Carbonada chilena

Carbonada chilena
Receta de Carbonada chilena

La carbonada chilena es una sopa reconfortante y muy tradicional, perfecta para los días fríos gracias a su mezcla equilibrada de verduras, arroz y proteínas que varían según la zona y la costumbre familiar. En Chile, este plato puede prepararse en versión más caldosa o seca, manteniendo siempre su esencia hogareña y nutritiva. Su origen se asocia tanto a las antiguas minas de carbón de Lota como a la coincidencia del nombre con preparaciones europeas elaboradas por mineros, aunque la receta chilena destaca por sus sabores propios y profundamente arraigados en la cocina local.

La carbonada es un guiso versátil que acepta carne molida, trozos de vacuno o incluso pollo, adaptándose a las estaciones y a lo que ofrece la huerta. Este plato forma parte del patrimonio culinario de Chile, transmitido de generación en generación y valorado por su sencillez, abundancia y sabor casero. Prepararla en casa es una forma deliciosa de mantener viva una tradición que reúne a la familia alrededor de la mesa.

Información de la receta

  • Tiempo de preparación: 20 minutos
  • Tiempo de cocinado: 45 minutos
  • Tiempo total: 65 minutos
  • Raciones: 6–8 porciones
  • Categoría: Sopa
  • Tipo de cocina: Chilena
  • Calorías por ración: 290 kcal

Ingredientes

  • 600–800 g carne de vacuno
  • 1 cebolla grande
  • 2–3 dientes de ajo
  • 4–5 papas medianas
  • 2 tazas de zapallo camote o butternut squash
  • 2 zanahorias
  • 1 taza de porotos verdes
  • 1 taza de choclo desgranado
  • 1 taza de arvejas
  • ½ pimentón rojo o verde
  • 2 ramas de apio con hojas
  • 1 taza de acelga o espinaca
  • 2–4 cucharadas de arroz
  • 1 cucharada de ají de color
  • 1 cucharadita de orégano seco
  • ½ cucharadita de comino
  • Pimienta y sal al gusto
  • 2–3 litros de agua caliente
  • 3–4 cucharadas de aceite
  • Cilantro o perejil para servir
  • 1–2 hojas de laurel

Como hacer Carbonada chilena

  1. Sofrito base y primeros condimentos: Comienza calentando el aceite en una olla grande y corta la cebolla, el ajo y el pimentón en cubitos pequeños para sofreírlos durante unos minutos hasta que la cebolla empiece a ablandarse. En este momento añade el orégano, el comino, la pimienta y el ají de color; este paso es fundamental porque el sofrito es lo que define el sabor profundo de la carbonada, así que dale tiempo a que se mezclen bien los aromas.
  2. Incorporación y dorado de la carne: Corta la carne en cubos pequeños y agrégala directamente al sofrito, mezclando para que se impregne de los condimentos. Déjala dorarse a fuego medio-alto hasta que suelte su jugo, lo reduzca y comience a tomar color; este sellado evita que la carne quede dura y da un sabor más intenso al caldo. Agrega sal al gusto en este momento, ya que ayuda a que la carne se sazone desde dentro.
  3. Integración de verduras firmes: Corta las papas, las zanahorias, el zapallo y el apio (incluyendo hojas) y agrégalos a la olla, mezclando todo para que se unan bien al fondo de sabor. Sofríe la mezcla un par de minutos; este paso hace que las verduras comiencen a soltar sus jugos y evita que se desintegren demasiado rápido en la cocción, aunque en la carbonada es completamente normal y deseable que parte del zapallo y la papa se desarmen un poquito para espesar el caldo.
  4. Hidratación y laurel: Vierte agua caliente suficiente para cubrir generosamente todos los ingredientes, normalmente entre dos y tres litros, ya que la carbonada tradicional es bastante “caldúa”. Añade las hojas de laurel y mezcla bien para que todo comience a integrarse mientras sube la temperatura. Deja que la olla tome hervor lentamente; este es un buen momento para ajustar la sal con moderación, porque el sabor real se desarrollará a medida que las verduras y la carne suelten sus jugos durante la cocción.
  5. Cocción principal lenta: Una vez que hierva, baja el fuego a medio y tapa parcialmente la olla para permitir que escape el vapor sin que pierda demasiado líquido. Cocina entre quince y veinte minutos, tiempo suficiente para que las papas y el zapallo estén casi listos. Es importante no mover demasiado la mezcla durante esta etapa para que las verduras mantengan su forma, aunque si te gusta más espeso puedes revolver de vez en cuando para que el zapallo se vaya deshaciendo y creando un caldo más cremoso.
  6. Arroz y verduras rápidas: Agrega el arroz directamente sobre la olla sin necesidad de lavarlo previamente y mezcla suavemente. Añade también el choclo, los porotos verdes y las arvejas, ya sea frescos o congelados; si vienen congelados no es necesario descongelarlos porque la temperatura de la olla los integrará rápido. Cocina entre ocho y diez minutos hasta que el arroz esté tierno; ten en cuenta que agregar mucho arroz absorbe bastante caldo, así que ajusta la cantidad según si prefieres la carbonada más espesa o más líquida.
  7. Final verde y ajuste de sabor: Pica finamente la acelga o espinaca y agrégala al final de la cocción para que mantenga el color verde intenso y aporte frescor. Cocina solo dos o tres minutos más, retira las hojas de laurel y prueba la sazón por última vez, ajustando sal y pimienta si es necesario. Este es también un buen momento para corregir la textura agregando un poco más de agua caliente si está demasiado espeso o dejando destapado unos minutos si deseas reducir el caldo.
  8. Servir: Sirve la carbonada caliente y termina con cilantro o perejil picado encima. Para una versión más casera y tradicional, puedes añadir un huevo frito al momento de servir, tal como se hace en algunas zonas al estilo del charquicán.