantiza que la levadura química se distribuya de manera uniforme, lo que ayuda a que los discos queden delgados y crujientes. Integrar el bicarbonato aquí, si se usa, aporta un toque extra de hojaldrado sin alterar el sabor tradicional. Esta etapa es clave, porque comenzar con una mezcla seca bien integrada evita tener que amasar demasiado después, algo que es fundamental para que el yaniqueque no quede duro ni con textura de pan.
  2. Formar la masa sin amasar demasiado: Una vez lista la mezcla seca, se agrega el aceite y se incorpora presionando suavemente con las manos hasta que cada grano de harina esté ligeramente humedecido. Luego se añade el agua inicial y se sigue presionando la mezcla hasta que empiece a unirse, agregando agua extra solo en pequeñas gotas si la masa lo pide. Es importante no amasar en exceso, porque el desarrollo del gluten endurecería el yaniqueque y evitaría que quedara crujiente y hojaldrado, que es la característica más apreciada de la versión tradicional dominicana. Cuando la masa tenga consistencia cohesiva, se forma una bola, se cubre con plástico y se deja reposar entre 15 y 20 minutos, lo cual relaja la estructura para poder estirarla sin que se encoja.
  3. Dividir y estirar la masa muy fina: Después del reposo, la masa se divide en 12 porciones si se desean yaniqueques medianos de desayuno o en 4 porciones si se buscan los clásicos discos grandes tipo "LP" que se venden en Boca Chica. Cada porción se convierte en una bolita y se coloca sobre una superficie ligeramente enharinada para poder estirarla sin que se pegue. Con un rodillo, se aplana cada bola hasta obtener un disco muy delgado, casi translúcido, porque mientras más fina quede la masa, más crujiente será el resultado final. En este punto se hacen dos o tres hendiduras con la punta de un cuchillo en el centro de cada disco, una técnica tradicional que evita que el yaniqueque infle como una arepa y ayuda a que se fría de forma pareja sin crear burbujas grandes. Esta etapa también permite ajustar el tamaño al gusto, pues en República Dominicana existen tanto yaniqueques pequeños llamados “hojuelas” como los grandes típicos de playa.
  4. Freír en aceite bien caliente: Aquí se calienta abundante aceite en una sartén u olla a una temperatura aproximada de 350–360 ºF, usando preferiblemente aceites neutros como maíz o maní, tal como se acostumbra en la cocina dominicana. Para saber si está listo sin termómetro, basta con introducir un pequeño trozo de masa y verificar que burbujee de inmediato; si no, se espera un poco más para no freír en aceite frío, ya que esto haría que el yaniqueque quedara grasoso y sin la textura crujiente que se busca. Los discos se fríen de uno en uno para evitar que baje la temperatura del aceite, volteándolos cuando empiecen a dorarse, hasta obtener un color dorado uniforme por ambos lados. Al retirarlos, se colocan sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa, lo cual mejora tanto la textura como el sabor final. Freírlos correctamente es lo que determina que queden delgados, secos, crujientes y con el característico quiebre hojaldrado.
  5. Servir inmediatamente con sal: Para finalizar, los yaniqueques se espolvorean con sal gruesa al gusto mientras aún están calientes para que se adhiera mejor a la superficie. Servirlos de inmediato preserva el crujido característico que se pierde si se enfrían, sobre todo en los modelos grandes. Tradicionalmente se disfrutan como desayuno acompañados de chocolate caliente o café, o como merienda en la playa con una bebida fría. Esta última etapa, aunque sencilla, forma parte esencial de la experiencia del yaniqueque dominicano, ya que el contraste entre lo crujiente recién frito y la sal superficial es lo que define su sabor auténtico.