Bifes a la portuguesa

Bifes a la portuguesa
Receta de Bifes a la portuguesa

Los bifes a la portuguesa son uno de esos platos que guardan el sabor de la memoria y de los hogares de Uruguay, donde la mezcla de influencias italianas, españolas y portuguesas dio origen a recetas entrañables y llenas de carácter. Aunque muchos los consideran un clásico uruguayo, su verdadero encanto está en esa combinación sencilla y fácil de preparar que reúne carne tierna, verduras y una salsa profunda ideal para mojar pan. Es un guiso casero, reconfortante y lleno de aromas, perfecto para quienes buscan platos tradicionales con identidad propia.

La clave está en usar una buena carne, porque es ella la que define el cuerpo y el sabor final del plato. Aunque fuera del país no siempre se consigue la intensidad de la carne vacuna uruguaya, esta receta mantiene su esencia y sigue siendo irresistible. Estos bifes a la portuguesa son una explosión de sabor, ideales para acompañar con arroz blanco o papas, y perfectos para quienes buscan un plato fácil, abundante y lleno de tradición.

Información de la receta

  • Tiempo de preparación: 20 minutos
  • Tiempo de cocinado: 45 minutos
  • Tiempo total: 65 minutos
  • Raciones: 4 porciones
  • Categoría: Guisos
  • Tipo de cocina: Uruguaya
  • Calorías por ración: 520 kcal

Ingredientes

  • 700–800 g churrascos finos (cuadrada, bola de lomo o babilla)
  • 3 papas grandes
  • 2 zanahorias
  • 2 cebollas grandes
  • ½ morrón rojo
  • ½ morrón verde
  • 2 dientes de ajo
  • 2 tomates
  • 1 lata de arvejas
  • ½ caja (250 ml aprox.) puré de tomate
  • 1 taza de caldo
  • Perejil picado
  • Sal y pimienta
  • 4–5 cucharadas de aceite

Como hacer Bifes a la portuguesa

  1. Preparar las verduras: Comienza lavando y pelando las papas, las zanahorias y los tomates. Corta las papas en rodajas gruesas de aproximadamente 1.5 a 2 cm para que no se deshagan durante la cocción lenta; este espesor es clave para mantener su forma y lograr una textura perfecta. Corta las zanahorias en rodajas finas para que se cocinen al mismo ritmo que el resto de las verduras. Pela y corta las cebollas en tiras, y corta también los morrones verde y rojo en tiras finas. Pela y pica los dientes de ajo, y pica los tomates quitándoles la piel para que se integren mejor en la salsa. Este mise en place ordenado asegura que la cocción por capas funcione correctamente y permite que cada vegetal aporte lo suyo sin desarmarse.
  2. Cortar, condimentar y sellar la carne: Corta los churrascos en trozos medianos, lo que hace más fácil mezclarlos durante la cocción y da la sensación de mayor rendimiento, algo típico en las versiones clásicas del plato. Salpimenta la carne generosamente y calienta una olla profunda con un chorrito de aceite. Sella la carne a fuego fuerte, apenas un dorado rápido, lo suficiente para potenciar el sabor sin cocinarla del todo. Este sellado aporta profundidad a la salsa final y evita que la carne quede hervida. Retira la carne una vez sellada y resérvala para el armado por capas.
  3. Armar las capas del guiso: En la misma olla donde sellaste la carne, agrega un poco más de aceite si es necesario y comienza a formar capas sucesivas. Primero distribuye una capa de cebollas y morrones, luego coloca una capa de papas, otra de zanahorias y finalmente una de carne. Repite esta secuencia hasta usar todos los ingredientes, procurando que la última capa esté compuesta exclusivamente por cebollas y morrones. Esta disposición es fundamental porque sobre esa capa final irán los tomates picados y el puré de tomate, que largarán líquido hacia abajo hidratando todo sin que las papas queden expuestas en la superficie, lo que evitaría que se cocinen de forma pareja.
  4. Añadir el tomate y el caldo: Coloca sobre la última capa los tomates picados, el ajo picado y el puré de tomate. Vierte el caldo por los costados de la olla para no desarmar el armado de capas y permitir que los líquidos se filtren de forma gradual. No mezcles todavía, ya que la cocción inicial debe respetar la estructura montada.
  5. Cocinar tapado y a fuego lento: Tapa la olla y lleva el contenido a fuego fuerte hasta que comience a hervir. Una vez que hierva, baja el fuego al mínimo y deja cocinar entre 30 y 40 minutos, o hasta que las papas estén tiernas. Durante la cocción puedes revolver una o dos veces con mucha suavidad, siempre desde el fondo hacia arriba, solo para evitar pegaduras, pero sin romper las papas. La cocción lenta permite que las capas se fundan, que los jugos de los vegetales se mezclen con el tomate, y que la carne quede tierna sin pasarse de cocción.
  6. Incorporar las arvejas: Cinco minutos antes de apagar el fuego agrega la lata de arvejas previamente escurrida. Si usas arvejas frescas, deben ir desde el inicio junto con las primeras capas porque necesitan una cocción más larga. Añadirlas al final cuando son de lata evita que se desintegren y mantiene su color y textura. Mezcla apenas lo justo para distribuirlas sin romper las papas.
  7. Reposar y servir: Apaga el fuego y deja reposar el guiso tapado durante unos diez minutos, tiempo suficiente para que la salsa se asiente y los sabores terminen de integrarse. Antes de servir, espolvorea perejil picado y rectifica sal y pimienta si hiciera falta. El reposo también permite que las papas absorban parte de la salsa, dando como resultado un plato más cremoso y sabroso. Sirve bien caliente acompañado de arroz blanco, pan o incluso papas fritas si quieres un toque más portugués-moderno.