Nabo encurtido
El nabo encurtido es un clásico infaltable del Perú, conocido en los chifas limeños como daikon no oshinko, donde el rábano japonés se adapta al paladar local con ají amarillo y un encurtido suave. Esta preparación representa la fusión chino-criolla que define a la cocina peruana, ofreciendo un equilibrio agridulce delicado, refrescante y adictivo, ideal como entrada y acompañamiento tradicional. Es frecuente encontrarlo servido frío, cortado finamente, y preparado con ingredientes simples que respetan su identidad culinaria local peruana.
El nabo encurtido peruano destaca por su sencillez y por los beneficios de un vegetal fresco, ligero y digestivo, realzado con vinagre y azúcar en proporciones precisas. En la mesa chifa, acompaña de forma perfecta al chanchito asado, especialmente en caja china, y también realza un buen arroz chaufa, aportando contraste, limpieza de sabor y una textura crujiente que invita a repetir. Su popularidad trasciende generaciones, siendo un referente cotidiano en restaurantes y hogares limeños tradicionales del país hoy en día.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 30 minutos
- Tiempo de cocinado: 5 minutos
- Tiempo total: 35 minutos
- Raciones: 6
- Categoría: Acompañamientos
- Tipo de cocina: Cocina peruana
- Calorías por ración: 85 kcal
Ingredientes
- 3 nabos medianos
- 2 ajíes amarillos
- 1 taza de vinagre blanco
- ½ taza de agua
- ¾ taza de azúcar blanca
- 1 cucharadita de sal fina
- 3 a 5 granos de pimienta negra entera (opcional)
- Jugo de ½ limón (opcional)
- Agua y sal adicional para el proceso previo
Como hacer Nabo encurtido
- Preparación inicial del nabo: Pela los nabos y córtalos en rodajas muy finas y parejas, idealmente usando una mandolina para lograr uniformidad, lo que ayudará a que el encurtido quede parejo y con buena textura. Coloca las rodajas en un bol amplio y cúbrelas completamente con agua, luego agrega varias cucharadas de sal y mezcla bien con las manos limpias para que el nabo quede bien impregnado. Este paso es fundamental para eliminar el amargor natural del nabo y mejorar su sabor final, por lo que no debe omitirse.
- Reposo y eliminación del amargor: Deja reposar el nabo en el agua con sal durante unos 20 a 30 minutos, tiempo en el cual soltará un líquido incoloro que concentra su sabor fuerte. Pasado este tiempo, descarta completamente el líquido, lava muy bien el nabo bajo el chorro de agua hasta retirar cualquier resto de sal y déjalo escurrir en un colador hasta que no quede exceso de humedad, ya que el agua sobrante puede diluir el encurtido y afectar su conservación.
- Preparación del ají: Limpia los ajíes amarillos retirando pepas y venas para controlar el picor y luego córtalos en tiras largas y delgadas. Si prefieres un encurtido suave, puedes usar solo una parte del ají o incluso retirarlo al momento de servir, pero incorporarlo desde el inicio permite que su aroma y color se integren mejor al encurtido.
- Elaboración del líquido de encurtido: Coloca en una ollita el vinagre blanco, el agua, el azúcar y la sal, y lleva a fuego medio removiendo suavemente hasta que el azúcar se disuelva por completo. No es necesario hervir por mucho tiempo; basta con que el líquido rompa apenas el hervor. Retira del fuego y deja enfriar completamente antes de usar, ya que verter el líquido caliente sobre el nabo puede ablandarlo en exceso y hacer que pierda su textura característica.
- Envasado y armado del encurtido: Utiliza un frasco de vidrio previamente esterilizado con agua hirviendo y completamente seco. Coloca capas alternadas de nabo y ají dentro del frasco, añadiendo los granos de pimienta si decides usarlos y unas gotas de jugo de limón si te gusta un toque más fresco y tradicional. Vierte el líquido de encurtido frío hasta cubrir totalmente los ingredientes, asegurándote de que no queden burbujas de aire, ya que esto ayuda a una mejor conservación.
- Reposo, maduración y conservación: Cierra bien el frasco y déjalo reposar en refrigeración o en un lugar fresco y oscuro por al menos 24 horas antes de consumir. Aunque puede comerse desde el segundo día, el sabor mejora notablemente después de 3 a 5 días, cuando el nabo se vuelve más aromático y equilibrado. Conservado correctamente y usando siempre utensilios limpios para servir, el nabo encurtido puede durar entre 2 y 3 meses sin perder calidad.