chorrillana chilena
La Chorrillana chilena es un plato emblemático de la gastronomía de Chile, originaria de Valparaíso y reconocida por su presentación generosa y su sabor único. Este plato tradicional combina papas fritas crujientes, carne jugosa y cebolla caramelizada, creando una experiencia perfecta para compartir entre amigos o familiares, acompañada de una bebida fría. Su historia se remonta a mediados del siglo XX, cuando surgió como un plato económico y completo en bares y casinos de suboficiales de Carabineros, pensado para alimentar a varios comensales de manera sencilla. Con el tiempo, se ha consolidado como un icono culinario chileno y una opción popular en restaurantes y puestos callejeros de todo el país.
Existen muchas versiones modernas de la Chorrillana chilena, algunas con huevo frito, chorizo o longaniza, aunque la receta tradicional mantiene el enfoque en la carne, cebolla y papas. Su origen en Valparaíso le confiere una identidad única, y hoy es un plato que celebra la convivencia y la abundancia. Ideal para preparar en casa y disfrutar con amigos, la chorrillana refleja la rica historia culinaria de Chile y su capacidad de adaptarse a diferentes gustos sin perder su esencia tradicional.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 20 minutos
- Tiempo de cocinado: 40 minutos
- Tiempo total: 1 hora
- Raciones: 4
- Categoría: Plato principal
- Tipo de cocina: Chilena
- Calorías por ración: 650 kcal
Ingredientes
- 1 kg de carne de res (posta negra, nalga, cadera o tapa)
- 5 papas grandes
- 2 cebollas medianas
- 4 huevos grandes
- 3 vienesas o choricillos (opcional)
- 1 litro de aceite vegetal para freír
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- Sal al gusto
- Pimienta al gusto
- 1 cucharadita de azúcar (para caramelizar la cebolla)
Como hacer Chorrillana Chilena
- Freír las papas: Lava y pela las papas, luego córtalas en tiras largas para que queden tipo papas fritas clásicas. Calienta el aceite vegetal hasta que alcance temperatura media-alta o alrededor de 180 °C si tienes termómetro. Fríe las papas en tandas para que queden doradas y crujientes, evitando sobrecargar la sartén. Retíralas y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa, y sazona inmediatamente con sal. Este paso puede hacerse en freidora si quieres que queden más parejas y crocantes.
- Caramelizar la cebolla: Pela las cebollas y córtalas en juliana fina. En una sartén grande o wok, calienta las dos cucharadas de aceite de oliva y agrega la cebolla con una pizca de sal. Cocina a fuego medio hasta que se vuelva translúcida y empiece a dorarse. Agrega una cucharadita de azúcar para lograr un ligero caramelizado. Cocina hasta que las cebollas estén suaves, doradas y ligeramente dulces. Esto realza el sabor clásico de la chorrillana y aporta un toque tradicional.
- Cocinar la carne: Corta la carne en tiras de aproximadamente 1–2 cm de ancho. Aprovechando la misma sartén donde caramelizaste la cebolla, agrega la carne y sella a fuego medio-alto. Sazona con sal y pimienta. Cocina unos 3 a 5 minutos, volteando para dorar todos los lados sin sobrecocinar, de modo que la carne quede jugosa y tierna. Si decides usar vienesas o choricillos, saltéalos brevemente junto a la carne para que absorban parte del sabor de la sartén.
- Preparar los huevos: Calienta una sartén pequeña con un poco de aceite y fríe los huevos al gusto de cada comensal, ya sea estrellados o revueltos. Salpimenta al gusto. Es recomendable cocinar a fuego medio para que la yema quede jugosa y cremosa. Los huevos se añadirán al final, proporcionando la textura característica de la chorrillana chilena.
- Montaje de la chorrillana: En una fuente grande o plato familiar, coloca primero las papas fritas calientes como base. Sobre ellas, distribuye la carne y luego las cebollas caramelizadas. Si has incluido vienesas o choricillos, agrégalas en este momento. Finalmente, coloca los huevos encima de todos los ingredientes. Para un efecto más jugoso, puedes mezclar los huevos con un poco de cebolla antes de colocarlos sobre la carne.
- Servir y disfrutar: Sirve caliente, recién preparado, para aprovechar al máximo el contraste de texturas entre papas crujientes, carne jugosa, cebolla dulce y huevos cremosos. Esta chorrillana es ideal para compartir en familia o con amigos y representa la versión más tradicional y completa de este clásico chileno.