Chiles capones
Los chiles capones son una preparación tradicional de la cocina mexicana cuyo origen está ligado a la idea de “capar” el chile, es decir, retirarle semillas y venas para suavizar su picor. Este método, aplicado desde hace generaciones, permite disfrutar mejor del sabor del chile sin perder su carácter. Se preparan comúnmente con jalapeños o poblanos, que se abren, se desvenan y se dejan listos para ser rellenos, convirtiéndose en una botana, guarnición o acompañamiento muy apreciado en distintas regiones del país.
Existen múltiples versiones regionales que enriquecen esta receta. En Guerrero, los chiles cuaresmeños se rellenan de queso fresco y cebolla, acompañando al emblemático pozole; mientras que en Puebla se emplean poblanos rellenos de quesos locales. En zonas como Michoacán y el centro del país, los jalapeños capones forman parte de mesas familiares y temporadas de cuaresma, reafirmando su lugar como un platillo sencillo, tradicional y profundamente mexicano.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 25 minutos
- Tiempo de cocinado: 0 minutos
- Tiempo total: 25 minutos
- Raciones: 6
- Categoría: Botanas
- Tipo de cocina: Mexicana
- Calorías por ración: 180 kcal
Ingredientes
- 12–15 chiles jalapeños frescos
- 250 g de queso fresco
- 250 g de requesón
- 2–3 cucharadas de crema mexicana o crema de rancho
- ¼ taza de cebolla blanca finamente picada
- 2 cucharadas de vinagre blanco
- 1 cucharada de sal
- Sal fina al gusto
- 1–2 cucharadas de orégano seco
- Queso Cotija rallado o en polvo al gusto
Como hacer chiles capones
- Limpieza y apertura de los chiles: Lava bien los chiles jalapeños y sécalos. Haz un corte en forma de “T” o una abertura longitudinal, procurando no retirar el rabito para conservar la forma tradicional. Con una cucharita retira cuidadosamente semillas y venas, cuidando no romper la pulpa para que los chiles puedan rellenarse sin dificultad.
- Suavizado y control del picor: Coloca los chiles ya limpios en un recipiente con agua caliente y agrega el vinagre y la sal. Déjalos reposar durante unos 10 minutos; este proceso ayuda a suavizar la piel del chile y a reducir el picor sin eliminar completamente su sabor característico. Pasado el tiempo, escúrrelos y sécalos ligeramente antes de continuar.
- Preparación del relleno: Desmorona el queso fresco y colócalo en un tazón junto con el requesón. Pica finamente la cebolla e incorpórala a la mezcla, luego añade el orégano y sal al gusto. Integra solo 2 a 3 cucharadas de crema, lo suficiente para ligar los ingredientes sin que el relleno quede flojo, ya que tradicionalmente debe ser cremoso pero firme.
- Rellenado de los chiles: Rellena cada chile con la mezcla de queso ayudándote con una cucharita, presionando suavemente para que queden bien formados. Evita sobrellenarlos para que mantengan su forma y no se abran, algo importante tanto en la presentación como al momento de servir.
- Reposo y presentación final: Coloca los chiles rellenos en un recipiente, cúbrelos y refrigéralos por al menos 15 minutos para que el relleno tome cuerpo y los sabores se asienten. Antes de servir, espolvorea queso Cotija al gusto y, si se desea, añade un poco más de crema por encima. Tradicionalmente se sirven fríos como botana o acompañamiento, aunque también pueden colocarse brevemente en un comal tapado si se prefieren ligeramente tibios.