Churrasca chilena

Churrasca chilena
Receta de Churrasca chilena

La churrasca chilena es un pan plano tradicional que forma parte esencial de la cocina casera en Chile, preparado desde tiempos antiguos como solución rápida cuando no había panadería cerca. Su origen no está completamente definido, pero forma parte de la historia popular con relatos que van desde expresiones campesinas hasta su relación con el churrasco y la cocción a las brasas. Este pan rústico se prepara sin levadura, utilizando solo harina, sal, bicarbonato, polvos de hornear y un toque de aceite o manteca, logrando una masa sencilla, económica y perfecta para acompañar cualquier comida. En Chile se disfruta caliente con queso, mantequilla, palta o pebre, y es especialmente popular en desayunos, onces y asados.

Su versatilidad es una de las razones por las que sigue siendo un clásico. Puede cocinarse en sarten, a la parrilla, al horno o incluso sobre piedras calientes, logrando texturas que van desde crujientes hasta esponjosas. Con siglos de tradición, este pan sigue siendo un símbolo de sencillez y sabor, apreciado tanto en el sur como en el norte del país.

Información de la receta

  • Tiempo de preparación: 20 minutos
  • Tiempo de cocinado: 15 minutos
  • Tiempo total: 35 minutos
  • Raciones: 6-8 churrascas
  • Categoría: Pan casero
  • Tipo de cocina: Chilena
  • Calorías por ración: 220 kcal

Ingredientes

  • 500 g harina sin polvos de hornear
  • 1–2 cucharaditas de sal (1 si es fina, 2 si es gruesa)
  • ½ cucharadita de bicarbonato de sodio
  • ½ cucharadita de polvos de hornear
  • ½ taza de aceite vegetal o manteca/mantequilla derretida
  • ¾ taza de agua tibia (aprox., ajustar según la harina)

Como hacer Churrasca chilena

  1. Mezclar los ingredientes secos: En un bowl grande incorpora la harina, la sal, el bicarbonato y los polvos de hornear. Mézclalos muy bien con un tenedor o con la mano para que queden completamente integrados y distribuidos, ya que este primer mezclado asegura una masa pareja y evita zonas duras o sin aire. La combinación de bicarbonato con polvos de hornear es tradicional en la churrasca chilena y ayuda a que el pan mantenga una textura plana pero suave, sin llegar a inflarse como pan amasado.
  2. Integrar los líquidos y formar la masa: En un jarro mezcla el agua tibia con el aceite o la manteca derretida, y luego vierte esta mezcla sobre los ingredientes secos. Revuelve primero con una cuchara de palo para humedecer toda la harina, y después comienza a trabajar la mezcla con las manos hasta que vaya tomando forma de masa. Es importante incorporar el agua de a poco para regular la humedad, ya que cada harina absorbe diferente cantidad y la masa debe quedar blanda, suave y manejable sin pegarse a los dedos. Si queda seca, añade un chorrito más de agua; si queda pegajosa, agrega una cucharada de harina.
  3. Amasar hasta obtener una masa suave: Amasa durante 5 a 10 minutos, presionando y doblando continuamente hasta que la masa quede lisa y elástica. Mientras amasas notarás que se vuelve más uniforme y maleable, lo cual es clave para que las churrascas se cocinen de manera pareja sin romperse. Si quieres un resultado tradicional, amasa a mano; si prefieres una versión moderna y rápida, una amasadora con gancho toma solo 5 minutos. Una vez lista, deja la masa reposar entre 5 y 20 minutos tapada con un paño, porque este descanso permite que el gluten se relaje y facilita el estirado posterior, además de mejorar la cocción interior.
  4. Dividir, formar y preparar las churrascas: Corta la masa en 6 a 8 porciones iguales, forma bollitos con las manos y aplástalos con un uslero hasta obtener discos de aproximadamente 13 a 15 cm de diámetro y cerca de 0,5 cm de espesor. Durante este proceso, si notas que los bordes se agrietan, humedece ligeramente tus manos. Pincha cada disco por ambos lados con un tenedor para evitar que la churrasca se infle al cocinarse, lo que mantiene su característica forma plana y la textura tradicional ligeramente crocante por fuera y tierna por dentro.
  5. Cocinar las churrascas: Calienta una sartén limpia a fuego medio-bajo, idealmente sin aceite o con apenas unas gotas si quieres un dorado más marcado. Cocina cada churrasca durante unos 5 minutos por lado, ajustando el tiempo según el grosor y la potencia del fuego. Para asegurar una cocción pareja sin quemarlas, puedes tapar el sartén durante los primeros minutos, lo que permite que el calor se distribuya mejor y que el interior quede completamente cocido sin resecar la masa. Si las haces en parrilla, cocínalas a fuego medio por 7 a 10 minutos por lado, girándolas para evitar zonas quemadas. En horno, una bandeja a 200 °C por 15 a 20 minutos funciona perfecto si prefieres una versión más seca y crujiente.
  6. Servir tibias y acompañar al estilo tradicional: Retira las churrascas cuando estén doradas y con buen aroma, y sírvelas inmediatamente, ya que su mejor textura es tibia. Tradicionalmente se acompañan con pebre, chancho en piedra, queso mantecoso, mantequilla o incluso queso de cabra si buscas una versión más campesina. También puedes servirlas solas, porque su sabor suave y textura ligeramente crocante las hace irresistibles recién hechas. Recuerda que si deseas un toque más crujiente basta dejarlas un par de minutos extra en la cocción, y si quieres agregar más sabor puedes incorporar orégano o merkén en la masa desde el primer paso.