Emborrajados ecuatorianos
Los emborrajados ecuatorianos, también conocidos como maduro lampreado o gato encerrado, son un plato tradicional de la gastronomía de ecuador que destaca por su sencillez y sabor reconfortante. Elaborados a base de plátano o guineo bien maduro, estos bocados se caracterizan por estar envueltos en una masa suave de harina que, al freírse, se vuelve dorada y ligera. Dependiendo de la región, la preparación puede variar ligeramente, pero siempre conserva su esencia popular y casera, muy ligada a la cocina cotidiana de la Costa y la Sierra.
Crujientes por fuera y esponjosos por dentro, los emborrajados suelen llevar queso, creando un contraste irresistible entre lo dulce y lo salado. Se consumen como merienda, acompañante o incluso como postre, y son especialmente apreciados por aprovechar el plátano maduro en su punto justo. Esta receta tradicional refleja la creatividad culinaria de ecuador, donde ingredientes simples se transforman en preparaciones llenas de identidad, historia y sabor auténtico.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 20 minutos
- Tiempo de cocinado: 20 minutos
- Tiempo total: 40 minutos
- Raciones: 4
- Categoría: Meriendas
- Tipo de cocina: Ecuatoriana
- Calorías por ración: 320 kcal
Ingredientes
Para los plátanos
- 4 plátanos maduros tipo maqueño
- Aceite vegetal suficiente para freír
Para el relleno (opcional)
- 150–200 g de queso fresco ecuatoriano o queso tierno
Para la masa (rebozado)
- 1 taza de harina de trigo todo uso
- 1 huevo grande
- ¾ taza de leche entera
- 1 cucharadita de polvo de hornear
- ¼ cucharadita de sal
- 1 cucharada de azúcar
- ½ cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
Como hacer Emborrajados ecuatorianos
- Dorar los plátanos: Pela los plátanos y realiza un corte largo a lo largo, profundo pero sin separarlos por completo. Fríelos en aceite caliente hasta que estén bien dorados por fuera y suaves por dentro; este primer frito es fundamental para que el plátano tenga sabor y estructura. Retíralos y colócalos sobre papel absorbente, dejándolos reposar unos minutos para que pierdan el exceso de grasa y puedan manipularse sin romperse.
- Aplastar y rellenar: Coloca cada plátano aún tibio dentro de una funda limpia o entre dos plásticos y aplástalo suavemente con la palma de la mano hasta formar una lámina gruesa y pareja. Agrega el queso en el centro y vuelve a cerrar el plátano, presionando ligeramente para compactarlo; el queso debe quedar bien encerrado para que no se salga durante la fritura. Es importante no aplastar demasiado para que el plátano no se rompa.
- Preparar la masa tradicional: En un bol mezcla la harina, el polvo de hornear, la sal y el azúcar. En otro recipiente bate el huevo con la leche hasta integrar bien y luego incorpóralo a los ingredientes secos poco a poco, mezclando hasta obtener una masa homogénea, sin grumos y de consistencia espesa pero fluida. Añade la esencia de vainilla si deseas un toque más tradicional; la masa no debe quedar líquida, ya que debe adherirse bien al plátano.
- Rebozar los plátanos: Introduce cada plátano relleno en la masa, cubriéndolo completamente por todos los lados. Asegúrate de que la capa sea uniforme, ya que esto permitirá que el emborrajado quede esponjoso por dentro y crocante por fuera. Si la masa se espesa demasiado con el reposo, puedes ajustar con una pequeña cantidad de leche.
- Freír y dorar: Calienta abundante aceite a fuego medio-alto y fríe los plátanos rebozados hasta que estén inflados y dorados de manera uniforme. Dales la vuelta con cuidado para evitar que se abran y permitir que se cocinen bien por dentro; esta segunda fritura es la que define la textura final del emborrajado y permite que el queso se derrita sin perder la forma.
- Escurrir y servir: Retira los emborrajados del aceite y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. Sírvelos inmediatamente, bien calientes, cuando el exterior esté crujiente y el interior suave y fundente. Tradicionalmente se consumen solos, como merienda o desayuno, acompañados de café pasado o chocolate caliente.